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david sánchez de castro
Domingo, 17 de abril 2016, 01:22
Nico Rosberg se lleva su tercera victoria del año -sexta consecutiva- y ya tiene una carrera de ventaja sobre Lewis Hamilton, séptimo · Sainz, 9º; Alonso, 12º
Triplete, tridente, trébol, hat-trick se le puede poner el nombre que sea, pero el titular es el mismo: ... nueva victoria de Nico Rosberg. Desde noviembre del año pasado no se ha visto a otro piloto en lo más alto del podio, y ya está en condiciones de poder relajarse en el GP de Rusia, próxima cita del campeonato: tiene 36 puntos de ventaja sobre un Lewis Hamilton que vio cómo su remontada se quedaba cortada en la séptima plaza.
Rosberg ha sido el único que no se ha visto metido en líos en ningún momento. Y eso que en la salida tuvo que cubrir a un Daniel Ricciardo gafado y que vio cómo un pinchazo le apartaba del liderato de la prueba en la primera vuelta. La salida fue absolutamente caótica. Por detrás de Ricciardo y Rosberg, Sebastian Vettel se llevó puesto a Kimi Räikkönen, para desgracia de los ferraristas, por apartarse ante un Daniil Kvyat que venía encendido. El alemán y el ruso acabaron segundo y tercero, con bronca incluida en el antepodio, pero el gran perjudicado fue el finlandés, que sin comerlo ni beberlo veía cómo sus aspiraciones se volatilizaban. No fue el único choque en la primera curva, y entre los muchos cacharritos que se vieron saltando por los aires, algunos venían del Mercedes de Lewis Hamilton. El vigente campeón se tocó con un Sauber, su alerón delantero se descolgó y se vio obligado a entrar en boxes antes de tiempo.
De estos incidentes y otros, como el lodo y el barro, vino el safety car que modificó la carrera, al menos en su inicio. El pinchazo de Daniel Ricciardo obligó a los comisarios a sacar el coche de seguridad para limpiar la pista y provocar más incidentes, lo que a la postre obligaría a casi todos los pilotos a modificar sus estrategias de cambios de neumáticos. Algunos como Rosberg, Kvyat o el mismo Fernando Alonso -que llegó a rodar tercero- prefirieron no parar y esperar un poco; otros como Hamilton pararon dos veces en apenas cuatro vueltas.
En cuanto se estabilizó la carrera, el podio empezó a clarear a favor de Rosberg, Vettel y Kvyat, si bien por detrás aún quedaba mucho que decir. Hamilton venía encendido desde atrás, cuando se topó primero con su viejo enemigo Felipe Massa y después con Kimi Räikkönen, con quien compartió varias etapas de las 56 vueltas de este Gran Premio. El brasileño de Williams sacó los dientes para defender una quinta plaza que le sabía a gloria, el finlandés de Ferrari venía más fuerte y el inglés de Mercedes no quería líos. El resultado no podía ser otro: Räikkönen pasaba a ambos, Massa se convertía en la pesadilla de Hamilton y este se quitaba de problemas, calculadora en mano: un abandono hubiera sido letal para sus aspiraciones, y un séptimo puesto, vista la ventaja de Rosberg, es más que aceptable.
Sainz puntúa; Alonso no
Entre las batallas por atrás, los españoles fueron protagonistas. Carlos Sainz no tuvo una carrera especialmente buena, aunque tampoco especialmente mala. Constantemente en los puntos, llegó al final de la prueba con el agua al cuello y tuvo que aceptar, con resignación profesional, las órdenes de equipo que le pidieron dejarse adelantar por un Max Verstappen que venía más fuerte y con otra estrategia de neumáticos. El holandés acabó mirando por los retrovisores a su compañero, pero más agobiado de lo que le hubiera gustado.
Sainz tuvo a Fernando Alonso de compañero en el asfalto en esta zona final de la carrera. Con Valtteri Bottas entre ambos, protagonizaron una buena lucha, aunque al final el gran perjudicado fue el de McLaren, que se vio no sólo pasado por estos dos, sino también por un Sergio Pérez que venía muy fuerte desde atrás. Sólo al final, cuando colocó neumáticos medios nuevos, pudo mejorar sus cronos, aunque no lo suficiente, y con Jenson Button siguiéndole muy de cerca. Al final, un duodécimo puesto (salía undécimo) que sabe a muy poco, y que supone un pobre resultado para un equipo cuyo único punto lo ha marcado el probador Stoffel Vandoorne.
La ronda extra-europea ha puesto su punto final. El circuito de Sochi, en Rusia, será el escenario para que las batallas vuelvan a recrudecerse, que no hay pocas: Alonso buscará los puntos, Sainz volverá a pelear con Verstappen y, lo más relevante, Lewis Caballo Loco Hamilton intentará desquitarse de su compañero, un Nico Rosberg que quiere acabar con esa estadística de ser el piloto con más victorias sin haber ganado un título, el récord más amargo del automovilismo.
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