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Álvaro G. Polavieja
Domingo, 15 de mayo 2016, 07:43
La conferencia del escritor inglés de ciencia ficción Ian Watson en el Santander Alternativo se presentaba con el título ¿Crees que estás escribiendo una peli serie B con un idiota?. Podía ser un simple reclamo basado en la excentricidad, pero para nada. El ... título de su charla era en realidad una pregunta que le hizo el director de cine Stanley Kubrick, con el que trabajó mano a mano durante años.
Entre otros proyectos, para definir el guión de Inteligencia Artificial, la película planteada por Kubrick que finalmente acabaría llevando a la gran pantalla Steven Spielberg. Divertido, curioso, socarrón y autor de más de 50 libros, Watson analizó durante poco más de una hora su trayectoria al lado del genial cineasta y explicó algunas anécdotas de su propia trayectoria: la que le ha convertido en uno de los autores de libros de ciencia ficción más reconocidos del mundo.
Díganos, por favor, cómo se le ha ocurrido semejante nombre para su conferencia.
Bueno, en realidad no es mío. Me lo sugirió un amigo, Stanley Kubrick. Yo trabajaba con él para definir el guión de Inteligencia Artificial, así como para otros proyectos. Durante aquella época Kubrick ya vivía en Inglaterra; yo escribía por las mañanas y después le enviaba lo que había escrito por fax. Entonces él me enviaba a su chofer, que llegaba en su Mercedes o su Porsche, y me llevaba a comer a su enorme castillo.
Entonces sabía si lo que le había enviado ese día le había gustado. No era demasiado difícil, la verdad. Unos días me decía que lo que había escrito no valía para nada y otras que era maravilloso. Kubrick era alguien que sabía lo que quería, pero sobre todo cuando lo tenía delante. Así que al final tenía que ejercer de lector de mentes y de aplacador de sus cabreos. Fue durante uno de ellos cuando me hizo la pregunta que da título a este encuentro. Aquel día, obviamente, no estaba demasiado satisfecho con los textos que había enviado.
¿Cómo fue esa etapa de trabajo con Kubrick, uno de los mejores directores de la Historia del cine?
Fue una buena época. Cuando estábamos trabajando en Inteligencia Artificial yo le visitaba dos o tres veces por semana para revisar los textos en los que había ido avanzando y comíamos juntos. Stanley era muy particular con las comidas. Se tiraba semanas comiendo lo mismo, hasta que se hartaba de ello y pasaba a otra cosa. Iba por épocas: la época en que descubrió que los restaurantes chinos ya servían a domicilio, la época de los chef vegetarianos de ato nivel, la época en que descubrió que los chefs no eran vegetarianos, que robaban comida y que cocinaban fatal... A partir de entonces, a Kubrick le dio por cocinar él mismo, así que nos pasamos semanas comiendo su plato estrella: salmón cocido en leche en el microondas. Yo siempre me tomaba una cerveza cuando llegaba. Uno de los primeros días, Stanley se me acercó y me preguntó si esa cerveza iba a interferir en mi proceso mental. Yo le respondí que aquella cerveza era imprescindible para mi proceso mental.
¿Y el de Kubrick? ¿Era normal su proceso mental o tenía algo de genio?
Bueno, podría decirse que la conexión de Kubrick con la realidad era bastante leve. Un día quiso tirar unos papeles por el techo solar del coche y el viento se los estampó de vuelta en la cara. Entonces le comentó a su chófer que aquel coche no era del todo adecuado, y que deberían ir pensando en cambiarlo.
Además de trabajar con Kubrick, es autor de más de 50 títulos de ciencia ficción, algunos de ellos muy renombrados. ¿Por qué este género?
Cuando yo comencé a escribir sobre ciencia ficción se estaba produciendo un gran auge de títulos de literatura fantástica. Primero surgieron imitadores de Tolkien y después llegaron los imitadores de los imitadores... Una de las grandes razones de ese auge fue que mucha gente había perdido su fe en la ciencia. La ciencia ficción en aquel momento, en vez de presentar un futuro fascinante de nuevos descubrimientos y tecnologías, centró sus argumentos en armas nucleares, sobre población, calentamiento global, guerras mundiales... La gente era más feliz adentrándose en universos de fantasía que enfrentándose a posible futuros. Pero lo mío era jugar con las posibles proyecciones de la ciencia, era con lo que disfrutaba y lo que mejor se me daba. Ahí están mis títulos, algunos muy valorados por los amantes de este tipo de literatura.
Una de sus series literarias de mayor éxito fue la recreación del universo del War Hammer 40.000.
Fui el primero en escribir novelas de esta saga y la verdad es que disfruté mucho haciéndolo. Además me pagaban bien por ello, así que con doble motivo. Por desgracia, gracias al odio de la compañía hacia mis obras ahora están descatalogadas, pero se siguen vendiendo ejemplares raídos por el uso por bastante dinero en plataformas de internet.
¿Qué pasó para que llegase a darse esta situación?
Que supuestamente cometí algunos sacrilegios a la hora de desarrollar las tramas, incluyendo escenas y personajes complejos que la compañía propietaria de la saga no acabó de entender.
La narrativa ha evolucionado de forma asombrosa tanto la ciencia ficción como lo fantástico con el auge de las nuevas tecnologías. ¿En qué situación se encuentra ahora?
La narrativa está cambiando y mucho, sobre todo con el uso del vídeo y después con la llegada de los videojuegos. Ahora los videojuegos se platean con presupuestos mucho mayores que los que se manejan en las grandes películas. De ahí la enorme influencia que tienen ahora los videojuegos, y lo relacionados que están con la literatura, el cine y la televisión. Su gran éxito se debe sobre todo a que ofrecen experiencias interactivas a la gente, experiencias mucho más inmersivas para los usuarios. Yo creo que el futuro del cine e incluso de la literatura pasa también por ser capaces de rivalizar con esta realidad. La literatura, la televisión y el cine ofrecen también experiencias inmersivas, pero todavía no ofrecen esa interactividad que engancha a millones de personas a los videjouegos, lo que les permite manejar esos presupuestos tan grandes y ser considerados como auténticas superproducciones.
Volviendo a Inteligencia Artificial, ¿trabajó también con Spielberg cuando decidió retomar el proyecto?
No, la verdad es que no tuve ningún contacto con Steven Spielberg. Cuando se puso al frente del proyecto recibió todo el material que habíamos preparado con Kubrick, y ahí lo tenía todo, no le hacía falta. Aunque también es verdad que Spielberg no quiso ningún contacto conmigo porque por aquel entonces hacía años de su último Óscar al mejor guión y quería volver a conseguirlo con el de Inteligencia Artificial. Por eso yo ni siquiera aparezco en los créditos en el apartado de guión, y se me incluyó en otro que tenía poco que ver con lo que realmente aporté en la película. En su favor tengo que decir que repasó todo el material propuesto por mi y descartado por Kubrick, llegado a retomar algunas de las escenas que yo había planteado. Por ejemplo, en la película hay una batalla con robots que Stanley había descartado, pero que Spielberg incluyó para darle mayor tensión y acción a la trama.
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