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Rosa Ruiz
Domingo, 31 de mayo 2015, 07:47
Reclamar la atención sobre la necesidad de rehabilitar un frontón centenario de pelota vasca es el objetivo del documental 'Beti-Jai, la capilla sixtina de la pelota vasca' que hoy sábado presenta en Madrid el realizador campurriano Richard Zubelzu. No se trata de una instalación cualquiera. Este espacio deportivo, actualmente en ruinas y que se ubica en el céntrico distrito de Chamberí muy cerca de la Castellana en la capital de España, es único en su clase a nivel mundial y es una obra de otro cántabro, el arquitecto Joaquín Rucoba. Su estilo mudejar y el hecho de contar con la declaración de Monumento de Patrimonio Histórico de España, son ya causa más que suficiente para que las autoridades madrileñas -acaba de ser adquirido por el Ayuntamiento por siete millones de euros- se plateen su rehabilitación. Pero es que además fue catalogado como Bien de Interés Cultural y está protegido dentro del conjunto histórico Villa de Madrid.
Con todos estos mimbres, el realizador cántabro, bajo la producción de Magda Calabrese, ha elaborado un trabajo que se pasará por primera vez hoy en la sala Artistic Metropol. «Esperamos que este documental acerque al público un edificio histórico desconocido para muchos y que debería ser restaurado para uso y disfrute de la ciudad y sus visitantes», asegura el cántabro.
Precisamente la adquisición del edificio por parte del municipio ha supuesto, según explica, que en estas últimas semanas se haya cambiado una parte del contenido.
Hace un año que este reinosano fundo junto a Calebrese Repormadrid TV, un canal de ocio y cultura de Madrid. Más recientemente han puesto en marcha la productora Objetivo Family que le ha permitido retomar el contacto con el cine y con la que ya presentado los cortometrajes 'La hipoteca' o 'La cuesta de mayo'.
Historia
El documental que presenta ahora recoge la historia de este templo de la pelota vasca y reúne además las opiniones de muchos expertos, arquitectos y defensores del patrimonio fundamentalmente, sobre su pasado, presente y futuro. Al realizador le vino la idea al leer una información en prensa sobre el estado de este frontón. «Me puse en contacto con las asociaciones que lo defienden y así surgió, pese a las complicaciones que tuvimos para rodarlo». La imposibilidad de grabar en su interior obligó a Zubelzu a adquirir las imágenes desde las azoteas de los edificios próximos y a recurrir a las que se conservan en el Colegio de Arquitectos de Madrid, cuando el edificio estaba en su esplendor, y a las que proporcionó el colectivo que lo defiende -Salvemos el frontón Beti Jai- que datan del 1995.
La realización, según recuerda, ha sido posible gracias al apoyo activo y desinteresado de esta plataforma, que lucha desde hace años por su conservación, y de otras asociaciones como Madrid, Ciudadanía y Patrimonio.
También ha contado con la colaboración de Igot González, Vicente Patón, Fernando Larumbe, Antonio Lopera, Alberto Tellería y Álvaro Bonet. Una serie de personas que se esfuerzan en recuperar ese espacio bien para uso deportivo o para albergar distintas actividades culturales como ferias, teatro y conciertos.
Todos ellos fueron grabados en un estudio con un croma y posteriormente se añadieron las imágenes.
El Beti Jai, «siempre fiesta» en euskera, fue levantado en la última década del siglo XIX. Pese a su interés y el grado de protecciones que se le han ido otorgando en los últimos años, el edificio presenta un delicado estado de conservación, maltratado por el paso del tiempo y la dejación de sus propietarios.
La lucha por conservar el recinto de 67 metros de largo por 20 de ancho y con capacidad para 4.000 personas, se inició en 1977 por un grupo de arquitectos, y en los últimos años, desde 2008, la plataforma ciudadana Salvemos el Frontón Beti-Jai de Madrid 'ha reivindicado la recuperación de este espacio con una campaña de recogida de firmas.
La agrupación, formada por arquitectos, expelotaris, vecinos o historiadores, aboga por un «espacio polivalente» que recupere el uso deportivo del frontón, además de otras posibles funcionalidades, como lugar de realización de eventos.
Ricardo Zubelzu, hermano del pintor Nacho Zubelzu, ha realizado el primero y único trabajo sobre este frontón. El cántabro reside en Madrid donde desarrolla sus trabajos. En la actualidad ultima un proyecto relacionado con el teatro, las salas alternativas, su precariedad y el IVA. «Pero eso será ya un largometrajes», anuncia.
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