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La Consejería de Sanidad ha dado un paso atrás para evitar que el conflicto abierto entre los pediatras de los centros de salud gane en dimensiones y se extienda a nivel hospitalario. Por ello, ha renunciado a trasladar a Atención Primaria a las dos ... profesionales del servicio de Pediatría de Valdecilla que habían expresado su disconformidad con la propuesta. Este martes está previsto que firmen su contrato de renovación con Valdecilla, al expirar la prórroga de 15 días con la que la Administración aspiraba a sacar adelante su plan de reorganización de efectivos disponibles al tiempo que el servicio de Pediatría centraba sus esfuerzos en convencer a la Consejería del error de la medida. Este movimiento de profesionales del hospital fue una de las soluciones con las que el departamento que dirige María Luisa Real confiaba en paliar el reconocido déficit de pediatras que arrastran los centros de salud de Cantabria, que ha desembocado en una convocatoria de huelga para el 24 de noviembre (primera fecha del calendario de movilizaciones).
Pero desde el principio, la medida fue acogida con disgusto entre los profesionales de Valdecilla, que interpretaban ese cambio de destino como una renuncia a su desarrollo profesional, ya que están vinculados a unidades tan especializadas como Endocrinología, en un caso, y Neonatología, en el otro. Además, consideraban perjudicial su marcha para el propio servicio, que no solo cubre la atención pediátrica urgente, la hospitalización y las consultas de Valdecilla, sino también las urgencias de Sierrallana y del Hospital Laredo, con un sistema de rotación de guardias.
La semana pasada el Sindicato Médico, al confirmar el anuncio de huelga entre la Pediatría de Atención Primaria, criticaba que esta propuesta era «un disparate», con la que «la Consejería quiere vestir un santo desvistiendo a otro».
También el propio servicio de Pediatría, que dirige Lino Álvarez, pidió a la Consejería que recapacitara porque entendía que no era la solución más acertada. De las tres pediatras a las que el Servicio Cántabro de Salud (SCS) invitó a trasladarse a Atención Primaria sólo una accedió sin oposición porque mejoraba sus condiciones laborales. Las otras dos, respaldadas por el resto del equipo, han defendido su mantenimiento en la plantilla del hospital, compuesta en la actualidad por 30 profesionales, de los cuales el 25% son eventuales. Y ha sido ese apoyo sin fisuras de sus compañeros, que no descartaban incluso sumarse a la huelga de Atención Primaria (como advirtió el Sindicato Médico), la que ha obligado a la Consejería a recular para evitar complicaciones añadidas a la tensa situación que ya tiene por delante. Basta pensar por un segundo en el eventual escenario de huelga entre los pediatras hospitalarios para convencerse del riesgo que entraña.
La idea que Sanidad había puesto sobre la mesa para intentar convencer de las ventajas del cambio iba ligada al mantenimiento de las guardias. Es decir, que los pediatras captados de Valdecilla pasaran a la plantilla de los centros de salud pero conservando las guardias hospitalarias. La Consejería, por otro lado, prevé dar la oportunidad al resto de pediatras de Atención Primaria de compartir dichas guardias. Ya ha realizado un primer sondeo para saber los que estarían interesados en la oferta, y aunque varios han accedido (atraídos por el complemento para sus nóminas) otros prefieren conocer los detalles de esa futura planificación, ya que asumir guardias conlleva unas libranzas que alguien tiene que cubrir y nadie quiere que eso suponga más sobrecarga para los pediatras que reciban de rebote las consultas y urgencias de sus pacientes.
30 pediatras tiene Valdecilla, de los que dependen también las urgencias de Sierrallana y de Laredo.
Sofocado este foco de tensión, el servicio de Pediatría de Valdecilla respira aliviado al ver en el mantenimiento de su engranaje profesional un reconocimiento también a las necesidades de personal que precisa para garantizar la atención pediátrica. Por eso, defiende que aunque la plantilla orgánica de Pediatría se fijó en el año 2006 en un total de 24 profesionales, en la última década se han asumido más funciones (la última, la apertura de las Urgencias pediátricas de Sierrallana) que sitúan el número mínimo de efectivos en 30. Y más teniendo en cuenta, explican, dos circunstancias que complican aún más su puzle laboral, las bajas maternales -fruto del rejuvenecimiento de una plantilla, cada vez más femenina- y la exención de guardias para los mayores de 55 años.
En medio del revuelo suscitado en las últimas semanas, a nadie se le escapa que la falta de pediatras la acusa toda España y que, si uno no está conforme en su destino, no le van a faltar ofertas más atractivas. Precisamente, para abordar la problemática existente en el colectivo de pediatras los sindicatos representados en la mesa sectorial (CC OO, Satse, ATI, UGT y CSIF) han pedido una reunión urgente a Sanidad para negociar mejoras para el colectivo.
pediatras tiene Valdecilla, de los que dependen también las urgencias de Sierrallana y de Laredo.
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