La Policía se pertrecha frente a la inmigración ilegal ante el estreno de la nueva ruta de ferri con Irlanda

Los últimos retoques de la ruta que Brittany Ferries inaugura este domingo, día 6, desde Santander a Cork (Irlanda), han generado tanta expectación como prudencia. Porque entre las nuevas medidas de seguridad figura el apoyo que la Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina de la Unidad Central de Fronteras prestará a la Policía Nacional. Será la forma en que el puerto santanderino plantará cara a las redes de inmigración ilegal a España.

El Connemara -el barco toma el nombre de la localidad costera al oeste de Irlanda-, suma más riesgo de que se vuelvan a producir episodios que empiezan a ser habituales en Santander en los últimos meses, en que ciudadanos extranjeros tratan de salir del país desde el puerto con destino a Reino Unido. Uno de los últimos casos destapados en la capital cántabra, el pasado enero, fue el de la organización que llevaba varios años favoreciendo la inmigración irregular de ciudadanos del Kurdistán iraquí con tránsito en nuestro país, desde donde se les introducía en camiones frigoríficos con destino a Reino Unido a través de los puertos de Santander y Santurce (Vizcaya), entre otros métodos.

En su mayoría de origen albanés, forman parte de un entramado complejo de redes muy organizadas que actúan a nivel europeo. Muchos son jóvenes que sufrirán explotación laboral si logran alcanzar su ciudad de destino.

Las brigadas especializadas en inmigración ilegal realizan su trabajo en los puertos fronterizos de Cantabria y utilizan la tecnología más modernade que pueden disponer los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.