«Apuesto por Vicky»

Era el favorito del público por su talento refinado y su amplio conocimiento de la gastronomía mundial. Pero eso no le ha servido a Emil (Barcelona, 44 años), realizador publicitario, para alcanzar la final de 'MasterChef' (TVE), en la que sí estarán Vicky y Mateo el próximo miércoles.

¿Qué sabor de boca tiene?

Agridulce. Dulce porque he conocido a grandes chefs y he aprendido mucho. Y el punto agrio por una expulsión que, no lo digo yo, lo dice la audiencia, si no ha sido injusta por lo menos es aleatoria.

¿Cree que los jueces han sido más duros con usted?

Absolutamente, ellos lo han reconocido más de una vez. Tener un nivel culinario más alto ha sido en este caso una desventaja para mí. Otros tienen juventud y rapidez y eso no les penaliza. La experiencia sí me ha penalizado.

Pepe le apodó 'el Rey León'

Eso fue la clave para saber que me iban a matar. A Mufasa se lo cargan en la película (risas).

Pero fuera le apoyan.

Ha sido impresionante, no me podía imaginar que la gente iba a ver lo que yo estaba sintiendo. En la calle me paran y me dicen: 'Tío, tú eres el campeón, da igual que no ganes'. También me sorprendió el apoyo de los profesionales, gente que cocina cada día. Me han llamado para felicitarme y hacerme ofertas para montar restaurantes.

La convivencia no la llevó bien.

Soy mayor y tengo mi vida establecida, lo he pasado mal separado de mi familia. Convivir con gente tan dispar y rivales ha sido duro.

Comparó a sus compañeras con 'brujas alrededor de un puchero'.

Se habían ido las pocas personas con las que sentía afinidad y me había quedado con las señoras. Estaba un poco al margen y soñaba que estaba como en las cavernas, que me acercaba al puchero y estaban todas alrededor haciendo pulseritas. Se pasaban todo el día haciendo pulseritas. No es nada agrio, el comentario fue para darle humor a un momento difícil.

Sus dos abuelas

¿Qué virtudes destacaría de Vicky y de Mateo?

Me sorprende que uno de los dos sea el futuro 'MasterChef'. Yo espero mucho más de un chef, que aporte creatividad. A Mateo le veo inmaduro y demasiado joven para tener un mensaje propio. Y Vicky... su mensaje me parece un poco simple, tiene un nivel que no es de amor por lo culinario sino más bien algo solo profesional.

¿Por quién apuesta?

Ambos tienen dotes y talento para la cocina, pero yo apuesto por Vicky sin duda. Tiene más bagaje y experiencia que Mateo.

¿Quiso abandonar?

En algún momento tuve esa tentación. Por la presión de estar lejos de la familia y sentir a veces que cocinar mejor o peor no era el punto definitivo que me iba hacer ganar o no el programa. Esto son cosas mías, lo sentí así.

Un buen recuerdo...

Cocinar con Subijana y que te diga que tu plato está muy bien.

Va a abrir restaurante, ¿no?

Sí, en el centro de Barcelona, en el Eixample izquierdo. Comida marinera con tintes globales.

- ¿De dónde viene la afición?

De mis dos abuelas y de mi padre, que ha sido cocinero de barco mucho tiempo. Yo empiezo a cocinar cuando me voy de casa y no tengo a nadie que me haga un huevo frito. Luego te interesas y vas probando.