Acompañado, mucho mejor

Las otras tres derrotas a domicilio del conjunto cántabro se han producido muy lejos de Cantabria. Allá donde el desplazamiento de aficionados verdiblancos no fue masivo. Precisamente, en los tres trayectos más largos del campeonato regular. La primera se produjo en el barrio vigués de Barreiro, donde en la jornada inicial de la competición, el Racing cayó por un gol a cero frente al Celta B. Algo similar pasó en Coruxo, una pequeña localidad costera cercana a Vigo. Solo unos pocos valientes se acercaron hasta tierras pontevedresas y el Racing, sobre el campo encharcado de O Vao, perdió por el mismo resultado que ante el filial olívico.

Ya más reciente es la estrepitosa derrota sufrida frente al Cacereño, hasta donde se acercó medio centenar de valientes verdiblancos. El equipo no fue capaz de brindarles un triunfo. Todo lo contrario. El Racing se llevó en el autobús de vuelta el 3-0 que le endosó un equipo sumido en la lucha por evitar el descenso.

Esos tres encuentros perdidos se suman al doloroso tropiezo de León, el único en el que los aficionados racinguistas se contaban por centenas. El empuje desde la grada ha sido clave, tal y como quedó demostrado en Villaviciosa. Con cerca de 3.200 aficionados verdiblancos en el modesto estadio de Les Caleyes, el Racing superó al Lealtad (0-1) para llevarse tres puntos importantes.

En Logroño, con unos 2.400 seguidores cántabros disfrutando de una gran jornada de fútbol en la capital riojana, el Racing empató (1-1) frente a la Unión Deportiva Logroñés. Más suerte tuvieron los de Pedro Munitis en su viaje a Burgos. Con más de 2.000 racinguistas llenando uno de los fondos de El Plantío, el Racing, con una gran dosis de fortuna y gracias al acierto y astucia de Pumpido, logró llevarse el triunfo de un partido muy complicado frente al equipo del cántabro Ángel Viadero.

Otros desplazamientos masivos de público verdiblanco que se saldaron con triunfo fueron los correspondientes a Gijón y Valladolid. En la ciudad asturiana y con un escenario inmejorable como El Molinón, el Racing venció por dos goles a cero ante unos 600 seguidores cántabros que se acercaron hasta la ciudad asturiana. Con menos solvencia se impuso el equipo montañés en el también mítico José Zorrilla de Pucela. Dos goles de Dioni sirvieron para remontar el tanto inicial del Valladolid B, ante el que se citaron unos 500 seguidores ataviados de verde y blanco. Yeso que las expectativas no se cumplieron, ya que el club blanquivioleta envió un millar de entradas para su venta en las taquillas de los Campos de Sport de El Sardinero.

Hubo también viajes en los que el Racing estuvo bien acompañado y empató a domicilio. Resultados que, en su momento, tuvieron un claro sabor a derrota. Puntos que se pueden echar de menos en unos días pero que, a día de hoy, suman. Es el caso de los compromisos ante la Arandina, la Peña Sport o el Astorga. En la localidad burgalesa, en las gradas de El Montecillo se apostaron más de 300 racinguistas que tuvieron que conformarse con el empate. Una situación prácticamente igual a la de Astorga. Y en Tafalla, con una cifra similar de aficionados, el Racing regaló dos puntos después de ir venciendo por 1-3 hasta el minuto 85 de la contienda. En Tudela, Compostela, Somozas, Guijuelo, Estella y Pontevedra, con menos apoyo del habitual, el equipo cántabro sumó tres victorias y tres empates.

Casi 700 entradas

Las taquillas de los Campos de Sport de El Sardinero cerraron en la jornada de ayer con 691 entradas vendidas para el choque de mañana, de las 1.200 que envió el Racing de Ferrol al club cántabro. Aún queda la jornada de hoy para que los aficionados verdiblancos sigan reservando su localidad para el partido de A Malata.

Mientras tanto, las peñas racinguistas ultiman el desplazamiento a tierras gallegas. Un viaje, uno más en esta larguísima temporada en Segunda División B, del que los seguidores verdiblancos esperan traerse no solo los tres puntos y una buena jornada de fútbol en la ciudad coruñesa, sino también medio campeonato liguero.