El Escobedo queda tocado y casi hundido

Comparable a un centro comercial en su primer día de rebajas. Así estaba este sábado el Eusebio Arce. Era previsible que después de que los de Camargo remontasen la eliminatoria a La Nucía y pasasen de ronda, el estadio estuviese lleno. Ilusión desbordada. Lo de ayer superó todas las expectativas: difícil tarea la de aparcar, complicado acceder al campo y misión imposible encontrar una butaca libre en la grada. Hasta un hueco entre cabezas por el que mirar el campo. Lleno absoluto en Escobedo y aficionados por todas las esquinas para apoyar a su equipo, que ayer, aún cayendo por cero a tres frente al Villarrobledo en la ida de la segunda eliminatoria de la fase de ascenso, se marchó del césped entre aplausos y ovaciones. A los de Pablo Casar se les complica casi hasta la irreversibilidad la lucha por el ascenso después de la goleada sufrida este sábado. Pero, pase lo que pase en el partido de vuelta en tierras manchegas, nada emborrona la espectacular temporada de los blanquinegros en el año de su centenario. Para enmarcar.

Al tiempo que los jugadores saltaban al terreno de juego sonó la ya habitual traca en los partidos de play off. Esta vez sí salió bien y los petardos explotaron cuando el once inicial pisaba el césped. Después de ella comenzaron a sonar los tambores y los gritos de ánimo para animar al equipo; también los de algunos aficionados manchegos que viajaron hasta Escobedo con bombo incluido.

De los de Albacete se sabía que sería un rival fuerte. Así lo demostraron a posteriori. Pero fueron los de Pablo Casar los primeros en acercarse con serio peligro a la portería del contrincante. Los camargueses sacaron pecho durante los primeros minutos de partido y dejaron claro que habían llegado a esta segunda eliminatoria por méritos propios. Sin embargo, el Villarrobledo fue como el hombre del mazo. No está permitido dormirse. Los errores locales los hizo pagar caros. Las rebajas, para otro día. Los manchegos se adelantaron en el marcador, algo que en Escobedo quería evitarse. La portería a cero siempre es un factor clave en este tipo de eliminatorias. Aitor hizo un jugadón y dejó sentados a dos futbolistas locales, centró al área y Juanma enchufó el balón hasta el fondo de la red de Rafa.

Un silencio absoluto invadió el Eusebio Arce en el tanto de los visitantes, pero la impresión que causó el gol no duró demasiado en el estadio. Y es que con el marcador en contra lo más importante era sobreponerse y tratar de anotar más de un gol para afrontar el desenlace del envite con ventaja. El Escobedo se propuso percutir sobre el área de Javi y generar ocasiones de peligro, pero una vez más, el gol cayó del lado manchego. Cuando se cumplía el 42 de la primera parte ,Acevedo se adentró por la banda izquierda y llegó hasta el pico del área, desde donde chutó al palo contrario para poner el cero a dos, que dejaba la eliminatoria muy en contra para el Escobedo. Pablo Casar se daba la vuelta para mirar el banquillo en busca de soluciones a la desesperada.

El sufrimiento de la banda izquierda del Escobedo durante la primera mitad fue excesivo, así que el míster decidió comenzar la segunda parte solventando el problema y realizó dos cambios durante el descanso: saltaron Richi y Germán para dar velocidad y reforzar el flanco que más problemas estaba dando al Escobedo.

La ocasión más clara de los locales se quedó en eso, en un gol que se quedó sin cantar. Un 'uy' de la grada. Héctor Marcos, desde dentro del área, pasó el balón a Dani, que sólo tenía que empujarlo en una de esas ocasiones que parece más difícil fallar que meter. Inexplicable. El balón se marchó fuera contra todo pronóstico. A quien sí le salieron las cosas ayer fue al Villarrobledo; Bubu llegó tarde y provocó un penalti a favor de los manchegos. Berni lanzó desde los once metros, engañó a Rafa en el disparo y puso el cero a tres en el marcador. Más cuesta arriba que la pindia subida al Alto del Churi.

La de ayer supone la primera derrota real del Escobedo en el Eusebio Arce, hasta ahora sólo habían caído en su feudo en una ocasión, pero partían con ventaja en la eliminatoria frente al Langreo en la Copa Federación. El cero a tres en contra es un horrible resultado para los de Pablo Casar, que tendrán que enfrentarse en casa del Villarrobledo a la difícil tarea de remontar la eliminatoria para pasar a la última ronda de la fase de ascenso a Segunda División B. Para mantener vivo el sueño.

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