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El Racing afronta otro año de incertidumbres. Desconocedor como es, al igual que en 2015 y 2016, de si el próximo curso jugará en Segunda o en Segunda División B. Y en consecuencia condenado a aplazar la planificación deportiva a medio y largo plazo, como le ocurre desde hace ya un trienio en una compleja situación que ha debido gestionar mientras la directiva trataba de evitar la quiebra por la grave crisis económica que el club comienza ahora a remontar progresivamente.
Nada menos que nueve futbolistas terminan contrato a final de temporada, si bien algunos de ellos quedarían automáticamente renovados en caso de ascenso a la categoría de plata. Se trata de Óscar Fernández, Héber Pena y Raúl Domínguez. El resto se convertirán en agentes libres si no amplían su compromiso con el club y pueden negociar con cualquier otro equipo -incluso firmar- a partir del 1 de enero, para concatenar un nuevo contrato con el que terminan con el Racing el 30 de junio del año entrante.
A este grupo hay que unir la o las incorporaciones que el Racing tiene previsto formalizar en enero (también el día 1 se abre el plazo de inscripción de futbolistas en la Federación Española, que se prolongará durante todo el mes de enero), que previsiblemente rubricarán un compromiso de seis meses. La fórmula habitual en el Racing, y muchas veces la preferida también por los futbolistas que llegan en estas condiciones, es comprometerse hasta final de temporada con la opción de renovar el contrato de forma automática en caso de ascenso. Una política de la que Abdón Prats fue el año pasado el ejemplo más significativo.
A pesar de la dificultad ligada a la incertidumbre deportiva, la directiva trató este verano, escarmentada tras sus dos tentativas fallidas, de armar un proyecto a medio plazo. Para ello impulsó la 'operación retorno' de hasta cuatro futbolistas formados en La Albericia , todos ellos veteranos experiencia en Primera División, a los que firmó contratos más largos.
Son los llamados a formar el armazón del equipo incluso desde el punto de vista retórico, porque si en una demarcación tiene asegurados efectivos el Racing es en la del mediocentro. Borja Granero y Sergio Ruiz ya habían renovado hasta 2020, y este verano se contrató hasta esa misma fecha a dos futbolistas de gran peso específico con vistas a que pudieran ser también importantes en un hipotético Racing de LFP: Antonio Tomás y Quique Rivero. Dos futbolistas formados en La Albericia en generaciones diferentes que tras haber jugado en Primera y Segunda División regresaron a Santander para comandar junto a otros compañeros el proyecto de regreso a la élite.
También en otros puestos estratégicos el Racing ha adelantado trabajo. A Iván Crespo le restan dos temporadas y media de contrato, con lo que al margen de la edad del de Viveda, que acaba de cumplir 33 años y es tras Gonzalo de la Fuente y Álex García uno de los tres jugadores más veteranos de la plantilla, la portería está cubierta. De hecho, el cayonés Raúl Domínguez (otro relativamente veterano portero, este de la generación del 86) termina contrato el 30 de junio, pero figura entre los automáticamente renovados en caso de ascenso.
Por último, el jugador franquicia, Dani Aquino, también termina su compromiso el 30 de junio de 2020 después de que el Racing haya hecho un esfuerzo por mantener a su futbolista más determinante. Un Dani Aquino que además ha encontrado la estabilidad en Santander y ha mostrado siempre su predisposición a asentarse definitivamente en el Racing.
Hasta la misma fecha tiene contrato Pau Miguélez, el canterano con más cartel de la última hornada, y un año menos Juanjo Expósito. El de Ontaneda, que acaba de cumplir 32 años, no ha encontrado por el momento la continuidad y juego que esperaba en su vuelta al Racing, pero. Su regreso fue además una apuesta estratégica: firmó un contrato de dos temporadas, hasta 2019, pero con la opción de prorrogarlo e incluso de incorporarse al cuerpo técnico verdiblanco.
Muy diferente es la situación en la defensa. La línea al completo termina contrato el 30 de junio en lo que constituye un reflejo de la estrategia en esta demarcación. La directiva armó una zaga muy corta de efectivos y con jugadores veteranos a la espera de reconfigurarla por completo, o casi, en verano. Una vez se conozca el futuro deportivo. Tanto Córcoles como Gonzalo y Regalón (tres futbolistas que superan además la treintena) fimalizan su compromiso esta temporada, como le ocurre al donostiarra Julen. El lateral izquierdo, algo más joven que sus compañeros , llegó como Córcoles en verano de 2016, y su futuro deportivo puede depender del que tenga el propio equipo verdiblanco.
En cualquier caso, la permanente interinidad en la que vive el Racing desde el desalojo de la directiva 'okupa' el 30 de enero de 2014 provocará de nuevo muchos movimientos este verano, siempre condicionado, como los dos últimos años, a que el Racing consiga un objetivo que se ha revelado complejo: el ascenso a Segunda División. Para ello debe remontar los ocho puntos que le separan ahora del líder, el Mirandés, para afrontar la fase de ascenso con la ventaja y la doble oportunidad que le conferiría ser líder de grupo o, por el contrario, encomendarse a una complicada fase con tres eliminatorias. Al menos su presencia entre los cuatro elegidos para ese play off parece más o menos garantizada, pero el regreso al fútbol profesional es ya una urgencia histórica en los Campos de Sport.
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