Farah gana como Viren

A la última victoria, además, le añadió una pizca de épica. Farah, como el Lasse Viren de los Juegos de Múnich, se cayó a mitad carrera, se levantó y regresó a la cabeza de la prueba para imponer su ley, para convertirse en bicampeón olímpico de los 10.000, como Nurmi, Zatopek, Viren, Gebrselassie y Bekele. El culpable, involuntario, fue su compañero Galen Rupp (que después de acabar quinto también disputará el maratón), quien luego se interesó por él. A lo que Farah levantó el pulgar y siguió corriendo.

Los kenianos intentaron avivar el ritmo, pero sin convicción. Así que tomaron el relevo los etíopes. Ni unos ni otros tuvieron piernas para descabalgar a un atleta asombroso, inusualmente versátil, capaz de bajar de 3.30 en 1.500, de 13 minutos en 5.000, de 27 minutos en 10.000 o de una hora en medio maratón. Tiene para todos. Y lo demostró sobre el tartán azul del Joao Havelange corriendo el último kilómetro en 2.28 y la vuelta final en 55.37, suficiente para acabar sometiendo en la recta al furioso Tanui. El keniano fue segundo por delante del etíope Tola. El atleta que se perfilaba como la única alternativa fiable, el keniano Kamworor, fracasó estrepitosamente y finalizó undécimo.

Farah ultimó su preparación en Font Romeu, en los Pirineos, aunque también se dejó caer por Sabadell, donde se entrena el grupo de Jama Aden, el que sufrió un registro en busca de sustancias dopantes. Ahora se concentrará en su segundo reto, los 5.000.