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Marcos Menocal
Sábado, 17 de junio 2017, 08:19
Menos es más. Esta frase tan minimalista es la base de las teorías modernas sobre la preparación física en la actualidad. Hay momentos de la temporada en los que la exigencia es tan grande que los esfuerzos innecesarios sobran. Mañana es uno de ellos. "Entrenar ... por entrenar ahora no deja de ser una forma de perder energías", decía ayer Ángel Viadero ayer en la última rueda de prensa de la temporada previa a un partido en los Campos de Sport. Sus palabras fueron la explicación perfecta a la ausencia en La Albericia de Iván Crespo y a la retirada prematura del entrenamiento de Julen Castañeda. No sufren problemas destacables; el portero unas pequeñas molestias estomacales y el vasco, cansancio muscular. Sin importancia; de lo más habitual en este último tramo de Liga. El día anterior, en los Campos de Sport, enfilaron el vestuario antes de tiempo Granero y Beobide. El cansancio empieza a ser el enemigo.
"Llegamos muy bien a esta parte final", insiste Viadero por si alguien podía pensar lo contrario. El Racing jugará mañana ante el Barcelona B (18.00 horas) su partido oficial número 4. Lo que es lo mismo, prácticamente un año sin descansar. Los datos son muy similares a los de un equipo que juega en varias competiciones Liga de Campeones, varias rondas de Copa con una plantilla configurada para tales efectos. Con tanto compromiso de gran exigencia, las rotaciones y la profundidad de banquillo son las herramientas perfectas para dosificar el esfuerzo, pero en el Racing ha sido imposible. "Hemos tenido muchos problemas, muchas lesiones que han impedido poder equilibrar el trabajo", explicó el míster. Eso y una jerarquías muy claras en el equipo.
Ahora se trata de descansar para correr más rápido. No gastar. Este es el lema que Viadero y su cuerpo técnico han puesto en práctica desde hace unas semanas. Las últimas jornadas de Liga fueron el chivato perfecto para que el entrenador tomara conciencia de cómo gestionar la parte más importante del calendario. La acumulación de partidos dejó fuera de tono a jugadores vitales como Héber y Peña, hasta el punto que incluso ambos reconocieron la mejora que experimentaron una vez que descansaron.
El gallego purgó su exceso de minutos con algún partido en el banquillo, algo que le sucedió también al vasco. Con esos precedentes, el cuerpo técnico tiene claro el proceder a falta de una semana para que finalice la temporada. "Ahora es más importante realizar sesiones didácticas o analíticas que no exigir al futbolista un desgaste del que no se pueda recuperar".
Frescura, rapidez y ganas de que llegue el partido. Estas tres virtudes son las que en estos momentos están potenciándose en un Racing que está a las puertas del todo o nada. La Segunda División B es una categoría con mucha exigencia física y la importancia de evitar el sobreentrenamiento puede ser la clave de el resultado final. Por cosas como estas, a los aficionados no les cogió por sorpresa que ayer faltasen a «un entrenamiento muy suave» un par de jugadores titulares o que desde hace más de un mes no se contabilice una mañana dura y exigente. Gestión de esfuerzos, así es como lo llaman los nuevos gurús de los planes de trabajo.
Beobide y Granero
Con Beobide y Granero ocurrió lo mismo; ambos futbolistas han pasado a ser una de las piedras angulares del esquema táctico del Racing. A nadie se le escapa que los dos han pasado por problemas serios durante la temporada y por ello la precaución con ellos es máxima. Con los dos pivotes se da la curiosa circunstancia de que, por un lado, no se les fuerza nada para evitar cualquier riesgo y, por otro, su menor acumulación de partidos se traduce en una frescura futbolística que supone una mejora colectiva en el equipo. El valenciano regresó a cuatro semanas del play off, mientras que Beobide, que llegó a Santander en enero, a logrado la regularidad necesaria justo ahora que se le necesita más que nunca.
A partir de ahí, durante toda la semana este viernes no fue una excepción en el vestuario racinguista se ha hecho hincapié en la preparación física y emocional para el partido de mañana. Potenciar las virtudes y eliminar los defectos. "El equipo está curtido", añadió el míster. Supuestamente, la plantilla racinguista goza de una experiencia contrastada en partidos como el de mañana y en este tipo de factores puede estar la diferencia. "Ojo, la experiencia no es tener más años;puede que un chaval con veinte haya aprovechado bien el tiempo y otro con sesenta no haberlo hecho", detalló un Viadero que reconoció que su equipo "está capacitado para aportar lo que se necesita en compromisos de tanta exigencia y eso es hay que saber jugar con ello".
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