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José Coronaro y Manuel Gutiérrez Aragón, durante el rodaje en 2008 de 'Todos estamos invitados'
Las palabras que rodó el nuevo académico

Las palabras que rodó el nuevo académico

Casi una treintena de títulos hacen de Manuel Gutiérrez Aragón uno de los directores más premiados y reconocidos hasta que dejó la realización para dedicarse en exclusiva a la literatura

Marta San Miguel

Sábado, 23 de enero 2016, 15:59

No es la primera vez que el cine ingresa en la RAE. De hecho, ya en 2008 el lenguaje filmado de José Luis Borau le valió el sillón 'B' en la Real Academia Española, letra que anteriormente otro nombre y hombre del cine había ocupado: Fernando Fernan Gómez. ¿Y por qué el cine no habría de ser una forma de entrar al presitigioso ágora de la palabra escrita? Esa fue la base del discurso de ingreso que pronunció el director aragonés y que sirve igualmente para sostener la designación de Manuel Gutiérrez Aragón (Torrelavega, 1942). Basta solo con mirar para leer entre líneas la literatura que rezuman películas como 'La vida que te espera' (2004) o la alegórica 'Habla, mudita' (1973) del realizador cántabro. Ahora, como él dice, le tocará proteger la cultura y la lengua.

Contar es lo que cuenta, y así se lo propuso aquel joven de Torrelavega que abandonó su intención de estudiar periodismo para matricularse al final en la escuela de cine, en Madrid. "No había plazas", decía para justiciar un golpe de timón que en verdad no viró tanto su trayectoria de contador de historias. Y como si fuera por azar, acabó en ese lado de la palabra para convertirse en director con películas como 'Habla mudita' (1973), su ópera prima tras varios cortometrajes, o 'Maravillas' (1980)

El vínculo con Cuba ha sido otra de las claves para entender la filmografía y bigrafía de Gutiérrez Aragón, ya que su abuela era cubana y su padre nació allí. Un documental sobre la música cubana ha sido su último trabajo audiovisual, 'Música para vivir', de 2010.

Los premios han sido una constante en su carrera. Recibió la Concha de Plata del Festival de Berlín por 'Camada Negra' (1977), una cinta con la que abrió su retrato del franquismo en cintas como 'El corazón del bosque' (1979), 'La mitad del cielo' (1986).

Cuando la televisión era solamente un espacio dedicado al entretenimiento y no una factoría de series de ficción con volumen de negocio y creatividad equiparables al mejor cine, Gutiérrez Aragón ya se metió entre las bambalinas catódicas. Lo hizo con trabajos como 'Don Quijote' para TVE, con guion del Nobel español Camilo José Cela y protagonizada por Fernando Rey y Galiardo, cuando falleció el actor.

Cualquiera que fuera su trasvase de géneros siempre había un vistazo hacia el paisaje de su tierra, Cantabria, hasta el punto de que dedicó a los valles pasiegos una película entera, 'La vida que te espera' (2004). De hecho, cuando abandona el cine para dedicarse por entero a la escritura, su única razón para volver a la dirección era volver a rodar en Cantabria, "pero aún no he encontrado la historia para hacerlo", dijo entonces.

Su última película fue 'Todos estamos invitados' (2008), en la que se adentraba en el mundo del terrorismo de ETA con Oscar Jaenada y José Coronado como protagonistas.

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