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Un momento del partido
El Racing se abona al sopor

El Racing se abona al sopor

El Tropezón, muy serio y bien colocado, araña un punto de El Sardinero que deja un poco más cerca la permanencia

Sergio Herrero

Jueves, 15 de mayo 2014, 17:40

El Racing se abona al sopor. Aburrido empate ante un serio Tropezón en un partido sin apenas ocasiones y en el que el público de El Sardinero mostró, tímidamente, su malestar con el juego de los verdiblancos en los últimos choques. A un equipo que ha demostrado que su implicación y compromiso no tiene duda posible, quizá la dura e intensa temporada se esté haciendo muy larga en lo físico y lo mental.

La primera mitad fue como una prórroga del Noja-Racing. Un bostezo con protagonistas cántabros. El Tropezón, bien colocado, maniató aún más a un equipo santanderino que se mostró muy apático, con en los últimos compromisos.

Lolo Herrera dispuso un once con cinco defensores y mucha presencia amarilla en el centro del campo, ante un Racing sin referencia en ataque, con Mariano sancionado y un 'tocado' Koné en el banquillo. Así, lo más parecido a ocasiones por parte de los de Paco Fernández se limitó a un débil remate de espuela de Ander Lafuente, que Nando Fuentevilla despejó en la línea de gol; y una carrera de Iñaki, en la que el riojano se plantó frente al meta Dani Laviana, pero el extremo se durmió y cayó de maduro en el área ante el acoso de un defensa.

Los taniegos apenas tuvieron algunos tímidos acercamientos aislados en alguna jugada a balón parado. Era su partido, y viendo que el serio planteamiento iba teniendo frutos, los visitantes fueron dando pasos hacia delante con el correr de los minutos.

La segunda mitad no fue mucho mejor y se empezaron a escuchar tímidos silbidos desde el graderío. Tan solo la entrada de Koné dio un poco de alegría al partido, y eso que el costamarfileño tampoco tuvo mucho protagonismo, pero su presencia coincidió con las llegadas del Racing. La más clara vino en un remate de cabeza de Ander Lafuente, picado, que hizo emplearse a fondo a Dani Laviana. El único trabajo que tuvo el portero.

La apatía volvió a apoderarse de un Racing cuyo último gol fue de penalti y se remonta al partido ante el Burgos. El partido murió con más pena que gloria. Con dominio local con un fútbol previsible y solidaridad y trabajo visitante para dificultar el ya renqueante juego verdiblanco.

Empate al final, que de poco sirve al Racing. Lo mejor, que la permanencia del Trope está un pasito más cerca.

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