La falta de gol le cuesta al Racing el partido

Otro partido más de pruebas, de coger ritmo, como dice Paco Fernández. Y este, sin ese fantasma de la desaparición que en los últimos días se ha hecho más presente que nunca. Pero si el pasado miércoles, con la casi certeza de que el Racing la contaba, se ganaba al Sporting por 0-1, ayer tocaba perder contra el Sestao River por 1-0. Un partido de esos que gusta ver una tarde aunque apenas tuviese ocasiones de gol. Mucho ritmo y velocidad para entretener a la parroquia sestaotarra y a los pocos, no muchos, que se animaron a venir desde Santander. Pero el Racing volvió a mostrar esa falta de gol que ya suena a cansina, esa referencia en ataque que pueda resolver en un par de metros. Tocará seguir trabajando o que los que tienen que anotar esos goles caso de Koné y Mariano se recuperen y vuelvan al equipo.

El partido empezaba con ritmo. Mucho. Ambos equipos intentaban que el balón circulase lo más rápido posible. El Racing, ayer de blanco y rojo, buscaba de inicio la banda izquierda, pero pronto cambió el plan para intentar buscar a un Rubén Durán que por la derecha parecía que llevaba algo más de peligro. Pero las incursiones racinguistas morían en el buen entramado defensivo que tenía montado Ángel Viadero. Aún así, el primer susto fue de los verdinegros. Yosu Hernáez, el mejor jugador del River, botó una falta que Guerrero se tiró en plancha, solo, para rematar, aunque el árbitro había decretado ya fuera de juego.

A los 20 minutos llegó el primer y único contratiempo para los de Paco Fernández. Francis pedía el cambio por unas molestias en su pierna derecha y Andreu ocupaba su lugar. Para entonces, el Racing tenía algo más de posesión que el Sestao. Así llegó la ocasión más clara de todo el primer tiempo para los santanderinos. El canterano Óscar, ayer titular en la punta de ataque, se desmarcó bien por la izquierda y disparó, aunque flojo, desde dentro del área. Raúl Domínguez sacó con los pies para salvar el primer tanto de la tarde.

Con media hora cumplida, el ritmo no decaía en uno de esos partidos que, sin ocasiones, resultan la mar de entretenidos. En otra internada del Racing se pidió penalti sobre Rubén Durán, aunque el árbitro ya había pitado antes fuera de juego. Con Durán por la izquierda del ataque, Óscar en el centro y Borja San Emeterio por la derecha, el Racing intentaba buscar esa jugada que pudiese culminar con un tanto. Una buena combinación de los hermanos San Emeterio originó un saque de esquina para los ayer rojiblancos. Una jugada que precedió a otro susto del Sestao River. En un balón largo de los vizcaínos, Raúl acertó a quitar el balón de la cabeza de Jitos. Con ello se llegó al descanso en una primera parte que se había hecho corta. El público de Las Llanas lo había pasado bien.

Cambios

El Racing comenzó la segunda mitad con Granero y Samuel en lugar de Javi Soria y Rubén. La tónica del partido seguía igual que en la primera mitad. Los dos equipos se afanaban en mover el balón de un lado a otro, con algo más de presión por parte de los racinguistas. Otro doble cambio sentó a los hermanos San Emeterio y dio entrada a Concha y Miguélez. Fue el mago quien, en alguna pincelada, quiso poner algo distinto en el medio campo para ver si alguno de los de arriba, Concha, Durán u Óscar, cogía alguna.

Pero al cuarto de hora llegó el desastre. Oriol, que no tuvo su mejor tarde ni mucho menos, impidió dentro del área racinguista el avance del capitán sestaotarra, Yosu Hernáez. El árbitro, muy cerca de la jugada, no se lo pensó dos veces. Penalti. Jitos, uno de esos delanteros toscos, con un corpachón enorme y al que es muy difícil quitar el balón, batió sin dificultad a Raúl con un tiro raso por el palo derecho. Era el 1-0 en Las Llanas.

El Racing pareció acusar el golpe. En los siguientes minutos, los verdiblancos siguieron presionando al Eibar, pero sus pases cada vez eran más imprecisos. Por suerte, los santanderinos se recobraron pronto y en los últimos 30 minutos de partido, el guión no varió un solo segundo. El Racing se adueñó del balón y el Sestao se dedicó a defender con la intención de aprovechar una contra que matase el partido.

Miguélez quería ser el más creativo en la zona de ataque verdiblanca. Una pared con un compañero terminó con un disparo del mago que Raúl Domínguez envió a córner sin dificultad.

El acoso y derribo era constante por parte del Racing. Aunque al igual que todo el partido, las ocasiones claras brillaban por su ausencia. Saúl había entrado por Óscar con para intentar desbordar por la banda izquierda. Pero el desborde más claro fue para el Sestao River. Ander Franco, que había sustituido al goleador de la noche, Jitos, aprovechó un error de Samuel para irse como una bala hacia la portería del Racing. Por suerte, el sestaotarra se trastabilló y la defensa pudo arreglar el desaguisado.

Tres córners consecutivos, una buena acción de Concha que terminó en un pase en lugar de un disparo que tenía más franco el chaval... El Racing ponía cerco a la portería de Raúl Domínguez, pero sin éxito. El Sestao, agazapado, esperaba una posible contra. Un jugador verdinegro acertó a sacar cerca de la línea de gol un remate racinguista tras un saque de esquina. Pero ya no había tiempo para más. El árbitro apenas añadió un minuto de tiempo y mandó a todos a la caseta de Las Llanas para alegría de los aficionados del River, ese equipo que murió en la orilla del ascenso a Segunda División la temporada pasada.

En la semana en la que el Racing volvió a la vida, ayer tocó la de arena en Sestao. Un partido que dejó un cierto sabor agridulce en los pocos aficionados verdiblancos que se animaron a ir a la localidad vizcaína. El Racing parece ir en el buen camino para ser un equipo que pueda competir con solvencia en Segunda, pero también le faltan algunos detalles que pueden lastrar su rendimiento. Afortunadamente, la mejor noticia es que el Racing jugó ayer en Sestao un partido para preparar la temporada 2014-2015 en Segunda División.