"Eran dos críos alegres, equilibrados, respetuosos y amantes del deporte"

«Es habitual que la gente practique con el coche antes de sacarse el carné, pero lo sueles hacer en el polígono, no aquí, a medio metro del agua ni a esas horas de la madrugada», afirmaba otro de sus conocidos. «Anoche la carretera estaba indecente por la lluvia. A mí casi se me va el coche en la rotonda y eso que es más moderno», apostillaba.

Dámaso era conocido en la villa por pertenecer al equipo juvenil del Laredo que milita en Primera donde jugaba de lateral y, además, ejercía como primer capitán.

«Era un chaval responsable, estudioso, muy compañero, amigo de sus amigos, bromista y nunca ponía mala cara si no jugaba de titular». Así definía a este joven, horas después del trágico accidente, su entrenador Isidro Díaz, quien lamentó lo ocurrido «porque es un palo muy grande para todos».

El técnico pejino, que vive en la localidad vecina de Castro Urdiales, le conocía desde hacía dos años, cuando se hizo con los mandos del equipo. «Nunca faltaba a entrenar, salvo cuando tenía que estudiar. Era muy comprometido».

El mismo día del accidente, Dámaso había tenido partido, aunque no llegó a jugar. «En el descanso estuve conversando un poco con él. Estamos apenados porque era un integrante más de la familia futbolística de Laredo», señalaba ayer Iñaki Bollaín, exjugador del Racing y coordinador de las categorías inferiores del Laredo.

Dámaso estaba cursando cuarto de Programa de Mejora del Aprendizaje y Rendimiento (PMAR). «Era un niño adorable», señala el jefe de estudios y profesor de Automoción, Ricardo Lombera, que también fue profesor del otro fallecido, Rubén. Completó el módulo de Formación Profesional Básica en Automoción, pero, tras no acceder al grado medio, estaba en paro.

«Era un chaval bastante juguetón. Tuvo que dejar lo del fútbol, pero iba todas las tardes al gimnasio y salía a correr», dice Lombera, que asegura que los dos fallecidos «eran unos críos alegres, equilibrados, respetuosos con la gente y amantes del deporte».

Uno de los amigos con los que compartía gimnasio también decía de Rubén que era «muy deportista y le gustaba muchísimo el fútbol». De hecho, llegó a militar en las categorías inferiores del Laredo y estuvo tres años jugando en Colindres. «Era muy aficionado al Real Madrid. Entrenábamos juntos, le gustaba pasarlo bien y siempre lo daba todo: en cualquier entrenamiento, en cualquier partido...».

Respecto a Mario, el joven que logró salvar su vida y responsable del vehículo que se precipitó al agua, ha transcendido que trabaja actualmente como empleado en una pizzería de Laredo y que está estudiando para formar parte del cuerpo de la Guardia Civil.

Condolencias

Ayer, el propio alcalde de Laredo, Juan Ramón López Visitación, también se refirió al trágico suceso y dijo que la villa pejina está «en shock». En declaraciones a Europa Press, el regidor quiso trasladar, en nombre del Ayuntamiento de Laredo, todo el «apoyo» a las familias de los fallecidos. López Visitación señaló que este es un momento para estar «al lado de las familias».

De su lado, el Gobierno de Cantabria también manifestó a través de un comunicado de prensa su «dolor» y «consternación» por el accidente y mostró todo su apoyo, solidaridad y condolencias a sus familiares. Asimismo, agradeció el esfuerzo y colaboración de los distintos servicios de rescate que intervinieron en la operación en la ma- drugada del domingo.