El Presupuesto de Cantabria para 2018 supera las enmiendas a la totalidad

El debate de enmiendas se ha visto plagado de continuas referencias al «transfuguismo», sobre todo por parte de PP, Podemos y Ciudadanos, que han acusado al Gobierno de servirse ahora del «tránsfuga» Carrancio para lograr que sus cuentas para 2018 sigan su tramitación parlamentaria y -temen- vayan a salir aprobadas en el debate final del 22 de diciembre.

La alusión más llamativa ha sido la de Podemos, cuyos tres diputados han lucido camisetas con frases del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), en contra del transfuguismo, al que han pedido que «actúe en consecuencia». Los'populares, por su parte, también han criticado que el Gobierno vaya a usar como «atajo» al «diputado 18» (Carrancio) para intentar que el Presupuesto salga adelante, algo de lo que -han advertido- los ciudadanos «tomarán buena nota».

El desarrollo de las votaciones se ha dado de tal forma que en la última propuesta Podemos ha recibido el apoyo de PP y Ciudadanos. Las tres formaciones se han visto en una unión inesperada que no ha dado fruto, pues el voto del diputado del grupo mixto ha inclinado la balanza: 18 a 17. Enmienda descartada.

Los populares han justificado su apoyo a los morados aduciendo su concordancia con el objetivo último de que se devuelvan los Presupuestos al punto de partida -las enmiendas presentadas no incluían ningún texto alternativo para las cuentas regionales-. Por su parte, Podemos ha indicado que no ha apoyado las enmiendas presentadas por los otros grupos por su desacuerdo con el «modelo en que se basan».

Han recordado en su exposición que dieron su apoyo a la presidencia de Revilla condicionado por la Renta Social Básica. Ahora afirman sentirse «engañados», a pesar de lo cual defienden haberse sentado a negociar para «que no se aprobaran las cuentas con el apoyo de un transfuga», lo cual, concluyen, «ha sido imposible».

Por su parte, PSOE y PRC han criticado un mensaje más teórico que práctico por la «falta de alternativas». «Se han preocupado más de con quién sentarse que del contenido de la negociación», ha señalado el portavoz socilista, Víctor Casal. El Ejecutivo ha defendido sus cuentas así como su voluntad negociadora calificando como «excusa» los argumentos esgrimidos por la oposición para no apoyarlas.

Y ya sobre el contenido del Presupuesto, PP, Podemos y Ciudadanos no se han mostrado de acuerdo con las bondades de las cuentas presentadas por el Gobierno expuestas al inicio de la sesión plenaria por el consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Juan José Sota (PSOE), que las ha calificado de «austeras» e «inversoras» y ha negado, como sostienen partes de la oposición, que los ingresos estén inflados. Sí ha reconocido que están «muy condicionadas» por la deuda contraída durante la anterior legislatura del PP, que, según ha dicho, toca ahora amortizar.

PP, Podemos y Ciudadanos han insistido en solicitar su devolución al Gobierno para que lo haga de nuevo, algo que no ocurrirá al superar el Presupuesto el debate de totalidad, algo que supone que las grandes cifras del mismo de ingresos y gastos pasan a ser inamovibles, y que sólo se podrá trasvasar dinero dentro de una misma sección o consejería a través de enmiendas parciales.

Por su parte, el PP ha pedido a la Cámara la retirada del proyecto de Presupuestos por tratarse de un documento «de imposible cumplimiento» e «irreal», salvo en la subida de impuestos, que «no tienen nada de social» ni será un «revulsivo» para la región.

Por todo ello, la presidenta del PP de Cantabria y del grupo parlamentario popular, María José Sáenz de Buruaga, ha pedido al Pleno que «proteja a los ciudadanos» y diga 'no' a estas cuentas que, a su juicio, «no ayudarán a la recuperación» económica de la región y será una «carga para las familias y las empresas».

Además, como argumento de que las cuentas de 2018 elaboradas por el Gobierno no tienen «nada de social», ha citado que en el Presupuesto «continúa restando fondos a un sistema de atención a la dependencia en retroceso»; «recorta en materia de vivienda y disminuye las partidas destinadas a la rehabilitación y la inversión para el alquiler social», y tamién partidas para políticas activas de empleo.

«Parece que esas personas no le importan que tan solo les importa repartirse el Gobierno y buscar un avalista, el que sea y a costa de lo que sea. Primero un grupo parlamentario, luego otro y ahora, que pase el siguiente», ha denunciado la dirigente 'popular', que ha denunciado que el Gobierno vaya a usar como «atajo» para sacar adelante sus cuentas al «diputado 18»: el parlamentario del grupo mixto Juan Ramón Carrancio, ex de Ciudadanos, y al que toda la oposición considera un «tránsfuga».

El portavoz parlamentario de Ciudadanos (C's), Rubén Gómez, ha afirmado que «es una inmoralidad y una indecencia que el Gobierno de Cantabria se ampare en un tránsfuga para sortear» (en relación a Carrancio) el trámite de las enmiendas a la totalidad de la oposición al presupuesto de 2018, «aunque puedan superarlo gracias a los subterfugios que les pueda permitir la normativa vigente».

Gómez ha denunciado que el bipartito PRC-PSOE, que se comporta «como un Gobierno con mayoría absoluta» cuando no la tiene, ha derivado en «tal punto de desfachatez» que ha pretendido convocar una reunión conjunta y «sentar a Ciudadanos con un tránsfuga, de igual a igual» en la negociación de presupuesto, ha dicho en alusión a Juan Ramón Carrancio, exdiputado de C's que se mantiene en el Grupo Mixto.

Ciudadanos, partido que favoreció con su abstención la aprobación del presupuesto del año pasado en virtud de un acuerdo que forzó al Gobierno a retirar su reforma fiscal, ha justificado sobre todo su enmienda a la totalidad en «la subida de impuestos» que el Gobierno prevé con un objetivo «meramente recaudatorio» y para «tapar su mala gestión castigando a la clase media trabajadora de Cantabria».

Podemos -ataviados con las camisetas con frases de Revilla sobre el transfuguismo- ha opinado que las cuentas de 2018 presentadas por el Gobierno PRC-PSOE «siguen perjudicando» los intereses de Cantabria y de la ciudadanía, insisten en un «modelo que hasta ahora no ha dado resultado» y «no van a suponer un avance sustancial para alcanzar progreso social y económico en Cantabria».

También ha denunciado que se «recortan» las partidas para el Plan de Recuperación Industrial del Besaya y ha considerado que no es suficiente el incremento de otras, como la destinada a Renta Social Básica.

Las frases de sus camisetas, han explicado, están recogidas de la «hemeroteca mediática» de Revilla: 'Los tránsfugas son una lacra, son nocivos, a la altura de los narcotraficantes', que lucía Verónica Ordóñez o la elegida por Alberto Bolado; 'Son una lacra para la democracia y credibilidad política de los ciudadanos. Yo soy en eso un radical', ambas atribuidas a Revilla en el año 2009.

Anterior, de noviembre de 1990, es la que ha exhibido Blanco: 'Se ha corrompido la política, se ha alterado el voto popular y la democracia con el transfuguismo subvencionado'.

Tras escuchar los argumentos de PP, Podemos y Cs, PSOE y PRC han criticado la ausencia de «alternativa real» en unas enmiendas que han tachado de «indefendibles, puro envoltorio, el no por el no». A la vez, han defendido que el Presupuesto del Gobierno es «muy social, volcado en el Estado de Bienestar, que fortalece el crecimiento y la inversión, y apuesta por la innovación, la industria y el cambio de patrón de crecimiento».

También como respuesta a las críticas de la oposición sobre la negociación presupuestaria llevada a cabo por el Gobierno y los partidos que lo soportan, el portavoz parlamentario del PSOE ha reprochado al PP y a Ciudadanos que están «más preocupados de con quién se sientan» a negociar que «para qué se sientan» y también ha censurado la «intransigencia» de Podemos, al que ha acusado de confundir negociación con «imposición».

La sesión comenzaba con el consejero de Economía defendiendo que el proyecto de presupuestos del Gobierno regional para 2018 es «austero», pero también «inversor y social», orientado a la «construcción de la Cantabria del futuro».

Sota ha expuesto las líneas de estas cuentas, que alcanzarán los 2.728 millones de euros, la mayor cuantía de la historia de la región, con un incremento 4,9% en relación a las cuentas de 2017. Entre los aspectos destacados por el titular de Economía está el crecimiento de la creación de empleo, que las estimaciones sitúan en el 2,6%, en el marco de unos datos que, según ha añadido Sota, apuntan a que Cantabria «va en la buena dirección», con un crecimiento «sólido y constante».

Por el contrario, ha lamentado el único sector que muestra un «mal comportamiento» es la construcción, lo que ha achacado al «desplome» de la licitación del Ministerio de Fomento en Cantabria, que ha superado el 65% en 2016, con respecto al año anterior.

Y ha recordado que este proyecto de cuentas regionales nace «condicionado» por la falta de presupuestos del Gobierno de España, a pesar de lo cual ha asegurado que Cantabria cumplirá en 2018 con el objetivo de estabilidad presupuestarias, según ha recordado que estiman organismos económicos estatales.

De hecho, en el debate hanestado muy presentes los «incumplimientos» del Estado, entre ellos los relacionados con Valdecilla, que han vuelto a ser denunciados por Sota y los partidos que sustentan al Gobierno y a los que ha respondido el PP defendienco al Ejecutivo de Mariano Rajoy que «está atendiendo como nunca antes las reivindicaciones» de Cantabria. Sáenz de Buruaga ha acusado al Ejecutivo PRC-PSOE de «tratar de sembrar odio» contra el Gobierno de Mariano Rajoy «con su falso discurso del 'España nos roba'».