El Consejo Cántabro de Cultura, que tendrá carácter consultivo, nace hoy

Previamente, se tendrán que constituir las mesas sectoriales, en las que participan los agentes culturales, y cuya creación también se contempla en el decreto, y que tendrán representación en el Consejo, al igual que los distintos grupos políticos del Parlamento. El consejero, acompañado de la directora de Cultura Eva Ranea, subrayó que con este decreto se avanza en el cumplimiento de la declaración que realizó en el Parlamento donde mostraba su confianza de que el Consejo Cántabro de Cultura pudiera tener su primera reunión este año, «y este decreto significa una muestra clara de ese compromiso», subrayó.

Fomentar el conocimiento, la protección, difusión y enriquecimiento del acervo cultural cántabro; potenciar el talento, la creatividad y la innovación cultural en el tejido asociativo y profesional de la región; y velar por el desarrollo y el fomento de la actividad cultural de Cantabria son sus objetivos. Otras de las funciones que marcan la agenda de este órgano consultivo es la de favorecer la participación ciudadana en las estrategias y políticas culturales para colaborar con el Gobierno de Cantabria en el diseño de las políticas culturales, y analizar posteriormente, la calidad, eficacia y eficiencia de las actuaciones públicas desarrolladas.

Asimismo, deberá contribuir a la transparencia y difusión de las actuaciones realizadas desde la Consejería de Cultura. El nuevo órgano estará presidido por el consejero de Cultura, y como vicepresidenta, a la directora general. Asimismo, contará con un importante número de vocales que se designarán de la siguiente manera: uno por cada grupo parlamentario, los titulares de las direcciones generales de Universidades, e Investigación, de Juventud y Cooperación al desarrollo, de Economía y Asuntos Europeos, de Trabajo y de Turismo.

Tres vocales en representación de la Dirección de Cultura que serán funcionarios del servicio de Archivos y bibliotecas, de Centros Culturales y de la Sociedad de Educación, Cultura y Deporte. Un representante de la Federación de Municipios de Cantabria, otro de la UC, y de los trabajadores de los centros culturales, museos y bibliotecas a propuesta de los sindicatos. Hasta un máximo de cinco vocales elegidos por el Presidente del Consejo entre personas de reconocido prestigio, y por último, uno por cada una de las mesas del sector cultural hasta un máximo de diez. El número de miembros del Consejo puede variar, en función de los partidos políticos que alcancen representación parlamentaria y de las mesas que finalmente se constituyan, para lo que es necesario un mínimo de 10 personas para cada una, según explicó Fernández Mañanes.

El decreto también contempla la creación de mesas sectoriales de la cultura que se configuran como instrumento de participación de los agentes que intervienen en cada área cultural de Cantabria. Las mesas son: música; teatro, circo y magia; danza; artes plásticas; libro y literatura; audiovisuales; patrimonio, historia e identidad; divulgación cultural y promoción educativa, e industrias culturales y creativas. Las mesas se deben constituir con carácter previo a la primera reunión del Consejo, y podrán tomar parte en ellas las personas físicas o jurídicas que desarrollen su actividad profesional en nuestra región.

El Consejo se reunirá en Pleno dos veces al año con carácter ordinario, y extraordinario cuantas veces sea convocado por el Presidente a iniciativa propia o a propuesta de al menos, un tercio de sus miembros.

«Cantabria se dota de una institución que está presente en la mayoría de las comunidades y con este decreto, se viene a cubrir una carencia y cumplir con una demanda largamente pedida por el sector cultural de esta región», enfatizó el titular de Cultura.