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Víctor Puente
Domingo, 15 de marzo 2015, 17:08
Se llamaba Miguel Ángel Jaén Rodríguez, era vecino de Noja y en el pueblo le conocían como Chamus. El cuerpo sin vida del pescador, de unos 45 años de edad, que apareció a primera hora del sábado en la playa de Trengandín fue reclamado este domingo por un familiar que no había vuelto a saber de su paradero desde el pasado viernes cuando este propietario de una tienda local de artesania salió a pescar con su mochila de aparejos.
Desde que el sábado por la mañana un vecino que paseaba por la playa descubriera el cuerpo a un kilómetro de la zona del monte El Brusco, nadie en el municipio reclamó su desaparición. De hecho, ni el alcalde, Jesús Díaz, ni el concejal de Policía, Sergio Alonso, lograron identificar el cuerpo debido al «gran corte» que presentaba en la cabeza.
Los agentes de la Guardia Civil y Policía Local encontraron este domingo una furgoneta próxima al lugar del accidente, lo que les hacía sospechar que fuera alguien del pueblo. Su hipótesis se confirmó cuando un familiar se presentó en las oficinales policiales para reclamar su desaparición. Un tatuaje en la pierna y otro en la espalda fueron los detalles que ayudaron a corrobar el nombre y la procedencia del cadáver.
El cuerpo ha sido trasladado al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla para practicarle la autopsia, y un juzgado de Santoña se ha hecho cargo de las diligencias.
El fallecido portaba una mochila con aparejos de pesca en su interior, por lo que las primeras hipótesis apuntan a que se puede haber caído al mar mientras pescaba en una zona rocosa.
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