Kroos y Bale tiran del carro de Zidane

«Jugué un año en esa posición con Carlo Ancelotti (de pivote) y también al inicio de la etapa de Zizou; suelo actuar más adelantado, pero me siento bien ahí. Lo importante es jugar en el centro; no cinco metros más adelante o más atrás, mi incidencia en el juego es la misma».

Con el que más interaccionó fue con Luka Modric, que tocó 64 veces la pelota y acertó el 88% de sus combinaciones. «Intento ser yo mismo en el campo, las críticas no me afectan mucho», dijo antes de pasar por encima sobre su pique con Fernandinho, en el que mostró ese carácter que muchos le acusan de no tener en momentos claves.

Remates clave

El que nunca falla en las grandes citas es Bale. Podrá estar más o menos acertado (ahora está siendo el líder del equipo en su intento de remontada liguera), pero siempre se ofrece y ha logrado tantos decisivos: en su primera final de Copa ante el Barcelona, en la final de la Champions de Lisboa o el miércoles frente al City, aunque el árbitro no le otorgó la autoría del gol al considerarlo en propia puerta, para poder sellar el pase a la final.

«Es la razón principal por la que vine a Real Madrid, para ganar trofeos como la Liga de Campeones, obviamente», dijo un Bale que está «seguro» de que Guardiola mejorará a su rival en semifinales porque «es un entrenador de clase mundial que ha hecho bien donde quiera que se haya ido».

El vestuario sabe que está cerca de poder levantar la undécima e incluso podría darse la opción de que hubiese doblete, aunque también es muy probable que la temporada acabe en blanco. «Hemos ganado la mayor cantidad de títulos en la historia del torneo y estamos deseando que llegue la final. Tener otra oportunidad de ganar otro trofeo es increíble para nosotros y espero que podamos aprovechar la ocasión», explica el galés.

En cualquier caso, la sensación el 28 de mayo no será de fracaso. «En la Liga llegó a parecer que todo estaba acabado. Conquistar una Liga y una Champions tienen el mismo valor. La diferencia es que en la Champions lo tenemos en nuestras manos y en la Liga tienen que fallar los dos y dudo que eso ocurra. Noto el entusiasmo por ganar la Champions en la ciudad», explica el teutón, que ante la prensa de su país se muestra más cómodo.