El Gobierno aportará cuatro millones al Racing a través del convenio con ITM

Cuando la expedición racinguista arribó ayer al Santuario de La Bien Aparecida, en Marrón, para hacer la tradicional ofrenda floral, el semblante del personal era más relajado que en otras ocasiones. Y los saludos se tornaron en abrazos y sonoras palmadas en la espalda. Aunque el presidente verdiblanco, Manolo Higuera, tratase de mantener la euforia contenida. «Primero quiero verlo todo firmado...», ironizaba antes de atender a los medios. El Racing había ganado unas horas antes su partido más importante. El Gobierno de Cantabria, en su consejo semanal, dio un paso hacia delante para desbloquear la situación del convenio del club con la empresa cántabra ITM, que permitirá al Racing hacer frente a su deuda de 9,5 millones de euros con la Agencia Tributaria. «Hoy, más que venir a la Virgen a pedir, venimos a dar las gracias», suspiró Higuera.

Después de más de un año de espera, ayer el Ejecutivo decidió dar luz verde a la contratación de los soportes publicitarios del Racing para desarrollar las campañas de comunicación y promoción de la comunidad autónoma, con un coste máximo anual de un millón de euros y una duración límite de cuatro años, entre 2017 y 2020. Lo hará subcontratando el espacio a través de ITM, la empresa con sede en Cartes que tiene previsto hacerse con los derechos publicitarios del club cántabro. En los Campos de Sport esperan firmar el convenio ya verbalizado con la compañía la próxima semana.

La decisión del Gobierno no es definitiva, porque el gasto figurará en los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma, y deberá pasar el trámite de aprobación del Parlamento. Pero a ITM le ha parecido suficiente garantía para dar el sí, quiero en su nuevo matrimonio con el Racing. Había compromiso y petición de mano hace meses, pero faltaba el último paso y la empresa cántabra no quería lanzarse al vacío.

El acuerdo del Gobierno trae consigo que cada una de las ocho consejerías y empresas públicas desarrollará los procesos de contratación que legalmente correspondan para disponer de los recursos publicitarios del club «a precios contrastados de mercado», y siempre en función de la disponibilidad de los créditos presupuestarios correspondientes.

Cuando el acuerdo Racing-ITM cristalice en los próximos días, la empresa cántabra aportará los diez millones que el club necesita para ponerse al día con Hacienda; en concreto esos aproximadamente 9,5 pendientes que provocaron el embargo sobre la entidad verdiblanca. Así, la compañía se convertirá, durante una década, en la propietaria de todos los soportes publicitarios que ofrece el Racing. Eso, precisamente, es lo que revenderá ITM al Gobierno de Cantabria a cambio de un máximo de cuatro millones, a razón de un millón anual. Así, las empresas públicas podrán disponer de la web, el apellido del estadio, los marcadores cuando funcionen, la publicidad en camisetas, publicidad estática y hasta de los propios futbolistas para anunciar sus eventos o reclamos turísticos, con especial hincapié en el Año Jubilar Lebaniego que se celebrará en 2017.

Para tomar esta decisión, el Ejecutivo ha decidido que los cuatro millones salgan de las ocho consejerías, a razón de 125.000 euros por departamento y año. Además, con la decisión de incluirlo en los Presupuestos Generales de Cantabria, el Gobierno recula en su decisión anunciada por Miguel Ángel Revilla pese a que ese trámite no era necesario de enviar el acuerdo al Parlamento, lo que dificulta que sea tumbado por la oposición.Se evitan así situaciones complicadas, como sucedió con el convenio de basuras para que Guipúzcoa pueda seguir trasladando sus residuos al vertedero de Meruelo.

El Gobierno, para justificar su decisión de apoyar al club «en una situación económica problemática», destacó ayer, en un comunicado, que el acuerdo está orientado a cumplir la obligación de «generar una sociedad informada y promover la cultura de la información», para comunicar «la gestión a la ciudadanía desde todos los ámbitos».

Un año de espera

El pasado sábado se cumplió un año desde que el Ejecutivo acordó una declaración de intención de ayuda al Racing. 371 días en los que el Gobierno ha pasado de protagonista principal a colaborador, el convenio ha dado infinitas vueltas tras toparse una y otra vez con las «pegas» de los servicios jurídicos de Peña Herbosa, que se basaban, fundamentalmente, en la imposibilidad legal de firmar un patrocinio con una empresa que mantiene deudas con el erario público.

En aquella primera declaración de intenciones, el Gobierno planeaba inyectar liquidez durante la pasada temporada como principal patrocinador del club a través del Año Jubilar Lebaniego. La cantidad que se barajaba entonces ya rondaba los cuatros millones de euros, pese a que el Racing siempre aspiró a que la ayuda alcanzase los diez. Fue el principal caballo de batalla de las negociaciones entre club y Ejecutivo y donde nunca se llegó a un punto de encuentro.

Desde el principio, el Gobierno dejó clara su intención de enviar la propuesta al Parlamento de Cantabria para someterla a votación y no pillarse los dedos viajando solo en un tema siempre mediático y polémico como cualquiera que rodea al Racing. Ahí, las posturas de la oposición salieron a la palestra. El Partido Popular dijo que no se pronunciaría hasta recibir toda la documentación, aunque en un comité ejecutivo del partido quedó patente el sentir general contrario a la fórmula de financiación estudiada el Ejecutivo PRC-PSOE. Ciudadanos, por su parte, ni siquiera esperó a recibir toda la información para posicionarse. El parlamentario Rubén Gómez marcó un no rotundo a la propuesta. Y Podemos, explicó su intención de realizar una votación telemática entre los cántabros cuando tuviese toda la información sobre la mesa.

Pasaron las semanas. Los meses. Y el Consejo de Gobierno apenas trató el asunto. El Racing se cansó de esperar. Manolo Higuera inició una campaña para explicar que se trataba de «una inversión, no una subvención», mientras el Ejecutivo anunciaba que el convenio inicial debía rehacerse por las «matizaciones» jurídicas. El grito en el desierto del presidente verdiblanco lo escucharon los responsables de ITM, quienes se pusieron en contacto con el Racing para iniciar un proceso siempre desde la discreción y, mientras fue posible, en silencio mediático que ayer dio su paso clave. «Es uno de los días más importantes de la historia reciente del club», zanjó Higuera.