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Sergio Herrero
Miércoles, 6 de abril 2016, 10:40
Manolo Higuera sigue inmerso en una campaña a contrarreloj para conseguir que el Gobierno de Cantabria apoye al Racing. El presidente verdiblanco se ha cansado de ser un tipo con un megáfono en medio del desierto y este miércoles, por partida doble, intentó ordenar todas las ideas y hacer que todo el mundo se diese por informado. Y por aludido. Empezó por la mañana, bien temprano, en el foro de la Cadena Ser, y horas después hizo lo propio en los Campos de Sport de El Sardinero, con el apoyo presencial del resto de miembros del Consejo de Administración, empleados, peñas racinguistas, pequeños accionistas, técnicos y futbolistas. En ambas citas repitió las mismas ideas, los mismos conceptos, tratando de explicar las bonanzas de un posible contrato a diez años con una aportación de un millón de euros anuales, a cambio de la cesión de todos los espacios publicitarios de la entidad verdiblanca, incluyendo la camiseta, el apellido del estadio, la web y hasta los propios futbolistas. «Es una inversión, no una subvención» es la frase que resume la comparecencia de Higuera.
«En los primeros ocho años, incluso, no habrá ninguna salida de dinero público para el Racing», afirmó Higuera. Algo matizable. Sobre un convenio que alcanzará dos años jubilares lebaniegos, el presidente racinguista reveló que su propuesta es que en dos de los ejercicios las cantidades aportadas al club salgan de los patrocinios privados al año santo de 2017, y en otros dos se ejecutará la misma operación a través del año santo de 2023. Hasta ahí, cuatro de los diez millones.
El racinguismo vive pendiente, semana a semana, de las reuniones del Consejo de Gobierno. El Ejecutivo vuelve a reunirse hoy. De momento, en el orden del día no está contemplado que se vaya a tratar el posible convenio de patrocinio con el Racing, aunque fuentes de la coalición PRC-PSOE consultadas por la Agencia EFE afirman que esto no supone que no se pueda abordar.
En el mejor de los casos, si realmente es en la reunión de hoy cuando se pone finalmente el tema sobre la mesa, el debate sobre este asunto podría llegar al Parlamento de Cantabria en el pleno del próximo 18 de abril. El presidente del Racing, Manolo Higuera, ya afirmó la pasada semana que, en caso de que no haya una solución al asunto antes de que acabe el presente mes, el Consejo de Adminitración verdiblanco dimitiría.
Ha pasado ya más de un mes desde que el Racing registró la solicitud del convenio en la sede gubernamental de Peña Herbosa y, desde entonces, el tema sigue sin tratarse en las diferentes reuniones del Consejo de Gobierno que se han producido. Unas veces la excusa fue la ausencia de alguno de los consejeros de las áreas implicadas en el posible acuerdo; otras la ausencia de los informes económicos; y otras la espera de toda la documentación jurídica.
Por eso, la jornada de hoy es una nueva incógnita acerca de si el Gobierno de Cantabria afrontará por fin el asunto del posible convenio de patrocinio con el Racing. Una vez llegue al Parlamento de Cantabria habrá que esperar la reacción de los partidos de la oposición. Ciudadanos y PP no están de acuerdo con apoyar la propuesta y Podemos pedirá consejo a la ciudadanía a través de una encuesta telemática. De esa decisión que tome el hemiciclo dependerá el futuro del Racing. «Yo soy optimista», declaró ayer Manolo Higuera en la rueda de prensa celebrada en los Campos de Sport de El Sardinero.
Los otros cuatro de la cuenta de Higuera proceden de impuestos. Al tratarse de un convenio finalista, destinado a pagar la deuda de más de nueve millones que el club mantiene con la Agencia Tributaria, la Cantabria percibiría automáticamente esos cuatro millones en concepto del tramo autonómico del IRPF e IVA. Este último argumento tiene difícil defensa contable, puesto que esa cantidad procedería precisamente de la inversión pública en un movimiento de ida y vuelta que dejaría a la Administración autonómica en la misma situación de -4.
Según Higuera los dos últimos años del convenio serían los únicos en que el Ejecutivo tendría que aportar dinero de los contribuyentes, aunque el club propone una cláusula para no llegar a este punto. «El Racing puede ser el mayo escaparate para el Gobierno sin detraer un duro de las arcas públicas, ya que existe la posibilidad de que rompa el contrato, de forma unilateral, si el equipo asciende a Primera División». De todas formas, califica el posible acuerdo como «beneficioso para todas las partes» y afirmó que no le entra en la cabeza «que sea rechazado».
Ante los micrófonos, Higuera volvió a mostrar su malestar por todo el tiempo que se está dilatando el proceso, mientras el club está «en una situación horrorosa», aunque no fue tan duro en sus palabras como la semana pasada, cuando llegó a afirmar en Radio Nacional de España que el Consejo de Administración dimitiría si el asunto no se solucionaba a lo largo del mes de abril. «La fecha límite era antes de ayer, así que espero que se trate en el consejo de Gobierno de mañana por hoy y que vaya al Parlamento de forma inmediata», afirmó de forma contundente.
Hasta ahí la información, antes de las alusiones. Porque Higuera también tuvo palabras para los partidos políticos, a los que dijo que «por encima de sus intereses están los intereses comunes. Que miren por ellos y no usen el Racing como arma arrojadiza». Sabedor de que se trata de un tema espinoso en el Parlamento y que en la calle hay «una corriente que lo ha demonizado», aseveró que la directiva no a admitir «la demagogia en este asunto. Hemos dedicado muchas horas para poner sobre la mesa esta propuesta, que beneficia a todas las partes».
Higuera tomó volvió a poner como ejemplo dos contratos llevados a cabo por las instituciones con clubes en circunstancias deportivas similares a las que vive el Racing. Por un lado, el Alavés, que suscribió un contrato de cinco años con la Diputación Foral de Álava a razón de 1,3 millones de euros anuales; y por el otro el de la Unión Deportiva Las Palmas, que concretó un acuerdo a veinte años con 1,6 millones por año de reporte. Ambos en Segunda División B y solo por la publicidad en la camiseta. Por eso Higuera volvió a poner en valor su propuesta: «Nosotros ofrecemos el estadio». Precisamente, Osasuna percibió 1,5 millones por el cambio de nombre de El Sadar; el Espanyol gana cinco millones anuales de una empresa privada;y el Atlético de Madrid vende el epígrafe de su futuro estadio por un montante de diez millones.
El retorno al turismo
Pero el principal argumento del que ha tirado Manolo Higuera para tratar de convencer a los cántabros de la conveniencia del acuerdo es el retorno económico que tendrá en el turismo de la Comunidad Autónoma. «Con una inversión de dos millones reales de dinero público, Cantabria recibirá entre 40 y 60 millones de reversión», calculó el mandatario racinguista apoyándose en el informe de la Universidad de Cantabria, que tildó de «conservador» comparado con un estudio realizado alrededor del Eibar, que estima que el club vasco repercute en su área de influencia con 59 millones de euros anuales. Higuera piensa no solo en los ingresos por turismo sino también por fiscalidad. «No olvidemos la reversión tributaria. De cada euro, el Gobierno recupera la mitad». Y recordó que el club verdiblanco «ha pagado 69 millones de euros en impuestos en los últimos años».
Manolo Higuera aderezó su intervención tirando de sentimentalismo, identidad y repercusión social. «Ninguna actividad de Cantabria va a conseguir movilizar lo que yo he visto en Logroño o en Burgos y creo que son datos trascendentes para entender la importancia que el Racing tiene», comentó, en referencia a los más de 2.000 aficionados que acompañaron al equipo en ambos desplazamientos de esta temporada. Y, además afirmó que, según la herramienta Klout, «el Racing es el quinto club de España en impacto en las redes sociales, por detrás de Barcelona, Real Madrid, Atlético y Valencia».
Por último, Higuera contestó a quienes dudan de la esperanza de vida del Racing. «Si eliminamos el problema de Hacienda el Racing se convierte en absolutamente viable», zanjó, explicando que el club ahora mismo tiene bloqueada la generación de ingresos. «Hay 2,4 millones de euros, pendientes de cobro y bloqueados por Hacienda». Pero según los presupuestos del club, si el problema con el fisco quedase solucionado (pagando una cantidad principal y haciendo después un calendario de pagos) tiene presupuestados unos beneficios de un millón de euros en esta temporada en Segunda B. «En Segunda, serían cuatro y en Primera, con una gestión, honrada, el club sería capaz de tener unos beneficios de 20 millones de euros», afirmó. Además señaló que en Segunda el Racing tenía contratados a 96 empleados y «si ascendemos tendremos más de 100. Esta es una de las mayores empresas de Cantabria y eso lo debería saber la gente que utiliza el Racing para hacer demagogia». Son argumentos. En El Sardinero siguen esperando decisiones: «No estamos en grises. Esto es blanco o negro. O el contrato publicitario con el Racing o la desaparición del Racing».
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Ana del Castillo
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