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GUILLERMO BALBONA
SANTANDER.
Viernes, 18 de mayo 2018, 18:09
«El tiempo perdido no se recupera, pero es más importante que las bases sean sólidas», asegura el empresario y editor José María Lafuente. Han transcurrido cerca de seis años desde que el Archivo Lafuente asomara como uno de los referentes con mayor personalidad y ... proyección de la vida cultural de Cantabria.
En el camino se han sucedido las puestas de largo para explicar las señas de identidad de sus fondos; la cesión de obras y documentos para decenas de exposiciones con destino a museos y centros de arte de España, Europa, América Latina y EE UU; y el crecimiento de su Archivo con la incorporación de colecciones integradas, en muchos casos, por piezas únicas que consolidan la construcción de su discurso desde las vanguardias. El pasado miércoles se conocía que en junio se dará el «primer paso firme» para que la ciudad albergue el Centro Asociado al Reina Sofía-Archivo Lafuente, lo que se reflejará en la firma de un convenio con el Ministerio de Cultura, con la idea de que este proyecto sea una realidad en 2021 ó 2022, tras una inversión inicial estimada en diez millones de euros.
A propósito de este largo periodo de incertidumbre en el que se han sucedido las negociaciones, diferencias, factores enquistados y enconados..., entre diferencias políticas y polémicas económicas y administrativas entre instituciones, Lafuente dice que sólo puede hablar de la negociación en la que ha participado. «El acuerdo, desde el punto de vista intelectual, con el Reina Sofía ha sido muy sencillo: el interés del Museo y de su director por contar con los fondos del Archivo coexiste con nuestra voluntad en su divulgación, siempre insistiendo en que el Centro Asociado Reina Sofía-Archivo Lafuente debería de alojarse en la ciudad de Santander».
Las críticas al proyecto
Cansancio y crisis
Sobre la ausencia del Gobierno
Sobre la ausencia del Gobierno regional en esta operación cultural, Lafuente confiesa que no le ha sorprendido. «El Ejecutivo cántabro siempre ha manifestado que tenía otras prioridades, así que me parece muy respetable su decisión».
Sin embargo durante estos años se han expresado voces contrarias al proyecto o que han puesto en duda el valor del Archivo, todo ello mientras sus fondos eran reclamados desde proyectos expositivos internacionales (uno de los últimos su presencia en la muestra de Pessoa en el Reina Sofía). «Esto es lo que no he podido comprender. Hoy, el Reina Sofía tal vez sea uno de los cinco museos de arte contemporáneo más importantes del mundo. Goza de un prestigio incontestable. Que venga a Santander, que participe con sus propios fondos y asociado a un archivo cántabro es un hecho que no se ha valorado en su justa medida», sostiene Lafuente quien arremete contra quienes no han entendido el significado del desembarco del Museo en Santander.
Lafuente siempre ha mantenido que el verdadero propósito del acuerdo establecido entre el Reina y el Archivo ha sido promover la instalación de la sede asociada del museo en Santander. El creador de Ediciones La Bahía asegura que «más bien el propósito es doble e indivisible: hay un proyecto museístico que no puede disociarse de su sede en Santander».
Sobre el desgaste, los momentos de estancamiento que ha sufrido la operación y su falta de perspectiva clara, confiesa el coleccionista que ello no le ha llevado a pensar en medida drásticas. «Nunca me he planteado llevarme el Archivo fuera de Cantabria; aquí tiene su sede y aquí es donde trabajan la mayor parte de sus colaboradores».
Sin embargo, sobre los momentos críticos que ha vivido el proyecto del centro asociado y, por ende, la presencia estable del Archivo en Santander, entre el desconocimiento o la posible mala fe de algunos grupúsculos, Lafuente cree que «ha habido un poco de todo. A veces por desconocimiento y otras por intereses que no tienen nada que ver con el Archivo ni con la calidad de sus fondos».
Ante la nueva perspectiva que se abre con el convenio -el compromiso, por parte del Reina Sofía, de tener, una exposición temporal y una permanente en la ciudad de Santander, a partir de los fondos del Museo complementándose con los del Archivo Lafuente- el coleccionista defiende los términos del acuerdo: «Me parecen muy bien. Y me gustaría destacar el trabajo incansable y la convicción del Ayuntamiento para que este acuerdo sea posible». Y respecto a la ubicación (el inmueble del Banco de España) considera Lafuente que «es la mejor posible por emplazamiento y por tamaño. No podría haber otra mejor».
Tras una serie de contactos previos, el 21 de octubre de 2014 el Patronato de la Fundación Museo Reina Sofía aprobó acoger entre sus fondos el Archivo Lafuente y la elección del edificio del Banco de España en Santander como sede. Y en marzo de 2015, se produjo la firma del acuerdo previo entre el Centro de Arte y el coleccionista para la cesión de su archivo, una colección documental especializada en historia del arte del siglo XX que cuenta con más de 120.000 documentos, además de 3.000 obras.
Lafuente, que regresó ayer tarde a Santander para inaugurar la muestra fotográfica que abre un tiempo de colaboración con el Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS), destinará su exposición del verano en el Palacete del Embarcadero -una cita anual ya estable en colaboración con la Autoridad Portuaria- a 'José Luis Castillejo y la escritura moderna', al que ya ha dedicado un reciente volumen de La Bahía. No obstante, en perspectiva, el Archivo Lafuente tendrá como itinerario expositivo, al menos, otras dos paradas: la del Reina Sofía y la de PhotoEspaña, en el Círculo de Bellas Artes, con la vanguardia rusa como protagonista. Su propietario está convencido de que el Archivo «seguirá sorprendiendo».
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