La despedida más amarga

No fue una buena regata la que protagonizó ayer la 'San José XV' en aguas de Moaña. El estado moral de la cuadrilla, así como la falta de efectivos mermó cualquier opción de reacción de Astillero. Los remeros salieron al agua con lo que tenían y cumplieron dentro de sus posibilidades. Aunque fueron últimos, trataron de hacerlo lo mejor posible. Estaba claro que sus posibilidades se habían esfumado hace muchas jornadas y el sentimiento de abandono con el que afrontan los remeros el día a día se refleja en el agua y así no han podido competir. Ayer se consumó todo de forma matemática. Astillero no estará en la próxima Liga ACT.

Por esta situación pasaron en su momento Orio, Tirán y Zierbena por citar a los que retornaron a la categoría. Pero en estos clubes, los entonces directivos realizaron una profunda autocrítica y se dio paso a un proceso para que otros dirigentes cogieran las riendas de la entidad con el fin de buscar nuevas opciones que propiciasen el regreso a la categoría reina.

Tras el descenso en Astillero se abre una gran incógnita ya que la gestión realizada deja mucho que desear y deberán exponerla a los socios en una próxima asamblea en la que parece que arrancará un periodo electoral. Si es así, debe producirse con la mayor celeridad para preparar la próxima campaña con tiempo y no tropezar dos veces con la misma piedra. El malestar entre los seguidores es notable ya que la actual junta directiva que preside Elisabet Carral debía haber realizado una asamblea, de acuerdo a sus estatutos, en el mes de enero para aprobar las cuestas de 2016 y el presupuesto de 2017, pero hasta ahora no se ha celebrado.

La regata de Moaña la ganó Hondarribia por centésimas sobre Orio que fue segundo y Urdaibai tercero. Con este resultado el liderazgo de la Liga sigue en poder de los de Bermeo -con solo dos puntos de ventaja sobre Hondarribia-. Ayer Astillero confirmó, de forma matemática, su descenso a la Liga ARC, sin duda un duro golpe para el remo cántabro que pierde a su único representante en la máxima categoría.

Los azules bogaron en la primera tanda por la calle cuatro, junto a San Pedro que lo hizo por la uno, Ares por la dos y Cabo por la tres. Desde que el juez de mar bajó la bandera en señal del comienzo de la boga los azules quedaron rezagados. Un ritmo bajo de paladas lejos de las de sus compañeros de serie con el fin de terminar una regata que para la cuadrilla astillerense era un nuevo sufrimiento.

Los segundos en contra de la 'San José XV' fueron cayendo de forma constante y en el primer largo ya habían perdido dieciséis, para irse hasta los veintiséis en la segunda ciaboga. Veinte más se sumaron en la tercera y en la meta habían perdido más de un minuto. Esto puede resumir la actuación de los astillerenses ayer en Moaña y que hoy puede tener su continuidad en su última regata en la categoría en aguas de Boiro, a partir de las 12.00 horas.