Desafíos de director
Bonifaz. Filmoteca. Ciclo. ·
El filme de Eastwood que empezaba a volar solo refleja la intensidad de su puesta en escena y su capacidad para fabricar un entretenimientoNo era la pretensión del director –por aquel entonces un Cint Eastwood que empezaba a levantar el vuelo en solitario, dejando atrás a sus diferentes ... padres tras la cámara– pero 'Ruta suicida' pudo haber sido un salvaje disparate con tono libertario y hechuras de cómic en movimiento. Al cineasta de 'Sin perdón', hoy un nonagenario ansioso por firmar una nuevo título, le interesaba sobre todo consolidar una imagen de marca propia que, aunque en esos finales de los setenta era aún primaria, mostraba muchos gestos que delataban tener las ideas muy claras. El desafío era doble: no solo el que marcaba el título, aquí mutado en un trayecto casi gore, sino el que se puso como meta el propio Eastwood camino de elevadas cotas a lo mejor inimaginables. Pero aunque no lo parezca, e interpretaciones aparte, en estos filmes aparentemente embrionarios ya asomaban rasgos y riesgos, entre cierta sabiduría academicista simulada y su fidelidad a géneros como el wéstern y el thriller que cabalgaban al unísono en metáforas y en terrenos simbólicos.

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Año 1977
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País Estados Unidos
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Dirección Clint Eastwood
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Guion Michael Butler, Dennis Shryack
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Reparto : Clint Eastwood, Sondra Locke, Pat Hingle, William Prince
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Género Acción/Thriller
El director de 'Los puentes de Madison' juega con el ritmo y la rima en busca de un clímax final inesperado, pero coherente dada la sucesión de secuencias con un aire de violencia alocada, sin llegar nunca a la parodia ni a la caricatura. La propia trama, ese viaje de un áspero policía y una prostituta con muchas zancadillas y enemigos a través de un campo minado, tiene algo de resabiado trazo y, a su vez, de esquemático y primario conflicto. No obstante, en modo wéstern o policíaco, era un argumento después muchas veces replicado.
Barbra Streisand iba a acompañar a Clint Eastwood al frente del reparto, lo que también a priori suena a epatante y absurdo, por lo que en su condición de director (sexto título) optó por su entonces compañera sentimental Sondra Locke. En sus momentos más sólidos 'Ruta suicida' posee una atmósfera que remite a Harry Callahan pero ni su comportamiento ni moral permiten muchas asociaciones. Eastwood firmó una road movie (lo que mejor ha sabido hacer, incluso cuando en algunas de sus películas no parecía existir un viaje) que nunca deja de ser, esta vez en moto, la cabalgadura hacia un horizonte desconocido. Su colofón magistral, y no siempre justamente valorado, es 'Un mundo perfecto'. Aunque el debate de la violencia gratuita está siempre presente, los puntos de inflexión del filme reflejan la intensidad de su puesta en escena y su capacidad para fabricar un entretenimiento desatado con mimbres convencionales.
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