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Marco García Vidart
Jueves, 18 de agosto 2016, 20:58
Era un guión apasionante. Pero también escondía un lado oscuro. Demasiado. Cuatro barcos luchaban por tres medallas. Quien quedase primero, se llevaba el oro; el segundo, la plata y el tercero el bronce. El cuarto tendría una de las decepciones más amargas de su vida. ... Y esa famosa medalla de chocolate que nadie quiere fue ayer, en la clase 49er Fx, para la cántabra Berta Betanzos y la gallega Tamara Echegoyen. En la regata que se presumía más apasionante de los últimos años, con tres barcos empatados a puntos y un cuarto a sólo uno de ese trío de cabeza, a las españolas les tocó la decepción. El triunfo fue para las brasileñas Martine Grael y Kahena Kunze, que se permitieron ganar la Medal Race para delirio de miles de cariocas que llenaban la playa de Flamengo. Y las neozelandesas Alexandra Maloney y Molly Meech se llevaban la plata. El bronce, por el que batallaron Berta y Tamara hasta el último largo, se lo adjudicaron las danesas Jena Hansen y Katja-Salskov-Iversen. La medalla olímpica, ese sueño que Berta Betanzos tiene desde que era una niña, tendrá que esperar hasta Tokio 2020.
Y eso que el día pintaba de lo más bonito en la bahía de Guanabara. Un viento del sureste animaba esas controvertidas aguas brasileñas. Pero soplaba a una intensidad de 14 nudos que hacía que la mar estuviese movida. A priori, cuanto más viento soplase, mejor para la tripulación española. Su último año y medio ha sido una pelea por ajustar su peso y ser más competitivas con viento flojo, pero a medida que sopla más fuerte Berta y Tamara se convierten en más y más favoritas.
El comienzo de la regata fue lo que lastró a la tripulación española. El ESP 23 aguardaba a la señal de inicio muy cerca del barco de los jueces, junto al resto de favoritos. Menos uno. Las danesas Hansen y Salskov-Iversen parecía que la pifiaban y segundos antes de la salida, se escoraban bastante respecto a sus rivales. Pero fue un espejismo. Las nórdicas pasaron como un cohete cerca de las españolas. Las británicas Dobson y Ainsworth, de tan cerca que estaban de los jueces, se quedaron un poco atascadas al lado del barco de la organización. Y junto a ellas, Berta y Tamara. Esa mala salida iba a condicionar del todo el resto de la regata.
El duelo entre los cuatro aspirantes a todo se planteó desde los primeros metros. Grael y Kunze elegían el lado izquierdo del campo de regatas y junto a ellas se iban las neozelandesas. Mientras, las españolas y las danesas se iban por el lado derecho. Duelo de estrategias para elegir ese camino invisible que llevase hacia el podio.
Las que comenzaron bien fueron las italianas Giulia Conti y Francesca Clapcich. Eran las únicas campeonas del mundo que ha tenido esta clase en Buenos Aires en noviembre de 2015 que se habían quedado sin opciones por pelear por medalla en estos Juegos de Río. Y desde el principio cogieron la cabeza de la regata. Por detrás, brasileñas y neozelandesas empezaban a apuntar por dónde se iban a quedar las dos primeras plazas. Por la primera boya, pasaban tras la popa de las transalpinas. Berta y Tamara pasaban octavas por ese primer giro.
Fue en el segundo largo cuando llegó el primer atisbo de esperanza. Las españolas se aupaban por un momento a la cuarta plaza. Pero no fue más que un espejismo. Grael y Kunze seguían con su pulso con Maloney y Meech por el oro, siempre con Italia en cabeza. Y por detrás, españolas y danesas se centraban ya en el duelo por el bronce.
Se escapa el podio
En el giro para iniciar el tercer y último recorrido al campo de regatas llegó la última esperanza. Las danesas viraron fatal y el ESP 23 se les echó encima. Berta y Tamara giraron apenas a cuatro segundos de las danesas. Pero también las esperanzas de remontada se esfumaron. Las danesas aceleraron en ese largo y por la última boya su ventaja ya era demasiada respecto a Berta y Tamara. Por delante, Grael y Kunze, para el delirio de la playa de Flamengo, habían rebasado a las italianas y navegaban con ventaja sobre las neozelandesas Maloney y Meech por el oro. Así cruzaron la línea de meta, con las danesas cuartas. Los tres barcos se repartieron las plazas del podio y Berta y Tamara se quedaron con la miel en los labios. Una regata que les impidió culminar su gran torneo olímpico y a la que llegaron en primera posición de la tabla. La medalla en los Juegos para Berta Betanzos tendrá que esperar hasta Tokio 2020.
CLASIFICACIÓN
1. Grael/Kunze (BRA) 48
2. Maloney/Meech (NZL) 51
3. Hansen/Salskov-Iversen (DIN) 54
4. Betanzos/Echegoyen (ESP) 60
5. Conti/Clapcich (ITA) 82
6. Steyaert/Compan (FRA)85
7. Bekkering/Duetz (HOL)97
8. Dobson/Ainsworth (GBR) 101
9. Jurczok/Lorenz (ALE) 110
10. Henken/Scutt (USA) 112
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