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ENRIQUE MUNÁRRIZ
SANTANDER.
Jueves, 26 de octubre 2017, 12:14
Nunca antes Cantabria ha tenido un presupuesto tan alto como el que gestionará en 2018. Tras unos años en los que la crisis y los recortes obligaron a un retroceso en las cuentas de 2011, 2013 y 2016, el Gobierno PRC-PSOE ha cerrado, por ... fin, un documento que supera por primera vez en la historia la barrera de los 2.700 millones de euros, un 4% más que el presente ejercicio, todo un récord, aunque no son las cuentas que los coaligados hubiesen querido tener. El líder del PRC y presidente regional, Miguel Ángel Revilla, y el secretario general de los socialistas, Pablo Zuloaga, habían acordado durante la firma de la renovación del pacto de gobierno un incremento del 5%, pero finalmente durante la elaboración del documento se han dado cuenta de que era «imposible» para cumplir con la regla de gasto y el objetivo de déficit y hacer frente al incremento de la deuda.
FONDOS Las cuentas cumplirán con la regla de gasto fijada por Madrid, a pesar de crecer en cien millones
REPARTO PRC y PSOE contarán con más de 70 millones de euros para inversiones y gasto corriente
PLAZOS El objetivo es presentar el documento antes de fin de mes o a primeros de noviembre en la Cámara
Tras varias semanas de intensas reuniones entre los consejeros regionalistas, Rafael de la Sierra y José María Mazón, y los socialistas, Eva Díaz Tezanos y Juan José Sota, así como por una supervisión de las cifras de los técnicos de la Consejería de Economía y Hacienda para comprobar que se cumplían con los condicionantes impuestos por Madrid, el bipartito ha conseguido cerrar unas cuentas que mejoran ostensiblemente las cifras de inversión manejadas este año. Aunque se quedan por debajo de sus expectativas, las ocho consejerías contarán con entre 70 y 80 millones de euros para sus proyectos y gasto corriente, cerca de dos terceras partes del total del incremento, que se repartirán gradualmente en cada área. Según explicaron los socialistas tras negociar la addenda al pacto de gobierno, «el acuerdo es que se suba el mismo porcentaje en cada área».
Aunque el bipartito sabe que va a contrarreloj, el objetivo es que las cuentas lleguen al Parlamento antes del 30 de octubre o, a más tardar, a primeros de noviembre y que este año las cuentas vuelvan a aprobarse en tiempo y forma. Revilla no quiere oír ni hablar de una nueva prórroga, que el año pasado intentó evitar hasta el último momento, e incluso ha amenazado con «marcharse» si no lo consigue.
Si el incremento del Presupuesto se ajusta exactamente al 4%, según explicaron ayer fuentes de la negociación a este periódico, el Ejecutivo dispondrá exactamente de 104,4 millones más. Un punto por debajo de los deseos del PRC, que, aunque le sabe a poco, ya se ha hecho a la idea. «Nosotros hubiéramos querido más, pero en este momento hay lentejas, si quieres la comes y si no también», explican los regionalistas, que achacan este conformismo a que «todavía estamos totalmente condicionados por las medidas de Cristóbal Montoro».
Un argumento que han puesto sobre la mesa desde el primer momento los técnicos de Economía. Desde el PSOE, que controla este departamento, recuerdan que lo más importante es «cuadrar los ingresos, el límite de gasto, la amortización de la deuda y cumplir el Plan Económico Financiero remitido a Hacienda». En el Gobierno todavía recuerdan que este año no se habían estrenado los presupuestos y Madrid ya había exigido un recorte de 23 millones de euros.
Desde el bipartito destacan el trabajo «muy importante e intenso» que se ha realizado para «poder exprimir todo el jugo que se puede a las cifras para que el año que viene tengamos más inversión que sirva para reactivar la economía de Cantabria y para crear empleo». La comisión negociadora lleva semanas reuniéndose en un pequeño despacho de la sexta planta de Peña Herbosa, sede del Ejecutivo, cerrando los flecos sueltos y limando las peticiones de cada departamento. El primer borrador fue «como la carta a los Reyes Magos», explica uno de los negociadores, que reconoce que «ha habido que meter la tijera como todos los años» para poder ajustarlo.
Aunque la letra pequeña de las cuentas no ha trascendido, los grandes objetivos con los que se han diseñado son cambiar el patrón de crecimiento, mejorar la calidad de los servicios públicos e impulsar la empleabilidad. Las áreas sociales seguirán acaparando el foco un año más. Sanidad, Educación y Servicios Sociales, tres áreas dirigidas por los socialistas, monopolizarán prácticamente dos tercios del Presupuesto. Sin embargo, Industria, Medio Rural y Obras Públicas dispondrán de más fondos para acometer sus proyectos a un año de las elecciones autonómicas y municipales.
A falta de que cada consejero seleccione las últimas partidas, la incógnita principal es saber con quién pactará el bipartito para sacar adelante sus cuentas. El diputado Juan Ramón Carrancio parece dispuesto a ponerle las cosas fáciles. Después de abandonar Ciudadanos y quedarse con su escaño en el Grupo Mixto, el parlamentario ha apoyado a los partidos que sostienen al Ejecutivo en la Cámara en las grandes votaciones. Entre su equipo no se esconde que sería apuntarse un tanto de cara a ganar visibilidad.
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