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«Si no presenta la dimisión, impulsaré una moción de censura». Así de contundente se mostraba ayer el presidente de la Federación Gallega de Bolos y dimitido vicepresidente de la Española, Isidro Costas, después de que él mismo denunciara que el máximo responsable del organismo, ... Óscar Gómez Morante, ha sobrepasado la partida destinada a gastos del presidente.
El Aula Madera de Ser acogerá hoy a partir de las 19.00 horas una reunión en la que participarán diferentes asambleístas, entre ellos los representantes cántabros en el órgano legislativo de la FEB. Así lo ha confirmado Costas, promotor de la iniciativa, para la que espera contar con el apoyo del todavía vicepresidente de la FEB, Paulino Punta, y del responsable de la Cántabra, Serafín Bustamante.
Costas tiene un nombre preferido: el de la cántabra Angélica Ruiz, responsable de los bolos femeninos, pero la bolista no le ha respondido afirmativamente. Por el momento él ya se ha desvinculado de la junta directiva: «Tan pronto como él -Morante- anunció que no dimitía, yo presenté mi renuncia».
El propio presidente de la Federación Española reconoció la situación, pero acotando que se trataba siempre de gastos de desplazamiento y representación debidamente justificados y documentados y que se comprometía incluso a satisfacer la deuda de su propio patrimonio si fuera necesario, a pesar de insistir en que se trata siempre de gastos devenidos de las obligaciones de su cargo -siempre según la versión de Morante-, y con las facturas correspondientes. Aunque, eso sí, pagados con cargo a la caja tras agotar los fondos destinados a tal fin, como él mismo admite. El diferencial llegó a ser de unos 25.000 euros, de los que Morante, que esperaba encontrar «un patrocinador o nuevos fondos» para compensar el desequilibrio, ya ha repuesto aproximadamente 10.000.
Según sus palabras «la partida de gastos del presidente que se hace a principio de año asciende a 6.000 euros para cumplir el plan de viabilidad y los ajustes estrictos que nos impone el CSD. Sabemos que esa cantidad no es suficiente para afrontar todos los gastos que por la labor de presidente federativo se van contabilizando, pero aunque todos ellos están contabilizados y justificados no podemos aplicarlo a esa partida porque supondría incumplir el plan de viabilidad».
Costas no confía en esas explicaciones y el presidente de la Federación Cántabra se mostró en su momento, a preguntas de este diario, escéptico. «Nosotros vamos a esperar a ver toda la documentación y que se explique todo para ver qué ha pasado y qué no», decía en su momento Bustamante. Más contundente era ayer Costas: «El creía que tenía derecho a sacarse un dinero cada mes, ahora tiene que justificarlo y no encuentra la forma, aunque él dice que sí, pero yo estoy convencido de que no. La dimisión ya se ha pedido y como no se ha efectuado ahora toca la moción de censura. O nosotros o el CSD, que ya está enterado del asunto y le ha llamado».
En la última asamblea de la Federación Española Costas denunció la situación y la propia junta directiva exigió al presidente que firmara un documento reconociendo la deuda, como así se hizo. El gallego se reunirá hoy con varios miembros de la asamblea para buscar el máximo de apoyos -aunque considera que tiene suficientes- y abordar si definitivamente le acompañan en su objetivo de presentar una moción de censura, como es su intención. Aspira a hacerlo incluso antes de la próxima asamblea, con lo que en caso de materializarse el ultimátum a Morante el madrileño no tendrá demasiado tiempo para decidir si pone a disposición el cargo o defiende lo que considera su correcto proceder, a pesar de la incorrección que él mismo reconoce en lo que a la partida de procedencia de los fondos se refiere: «Lo voy a hablar con miembros de la asamblea», explicaba ayer a El Diario Montañés.
Además de asegurarse los apoyos, Costas y quienes le acompañen en la moción deben ponerse de acuerdo en el nombre del relevo si quieren que su iniciativa tenga éxito: «Para presentar una moción de censura hace falta presentar un candidato y ya le estamos buscando, pero de momento no lo tenemos y es un requisito que hace falta. Yo se lo he propuesto a Angélica Ruiz, pero se lo ha pensado, por lo menos de momento se ha echado atrás».
Consciente de la particular situación en la que se encuentra él mismo, al ser vicepresidente segundo del organismo, señala que comenzó a «desconfiar» durante la que debía haber sido una gestión rutinaria: «Necesitábamos pagar unas facturas para solicitar una subvención del Consejo Superior de Deportes destinada a mujer y deporte y me dijeron que no hay dinero. Yo hice cuentas y sabiendo lo que se cobró de licencia, las subvenciones del propio CSD y lo que se ingresó de la sede, me faltaban más de 50.000 euros», explica. Al final, fueron aproximadamente la mitad los que se atribuyeron a los gastos de Morante.
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