Revilla intuye que Tezanos «será razonable con la disciplina de partido» y habrá más ceses

Una postura muy distinta a la que mostró hace dos semanas en el foro económico de El Diario Montañés, donde entonó alto y claro un particular ‘basta ya’: «No voy a consentir más cambios hasta el final de la legislatura ni tampoco quiero más líos. Yo soy el presidente, el que nombra y cesa, y tengo que garantizar la estabilidad de Cantabria. Se acabó esta historia».

La frase del presidente se producía en el pleno del Parlamento en el que ha intervenido a petición propia y a preguntas de PP para explicar la renovación de cargos en el seno del bipartito PSOE y PRC. En sus réplica a Podemos, que preguntó por los ceses de Sodercán reclamados por el propio Parlamento y por la dirección socialista, el presidente aludió a esa disciplina de partido.

Precisamente, Sodercán centró el siguiente punto del orden del día, en el que el diputado de Podemos, Alberto Bolado, aprovechó una pregunta sobre la situación de la empresa pública y de su director general, Salvador Blanco, para acusar a Díaz Tezanos de hacer «oídos sordos» a las sentencias judiciales, las resoluciones parlamentarias, el Tribunal de Cuentas y la propia Unión Europea. La acusó de poner en riesgo la estabilidad del Gobierno -el PSOE ha amenazado con expedientar a la vicepresidenta si no cesa a Blanco- por «mantener a su protegido» y advertirla que tiene «muy malas compañías».

Una intervención que ha causado la indignación de la vicepresidenta que le ha pedido que retirara sus palabras y le ha acusado de utilizar su pregunta para incidir en el debate interno del PSOE. Eso sí, ni una alusión directa por su parte a si va a cesar o no a Blanco. La vicepresidenta sí ha dicho que en su equipo no hay protegidos sino altos cargos dignos de su confianza, pero «en el mismo momento que cualquier me ponga sobre la mesa que algunas de estas personas no son dignas de mi confianza, la primera que se la retiraré seré yo».

El resto del debate se ha centrado en quienes insistieron en la inestabilidad y el vacío de poder generado en los últimos dos meses hasta formalizarse el cese de Ramón Ruiz y quienes insistieron en negar que esto haya sido así: PSOE, PRC y el propio presidente. Y en medio, las habituales reclamaciones y recriminaciones a Revilla por parte del PP por preocuparse más de la televisión que del Gobierno y de Revilla a Mariano Rajoy, el «moroso» que no paga lo que debe a las comunidades. «Nosotros no vamos a plantear un conflicto identitario pero no me extraña que cuando un presidente no paga lo que promete se cabreen, que pague porque sino igual los incendios que hay por ahí se extienden porque nadie entienden que un presidente sea un moroso», ha dicho el líder del PRC.

En su intervención, Revilla ha tratado de dar un aire de normalidad a todo lo ocurrido. Tanto es así que agotó en 8 minutos los 30 que tenía asignados inicialmente. «Esto no da más de si, se produce tanto en la vida política regional como nacional y seguirá ocurriendo».

Ni atisbo de las regañinas de hace un par de semanas al PSOE si no acababan con sus pullas en público y con los dimes y diretes sobre quien cesaba y cuándo. Para el presidente, se trata de una cuestión normal dentro del transcurrir político cuando se produce un cambio de dirección dentro de una formación y su comportamiento ha sido el normal dentro de la «lealtad» hacia su socio de Gobierno . Esos cambios, ha insistido varias veces, ni han afectado a la gobernabilidad ni a estabilidad del Gobierno ni había objeciones que poner a los nuevos cargos, desde el nuevo consejero de «trayectoria impecable, trabajador, de talante dialogante y profundo conocedor de la educación», a sus directores generales. Eso sí, también dejó claro que no había nada que objetar tampoco al anterior consejero, Ramón Ruiz, «con una extraordinaria trayectoria en su gestión». «Yo no le hubiera cesado, pero los pactos se respetan».

No ha sido el único en alabar al anterior consejero, hasta el PP tuvo palabras para él como persona. y el portavoz del PSOE, Victor Casal, dijo que ha sido un «gran consejero» y agradeció su gestión y la de su equipo. «Los cambios en Educación son únicamente por criterios políticos, por una decisión de uno de los partidos firmantes del pacto de Gobierno», repitió Casal, la máxima expresada por su nuevo secretario general, Pablo Zuloaga. «Los cambios son de personas y no de políticas. Y el PSOE estará en todas y cada una de las gestiones del nuevo equipo. Bienvenida a Mañanes y su equipo que estoy seguro estarán a la altura de su predecesor».

«Me asombra lo bien que se habla del anterior consejero con lo que ha tenido que sufrir el pobre en ese banquillo. Cuidado que se han dicho cosas del bueno de Ramón. Conclusión, igual cuando sea mayor y ya no este aquí hasta el PP habla bien de mi», zanjó el presidente Revilla.

Desde la oposición sí hubo unanimidad en cuando a que los ceses se han debido a cuestiones internas y de «rencillas» y no de gestión o de política y se ha insistido en el mal momento elegido para hacerlo: el inicio del curso escolar. Ruben Gómez, diputado de Ciudadanos, criticaba a Revilla que se «pusiera de perfil» diciendo que era una cuestión de reorganización dentro de las filas de sus socio cuando «lo ha intentado aprovechar para su propio beneficio», aludiendo al intento de recuperar Sodercán y el incremenento en los presupuestos del 5%. «Solo le preocupa llegar sin mácula a las próximas elecciones, pero para qué. Su único afán es seguir haciendo electoralismo barato», le ha dicho a Revilla.

Para Verónica Ordóñez, de Podemos, los cambios son normales dentro de un partido y lo importante es si se va a acabar con la alta tasa de interinidad o si Revilla va a cesar a Salvador Blanco como ha pedido el Parlamento y la propia militancia socialista.

Para el diputado del PP, Íñigo Fernández, se ha dejado «engordar» una crisis que ha generado un problema para Cantabria, con áreas paralizadas y responsables en funciones que no toman decisiones. «Primero no se iba a cambiar a nadie (…) Dos meses cuestionados para acabar cesado y su equipo cuestionado para acabar dimitiendo» y ahora, alertaba el portavoz popular, «las áreas de la vicepresidenta sometidos a una amenaza. ¿Cómo se puede decir que aquí no ha pasado nada? Hasta el consejero de Economía (Juan José Sota) estuvo cuestionado y luego tuvo la habilidad de evitarlo».

«La nueva dirección del PSOE ha sometido a sus propios consejeros a una moción de censura», apuntó el diputado del PP, quien lamentó que «hay medio gobierno cuestionado y el otro medio pensando a ver que tajada saca».

«Da la sensación de que el afán de protagonismo era tan grande que había que entrar en la política nacional como elefante en cacharrería, hay una falta de respeto a Cantabria por parte de los nuevos dirigentes del PSOE en la medida en que han convertido el debate interno en una crisis de Gobierno y eso no es una cortina de humo», dijo el PP, quien responsabilizó a Revilla por estar dos meses mirando hacia otro lado «dejando que la bola se hiciera cada vez mas grande».

«Uno tiene la sensación de que la crisis se ha cerrado en falso, y ahí tenemos la amenaza a la vicepresidenta. ¿Está en condiciones de garantizar que no va a haber mas cambios en el Ejecutivo?», le espetó el PP al presidente.

Para Juan Ramón Carrancio, diputado del Grupo Mixto, los cambios no han respondido a motivos habituales -desgaste político, mala gestión evidente…- solo han respondido a «rencillas internas» dentro del PSOE y no ha la necesidad de mejorar una gestión que no había sido cuestionada. Un cambio «forzado» desde el exterior del Ejecutivo que se ha producido en el «momento mas delicado» el inicio de curso. «La nueva dirección del PSOE no podía haber comenzado su andadura con peor pie», se lamentó el exdiputado de Ciudadanos que criticó la injerencia de cuestiones internas del PSOE en el propio Ejecutivo. Para Carrancio si ha habido vacío de poder en algún momentos con los cambios de algunos directores generales.

El PSOE ha visto en todo el debate una cortina de humo. «Hacer ver que el partido en el Gobierno tiene problemas y los nuestros no», en referencia a las crisis internas en Podemos, Ciudadanos o el PSOE. Mientras, el portavoz del PRC, Pedro Hernando, se centró en resaltar que es el PRC quien ha traído «estabilidad, compromiso y eficacia» a los gobiernos de Cantabria. Recordó aquí los problemas con los ejecutivos del PP del 82 al 95, sobre los que Revilla dijo instantes después que estuvieron a punto de provocar una intervención del Estado en Cantabria. «El PP dejó esta región que casi nos aplican a nosotros el artículo 155».