Secciones
Servicios
Destacamos
Nacho González Ucelay
Santander
Miércoles, 20 de septiembre 2017, 07:23
La Dirección General de la Salud Pública ha detectado un brote de infección por legionella en el Balneario de Liérganes, donde tanto los responsables como los trabajadores de las instalaciones se han puesto a disposición de las autoridades sanitarias aplicando de inmediato los protocolos ... establecidos para estos casos.
Según confirmaron a última hora de ayer fuentes autorizadas del propio balneario, que no supieron precisar el número de personas que se han visto afectadas por la enfermedad («Hay más de una, pero ahora mismo no sabríamos precisar cuántas son con exactitud», aseguraron) el brote, que ha obligado a la hospitalización de al menos uno de los clientes del balneario aquejados, «está controlado».
En este sentido, estas mismas fuentes afirmaron que el complejo «aplica con absoluta rigurosidad tanto las medidas preventivas establecidas para evitar este tipo de focos bacterianos como los planes de actuación contemplados en el caso de que surgiera un brote», todo ello, «en permanente coordinación con la Consejería de Sanidad».
A pesar de su «rigurosidad» a la hora de aplicar los protocolos marcados por las autoridades para evitar focos infecciosos como estos, el balneario no ha podido impedir la irrupción en sus instalaciones de un brote que, por lo que se sabe, habría afectado a al menos dos personas que ya estarían recibiendo el tratamiento adecuado.
Inquietante, «pero controlado», subrayan las fuentes consultadas, el caso ya está en manos de la Dirección General de la Salud Pública, que en las próximas horas determinará con una mayor exactitud tanto el número de personas afectadas por el brote de legionella como el estado en el que se encuentran.
La legionella es una bacteria que vive libre en el ambiente, se manifiesta en todos los hábitats acuáticos –aguas superficiales de lagos, ríos, estanques, aguas termales...– y coloniza torres de refrigeración u otras instalaciones que contengan aguas a temperaturas templadas, espacios, estos, en los que tiende a multiplicarse.
Si esas bacterias se trasladan mediante aerosoles (gotas diminutas) pueden inhalarse, llegar a los pulmones y provocar la enfermedad, que no se contagia de persona a persona y tiene una buena evolución –en algunos casos, incluso, el afectado ni se entera– si bien en ocasiones puede agravarse.
En este sentido, cabe destacar que hay personas más propensas que otras a sucumbir a esta dolencia. Depende, entre otras cosas, de la edad, de si padecen enfermedades respiratorias o de si fuman.
La enfermedad del legionario (como así fue bautizada en 1976 al aparecer un brote epidémico de neumonía entre los participantes de una convención de la Legión Americana en Filadelfia) puede ser difícil de diagnosticar en quien la padece porque sus síntomas –tos, fiebre, dificultad para respirar, dolores musculares y de cabeza e incluso diarrea– son muy similares a los de otros tipos de neumonía.
El último caso conocido en Cantabria se remonta a noviembre de 2012, cuando la Consejería de Sanidad detectó un brote de legionella en un conducto de agua en desuso de uno de los vestuarios infantiles del polideportivo municipal Peru Zaballa de Castro Urdiales.
El foco fue detectado tras una inspección rutinaria de la Consejería, que, por motivos de seguridad, decidió cerrar los dos vestuarios infantiles que daban servicio a los usuarios del centro.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.