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Daniel Martínez
Lunes, 5 de junio 2017, 07:41
"Estos son los jugadores del Santander, que se enfrentan esta tarde contra el Villanovense", explicaba ayer a la hora del vermú una mujer que paseaba por el centro de Villanueva de la Serena a su madre, consciente de que pasaba algo raro. La señora, ... que tenía muchas pintas de hincha al fútbol, alguna idea tenía. Como todos en una localidad pacense en la que toda la semana no había otro tema de conversación. Su equipo jugaba contra el Racing. Acertó con la procedencia aunque falló con el nombre y la identificación de los chavales que vestían la camiseta verdiblanca. No eran los hombres de Ángel Viadero sino uno de los primeros grupos de aficionados que se desplazaron hasta Extremadura.
No fueron muchos. En total unos 150 entre los llegados desde Cantabria y los cántabros esparcidos por Andalucía, Madrid o Castilla-La Mancha. Clara minoría en un Romero Cuerda que se llenó para la ocasión. Quedaban algunos billetes en la taquilla antes de que comenzara a rodar el balón y en unos minutos se agotaron. Así que alrededor de 3.000 personas -en el modesto pero cuidado y algo resbaladizo campo de Villanueva tuvieron que instalarse gradas supletorias para responder a la demanda- ocuparon las localidades. Un lugar preeminente tuvo el jugador de la selección española de baloncesto José Manuel Calderón, también aficionado al fútbol. Desde el palco, como hace siempre que la competición se lo permite, el base de los Atlanta Hawks presenció la semifinal de la fase de ascenso a Segunda División.
Todos con el deseo de la victoria verdiblanca. Porque el rival del Racing en la segunda de la fase de ascenso a la división de plata del fútbol español comparten con los santanderinos los colores. Por eso los aficionados de ambos clubes que antes de comer se dieron cita en los alrededores de la Plaza de España no sabía muy bien si el grupo que se acercaba era o no de los suyos hasta que estaban a escasos metros.
Tres jóvenes seguidores del Racing, una pareja, otra unos minutos después, los amigos de Astillero que 'tunearon' su furgoneta con los motivos del club cántabro para el viaje a Extremadura... "Con el calor que va a hacer por allí lo mejor es verlo en casa", decía el sábado un aficionado en la barra de un bar. Como él muchos pensaron lo mismo. Y aunque pocos, al final eran más los visitantes, porque el domingo por la mañana era en Villanueva día de comuniones y no era plan de entrar a la iglesia con la camiseta del fútbol. Se la guardaron para después de comer.
Fútbol a 34 grados
El caballero de la barra también acertó con lo del calor. Hasta 34 grados se llegaron a alcanzar en las Vegas Altas de Extremadura durante el partido -no lo decían los termómetros de los vehículos, sino los oficiales de la Agencia Estatal de Meteorología. Más o menos lo esperado. "Hace fresquillo por aquí, ¿eh?", interpelaba un aficionado local a otro racinguista. Bromas y risas antes de entrar a la grada pero a partir de las 19.00 horas concentración absoluta. Tan ruidosa e incisiva con el árbitro como respetuosa con el rival. Se vio cuando el autobús del Racing aparcó delante del Romero Cuerda y empezaron a bajar los jugadores. Ni una mala palabra. Los agentes de la Policía Nacional, que esperaban otra cosa, fueron meros espectadores. Mejor para ellos y mejor para el deporte.
Ambos equipos llegaron al Romero Cuerda de Villanueva de la Serena alrededor de las 17.15 horas. A los de Viadero les recibieron casi más pacenses que cántabros. Unos 60 frente a la veintena de seguidores del club santanderino. En ese momento, la mayoría, que viajó en el día, todavía estaba concluyendo las más de seis horas de coche por la Autovía de la Plata. El 5% de verdiblancos del norte -hay que sumar un 0,03 más por el cámara de la televisión pública extremeña natural de Reinosa que no pudo animar porque estaba a otra cosa-, a pesar de estar en clara minoría, también se hicieron notar. El calor de 150 gargantas que subieron los decibelios cuando el Racing se acercaba a la portería pacense o cuando la mascota del equipo pasaba por delante.
A alguno ya casi no le queda voz para responder a la salida del Romero Cuerda a 'los otros verdiblancos'. "¿Habéis venido en autobús? ¿Cuánto habéis tardado? Es que tendremos que ir a Santander...".
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