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Sergio Herrero
Domingo, 19 de marzo 2017, 16:53
La jornada fue un espectáculo por las calles de León. Y también, ya por la tarde, en el estadio, el ambiente en la grada fue magnífico. De Primera División. Para los cerca de 5.000 racinguistas desplazados sólo faltó la guinda para culminar la ... fiesta. Los festejos terminaron en tablas. Un empate a cero que deja a los cántabros a dos puntos del liderato que mantiene la Cultural Leonesa, pero cae a la tercera plaza tras la victoria del Celta B contra el Tudelano.
Los guiones estaban claros en el inicio. El equipo leonés se iba a mantener fiel a su filosofía de toque, mientras que el Racing optó por guardar y esperar. Madurar el choque. El conjunto cántabro estuvo cómodo. De hecho, la única opción visitante en la primera media hora fue un tiro de Gallar que atrapó Iván Crespo sin problemas.
El Racing se quitó, por momentos, el corsé culturalista. Sin embargo, en los minutos finales de la primera mitad, llegó la opción más clara para los locales. Samuel Llorca falló al despejar e Iván Crespo se comió el rechace. Por fortuna, la zaga racinguista fue capaz de arreglar el desaguisado a tiempo.
Tras el descanso hubo una opción para cada equipo. Primero golpeó el Racing. Un centro desde la derecha de David Córcoles fue rematado de cabeza por Dani Aquino. El balón, flojo, lo atrapó sin problemas Palatsí. Mucho mejor fue la acción posterior de los leoneses. Una buena jugada colectiva, aliñada con algunos errores defensivos de la zaga verdiblanca, terminó con el disparo de Benja, que se estrelló en el lateral de la red.
La Cultural Leonesa recuperó el dominio de la pelota y, en esos momentos de control, dispuso de una ocasión muy vistosa. Una gran jugada colectiva la culminó Julen Colinas con un remate que se marchó fuera, cuando lo tenía todo a su favor. El Racing, dolido por el susto y espoleado por su afición, no tardó en responder. Dani Aquino sacó un latigazo desde la frontal del área, que Palatsí tuvo que despejar con los puños.
El miedo a perder lo cosechado hasta entonces convirtió el partido en una batalla en el centro del campo, aunque el Racing intentó aprovechar esa fortuna de la que ha presumido durante gran parte del campeonato en los minutos finales de los encuentros. Con el más oportunista de sus futbolistas. Un centro desde la izquierda lo cabeceó Carlos Álvarez en una buena posición. Sin embargo, la pelota no vio portería.
El choque terminó en el empate a cero con el que empezó y aventura un tramo final del campeonato de infarto en la lucha de tres equipos por lograr el título de campeón de este grupo I de Segunda División B.
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