Revilla pide a Zuloaga «que no alborote el gallinero» interno del PSOE

Ante más de 800 militantes, en la comida anual del PRC, Revilla ha dicho que no le gusta nada la situación interna del PSOE y ha pedido a Zuloaga «calma y menos ansiedad» porque es importante la estabilidad del Gobierno. Sus palabras llegaban apenas cinco horas después de que arrancara el Comité Regional de los socialistas cántabros, donde Zuloaga ha vuelto a regañar a sus 'criticos' por resistirse a los cambios que trajeron las Primarias. El líder regionalista, le ha advertido que «no va a permitir» que surja ningún problema en lo que resta de legislatura dentro del Gobierno, y le ha aconsejado que tenga paciencia para solucionar las cuestiones internas porque «cada una tendrá su momento».

La situación interna del PSOE ha centrado la parte final del discurso de Revilla de casi una hora de duración, que había comenzado con alusiones a la crisis interna que vive el PP con dos facciones enfrentadas que, a su juicio, solo se ponen de acuerdo para ponerle «a parir».

Ha subrayado que la crisis de los populares es «un espectáculo lamentable», porque enfrenta a un expresidente regional, Ignacio Diego, «que ya es historia», y a la actual líder, María José Saenz de Buruaga, que «dice estar al frente de un partido que es una máquina de ganar», sin reconocer «que en algunos lugares han ido dopados» a algunas elecciones.

También ha hecho alusiones al ministro de Fomento, Íñigo de la Serma, a quien ha definido como «artista en las media verdades» y a quien ha culpado de no ejecutar en Cantabria las inversiones que la comunidad necesita, y que ha situado en 200 millones de euros, el 1 % del PIB regional.

Revilla ha advertido de que esta falta de inversión está haciendo que Cantabria no crezca por encima de la media nacional, y ha denunciado que Fomento obliga al Gobierno regional a pagar obras que son competencia suya, como por ejemplos los soterramientos de las vías de Feve en Santander y Torrelavega.

El presidente regional ha asegurado que Cantabria tiene «un nubarrón» en su futuro que es la financiación autonómica, y ha vuelto a cargar contra el presidente de España, Mariano Rajoy, por ser «un moroso» con la región al deberle 142 millones de euros, parte de los cuales corresponde a la financiación de Valdecilla. Por esta razón, es que ha dicho que van a emprender una acción «arriesgada» y es dar ese plazo de 10 días al Ejecutivo del PP para responde a las demandas de Cantabria.

«Nosotros no nos queremos ir de España, lo que queremos es que nos paguen lo que nos deben», ha dicho Revilla. «Rajoy no me recibe porque los de aquí -el PP- le dicen que no me reciba y porque piensan que acabarán con nosotros por la vía del estrangulamiento», ha denunciado el presidente.

«Si Rajoy nos paga estoy dispuesto a ir a televisión con un cartel que diga 'Viva Mariano'», ha asegurado.

La mayor parte de discurso de Revilla ha estado dedicado a analizar la trayectoria de su formación, destacando que el PRC es «el partido del presente y del futuro» que, a su juicio, «tiene todas las papeletas para alcanzar un sueño: ganar las elecciones en 2019» y convertirse en la primera fuerza política la región.

Ha reiterado que el PRC «es la fuerza más importante de Cantabria» y, además, «el partido más previsible de todos los que hay», porque es el mejor organizado, el que mejores responsables políticos tiene y, además, «sin ningún caso de corrupción».

«El gran activo del PRC es la unidad» porque el panorama en Cantabria es «terrorífico» con «una guerra a muerte entre las propias familias del partido», pues "«todos van con la navaja desenfundada en el bolsillo».

Respecto al futuro, Revilla ha asegurado que 2018 «será un gran año para Cantabria», y ha avanzado que los dos grandes proyectos para la región son la reapertura de la mina de zinc de Reocín y el desarrollo del Proyecto Singular de Interés Regional (PSIR) de La Pasiega.

A su juicio, la mina de Reocín servirá para mejorar la situación de una zona tan deteriorada como es la comarca del Besaya, y sobre La Pasiega ha adelantado que permitirá «la gran expansión» del Puerto de Santander hacia afuera, pues no en vano «ya hay peticiones de medio mundo» para instalarse allí.