"Se nos está yendo la mano con la nostalgia"

- Resuman en una frase estos veinte años

- ¡Pues, que han pasado volando¡. Echando la vista atrás te das cuenta de cuantas cosas nos han ocurrido en todo este tiempo. Aún así aquí seguimos, cosa que no hubiésemos imaginado por aquel entonces.

- ¿Cuál es el cambio que creen que les ha afectado más (soportes, descargas, streaming...?

- La verdad es que siempre nos hemos mantenido al margen de todo eso. Nuestra primera referencia, hace 20 años, fue un EP que salió en vinilo, al igual que nuestro último disco. Entre medias hemos utilizado todos los demás formatos. Lo importante son las canciones, el resto son modas, tendencias y esnobismos. Vivir en la independencia, a veces, es como vivir en la indigencia, pero sabes que todo lo que tienes te lo has currado tú. Por lo tanto, dormimos muy tranquilos.

- ¿La evolución de su estilo es parte de la madurez personal?

- No creemos en las bandas que se quedan estancadas siempre en un mismo disco. Si siguiésemos haciendo lo mismo que hacíamos al principio lo hubiésemos dejado hace mucho. Más que madurar, lo que intentamos es divertirnos con lo que hacemos. No perder la frescura. La verdad que las bandas que repiten siempre la misma fórmula me parecen un rollo. Personalmente, cada vez soy más abierto musicalmente. Lo que más me gusta es el rockn roll, pero no escucho exclusivamente eso. De chaval era más integrista, pero hace tiempo que me dí cuenta que si te cierras a una sola cosa puede que un día te levantes por la mañana y no tengas nada.

- Con ese recorrido que han hecho por la geografía nacional (e internacional) ¿de qué plaza guardan especial recuerdo?

- En este tiempo hemos tocado en lugares tan dispares como cuadras, cocinas, okupas, trenes, barcos, grandes salas y teatros. Nos quedamos con los sitios en los que nos han tratado bien. Suele ocurrir que cuanto más humilde es el lugar mejor te tratan, aunque no es una regla de tres exacta.

- ¿Qué vendrá tras 'Yesterdays pizza' y cuándo?

- Un nuevo disco y esperamos que antes de que acabe el año. Ya tenemos una decena de canciones prácticamente acabadas y otras tantas en proyecto. Siempre estamos grabando. Da igual que acabemos de sacar disco o estemos dando conciertos. Es un proceso que nunca se detiene. Manu y yo trabajamos en las maquetas, cada uno en nuestra casa, y después en el estudio las ponemos en común. Antes de eso verá la luz un single con cuatro temas, en el que colaboramos con el músico americano Kevin Junior , recientemente desaparecido.

- ¿Sienten una filia sana por lo retro?

- Pocas son las filias sanas (ríe). Está pregunta daría para un largo debate. Vivimos una época en la que está todo a la vez de moda, donde lo que pasó antes de ayer se convierte instantáneamente en mítico. Creo que se nos está yendo la mano con la nostalgia. Pero bueno, volviendo a la pregunta, sí que nos gustan muchas de esas cosas que pertenecen al viejo mundo; cacharros, instrumentos o prendas de vestir. Pero intentando saber en qué año vivimos y sin estridencias. ¡O al menos, eso intentamos! (ríe)

- ¿Está presente en todos los aspectos de su vida, más allá de lo musical?

- Bueno, tratamos de no parecer unos cara antiguas.

- Para quienes, como es su caso, beben de la vieja escuela, estamos en una época nefasta de desapariciones notables

- Sí, es cierto, pero es ley de vida. Cada vez serán más los que se vayan y más rápido. Pero así es. Los músicos de la época dorada ya están de los 70 años para arriba. Eso sí, que les quiten lo bailado. Lo que ocurre es que por las redes sociales la gente dramatiza demasiado, rasgándose las vestiduras con la desaparición de personas a las que nunca conocieron. Me da la sensación de que es más pose que otra cosa.

- ¿De dónde saldrá la inspiración para próximas generaciones si se pierden los referentes de calidad?

- Yo creo que no hay que preocuparse, pues por suerte los discos y las canciones sobreviven a los artistas. Esta es una pregunta que ya se hacían en los años 50 y hasta aquí hemos podido llegar. Siempre habrá un relevo.

- ¿Pueden hacer una radiografía general de la situación de la música en Cantabria?

- Pues creo que hay buenas bandas y más lugares para tocar que nunca.¿Que es muy mejorable? Por supuesto que sí. Cuando empezamos esto era un desierto, ahora al menos se puede ver alguna palmera en el horizonte (ríe). Ahora en serio, creo que, por lo general, en Cantabria los grupos cometen el error de creer que hay que labrarse un nombre aquí para poder salir fuera, cuando el camino que hay que tomar es el inverso. Aparte de que es mucho más enriquecedor para un grupo enfrentarse a un público que no esté compuesto, en su mayoría, por parientes y amigos, además de ser mucho más divertido.

- ¿La autoedición es la opción más sana para conseguir el sonido que uno busca?

- Para nosotros sí, aunque cada grupo es un mundo. No siempre fue así. Antes de editar con nuestro propio sello lo hicimos con otros, hasta que vimos que para nosotros era mejor hacerlo de tal modo. Aparte de que no existe presión por parte de la discográfica...

- Cuentan con seguidores fieles en la región que en dos décadas serán ya una parte más de la banda, ¿es así?

- Sí, así es. Muchos de nuestros seguidores llevan veinte años viniendo a nuestros conciertos en la región. Ir a ver a Los Tupper es, un poco, un ejercicio nostálgico para ellos. Aparte de una estupenda reunión de gente ool y gamberra. ¡Esperamos que sigan viniendo por mucho tiempo!

- ¿Qué tendrá de especial el concierto del próximo día 30 en la Black Bird?

- Pues pondremos fin a la gira de presentación de nuestro último disco 'Yesterday's Pizza' que empezó en Londres hace ya más de un año. Además contaremos para la ocasión con antiguos miembros de Los Tupper y tocaremos algunas viejas canciones que no tocamos desde hace más de quince años.

- ¿Se ven en la carretera otros veinte más?

- ¿Por qué no?