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El secretario general de los socialistas cántabros, Pablo Zuloaga, tenía en los procesos de renovación de las agrupaciones locales la primera gran oportunidad para demostrar que mantiene los apoyos que hace menos de medio año le convirtieron en líder del PSOE en la región y, sobre todo, que estos siguen siendo superiores a los de la otra facción del partido, la que encabeza su antecesora, la vicepresidenta regional Eva Díaz Tezanos. A falta de una decena de citas, Zuloaga está cerca de vencer la primera gran batalla al sector crítico. Hasta el momento, ha colocado a afines en 14 sedes, frente a las 10 de Tezanos. Está por delante en lo cuantitativo y, desde el sábado, también en lo cualitativo.
La victoria de Pedro Casares en Santander con más del doble de votos que el exconsejero de Educación, Ramón Ruiz -mano derecha política de la vicepresidenta-, fue mucho más amplia de lo que en principio cabría esperar. Ayer, también sumó para su causa Reocín (Mario Iglesias se impuso a Juan Carlos Zunzunegui por diez votos de diferencia) y Castro Urdiales, con Pablo Antuñano como cabeza de una lista única. Por su parte, Santoña cayó del lado de Tezanos gracias al alcalde de la localidad, Sergio Abascal, al igual que Liébana, con Julio Cires. «Importa que las agrupaciones sean de uno o de otro, pero importa mucho, sobre todo para Tezanos, tener representantes en el comité regional (el máximo órgano del partido) para hacer de contrapeso», cuentan los cercanos a Zuloaga, que aseguran que en cualquier caso tendrán clara mayoría.
Una muestra de que las heridas siguen abiertas en el socialismo cántabro es la falta de integración en los nuevos equipos. «Aquí están las doce mujeres y los doce hombres que formarán la próxima Ejecutiva de la agrupación de Santander», afirmó Casares el sábado señalando a las personas que le rodeaban. Ni uno de ellos era de los cercanos a Ruiz. Como ya hizo Zuloaga en las primarias autonómicas, el secretario general de la capital tampoco encontró espacio para los críticos. Porque las listas de unidad entre 'zuloagistas' y 'tezanistas' en los comités locales han sido testimoniales.
Aunque contadas, hay excepciones. Salvo sorpresa, los militantes que el próximo 29 de noviembre acudan a votar a la Casa del Pueblo de Camargo sólo se encontrarán una papeleta. Los intentos de la alcaldesa, Esther Bolado, de promover una única lista han dado sus frutos. Cercana a Pablo Zuloaga, «más abiertamente en los últimos meses», tampoco ha hecho leña del árbol caído, lo que ha permitido el acuerdo con el otro bloque. «Los militantes tienen para registrar candidaturas hasta 48 horas antes de que se abran las urnas. No se puede descartar nada», afirman en la dirección autonómica, donde no dan nada por seguro.
Antes, esta semana, se conocerá a los nuevos secretarios de El Astillero (Salomón Martín lleva ya tres mandatos y no puede renovar, pero lo previsible es que gane un candidato cercano a la dirección), Villaescusa (Javier Santamaría cederá el cargo en principio a otro 'zuloaguista'), Comillas, Ampuero, Los Corrales y Laredo, donde en los últimos días se ha confirmado que habrá una lista alternativa a la del actual alcalde, Juan Ramón López Visitación. Pero las primarias que más interés despiertan por el peso específico de la agrupación son las de Torrelavega.
En la capital del Besaya, el resultado de las primarias autonómicas de julio sirve para calibrar las opciones de los dos candidatos, Bernardo Bustillo y el concejal José Otto Oyarbide. Entonces, Zuloaga sacó 146 apoyos, frente a los 93 de Tezanos. Si se repite esta proporción (o por lo menos no cambia demasiado), el triunfo de Bustillo hará que el líder autonómico tenga a personas de confianza en las dos grandes agrupaciones de Cantabria.
En cambio, es de esperar que la última batalla, que se disputará en Colindres el martes de la semana que viene apurando el calendario de renovación que aprobó la Ejecutiva del PSOE regional -todos los procesos tienen que estar terminados antes del 30 de este mes-, dé una alegría a la vicepresidenta.
Además, la secretaria de organización, Noelia Cobo, ha adelantado que esta semana las agrupaciones de Liérganes, Bareyo y Miengo, que hasta ahora estaban en manos de una gestora, recobrarán la normalidad. En el caso de Miengo, sin el actual alcalde, Jesús Jara, que fue expedientado por aceptar los apoyos del PP para la investidura. Un caso similar se dio en Guriezo con Narciso Ibarra, que tampoco es ya miembro de esa agrupación de nueva creación.
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