El rey del cómic

Nacido en Manhattan en 1917, se introdujo en la industria durante los años 30 y en 1940 creó junto con el guionista Joe Simon al superhéroe más icónico de la historieta norteamericana después de Superman: el Capitán América. Tras participar en la II Guerra Mundial, trabajó para compañías como DC, Harvey, Hillman o Crestwood, antes de dibujar abundantes historietas de monstruos para la editorial Atlas, futura Marvel Comics. Fue ya en esta empresa durante los años 60 cuando su asociación con Stan Lee (guionista y editor de la compañía) daría lugar a una nueva era para el cómic de superhéroes.

A partir de 1961, Kirby y Lee comienzan a sentar las bases de lo que sería el Universo Marvel, creando series como Thor, Los 4 Fantásticos, Hulk, X-Men o Los Vengadores, además de resucitar al Capitán América. Su dibujo en ellas con el paso de los años definiría el paradigma visual del cómic de superhéroes. Rotundo y geometrizante, de escorzos imposibles, crepitante de movimiento y energía, su particular estilo rebosaba de espectaculares diseños, escenarios cataclísmicos y grandeza cósmica. Los originales argumentos de Lee y el tratamiento humanista de los personajes también contribuyeron a dar forma a aquel inolvidable periodo conocido como la Silver Age del comic-book.

Dioses y hombres

A pesar de su inapreciable contribución a Marvel, Kirby no fue tratado con justicia por la editorial, razón por la que dimitió en 1970 para pasar a trabajar con su directa competidora, DC Comics. Para la editorial de Superman creó con guion propio OMAC y Kamandi, además del llamado Cuarto Mundo, cuatro series entrelazadas que formaban una nueva cosmología, repleta de mayestáticos héroes y conceptos de relevancia metafísica. A pesar de que posteriormente se convirtieron en parte sustancial del Universo DC, en aquel momento no fueron comprendidas y se cancelaron, por lo que el dibujante regresó a Marvel a mediados de los 70. Allí creó títulos tan extraños como The Demon, Dinosaurio Diabólico, una insólita secuela de 2001 y, sobre todo, Los Eternos, que especulaba sobre la relación entre los antiguos dioses y la llegada de extraterrestres en el pasado.

Invirtió el resto de la década y los años 80 en el mundo de la animación, las editoriales independientes y la lucha por los derechos de autor antes de fallecer en 1994, dejando un legado de más de 10.000 páginas.

'Los 4 Fantásticos'

Cinco volúmenes de la colección Marvel Gold recogen el centenar de episodios dibujados por Kirby a partir de 1961. Sus cuatro protagonistas son la primera familia de superhéroes del universo Marvel y se comportan según los problemas y debilidades que ello implica. Aparecen aquí personajes tan fascinantes como los increíbles Inhumanos, el impasible Vigilante, el mayestático Silver Surfer o Pantera Negra, el primer superhombre de color. También surgen villanos ya clásicos, caso del Doctor Muerte, el Hombre Topo, los Skrulls o Galactus, el devorador de mundos, y se crean conceptos como la Zona Negativa o el área azul de la Luna. Es un periodo fundacional tan excitante como repleto de maravillas.

'Thor'

Cuando el tullido doctor Blake golpea su bastón se convierte en el Poderoso Thor, lo que permite introducir la mitología nórdica en el mundo de los superhéroes a partir de 1962. El dios del trueno es hijo del omnipotente Odin y hermanastro del retorcido Loki; su amor se divide entre la enfermera Jane Foster y la bella guerrera Sif. Pero también forma parte de Los Vengadores y en la Tierra combate gangsters, extraterrestres, viajeros del tiempo y todo tipo de supervillanos. Aunque sus historias más épicas son las que transcurren en el reino de Asgard, con aliados como el noble Balder o los Tres Guerreros, enfrentándose a trolls y gigantes de hielo o al temido Ragnarok, el fin de todos los dioses.

'El cuarto mundo'

El Cuarto Mundo se desarrolló en cuatro series que ahora comienzan a recopilarse en tomos: Supermans Pal Jimmy Olsen, New Gods, Forever People y Mr. Miracle. Son títulos entrecruzados que narran una eterna guerra entre dos mundos milenarios: la siniestra Apokolips, con sus hordas de parademonios regidos por el pétreo Darkseid, y Nueva Génesis, cuna de seres semidivinos gobernados por Highfather. La Tierra es su campo de batalla, donde convergen monstruos demenciales y guerreros míticos como el terrible Orion; además de Mr. Miracle, el maestro en fugas inverosímiles, o los hippies transdimensionales conocidos como Jóvenes Eternos. Es un espectáculo grandilocuente de resonancias cósmicas.

'El Hombre Máquina'

Procedente de una singular adaptación de 2001 firmada por el propio Kirby, surge el personaje de X-51. Se trata de un robot con alma nacido en un proyecto gubernamental secreto a quien el científico responsable de su origen trató como un hijo antes de fallecer trágicamente. Con rostro humano y convertido en un inquietante Hombre Máquina, vaga sin rumbo perseguido por un vengativo militar mientras intenta paliar todo tipo de problemas cotidianos. Su único amigo es un psiquiatra, aunque conoce individuos de todo tipo en su peregrinar, llegando a ser el blanco de una poderosa corporación y ayudando a detener una invasión alienígena gracias a la naturaleza de sus increíbles poderes tecnológicos.

'Jack Kirby. Una odisea psicodélica'

Entre los numerosos estudios publicados sobre el trabajo de Kirby destaca esta obra por su originalidad y rigor. Ya que Bartual va más allá de la mera catalogación profesional y biográfica para realizar una aproximación transversal. En la cual interrelaciona al autor con su contexto sociocultural y artístico pero, sobre todo, especula sobre su relación con la psicodelia. Ya que el viejo maestro nunca probó las drogas pero en sus viñetas describe a la perfección la estética y los efectos del LSD y otras sustancias similares. El libro está escrito con un tono riguroso pero extremadamente ameno y también habla de asuntos como sexualidad, psicoanálisis, arquetipos, política, simbología o misticismo.