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Quedan 21 puntos en juego y entre el primer puesto y el Racing hay ocho. En realidad son nueve, porque el actual líder del grupo, el Sporting de Gijón B, tiene el gol average particular ganado con los cántabros. Este escenario provoca que si los ... de Pouso hicieran un pleno, 21 de 21, a los asturianos les sería suficiente con sumar la mitad (más, uno para ser exactos). Es decir, los rojiblancos podrían permitirse hasta tres derrotas en lo que resta de Liga y aún así, el Racing no le daría alcance. Las matemáticas no son una opinión.
Y a este entramado de suposiciones hay que añadir lo que hagan -por otro lado- los dos equipos que le anteceden, Mirandés y Real Sociedad, con dos y tres puntos de ventaja respectivamente con respecto a los vediblancos. Se mire por dónde se mire lo de ser campeón de grupo se complica: «Está difícil, pero no imposible», aseguró ayer Sergio Ruiz.
El discurso de los jugadores, técnicos y directiva del Racing versa en torno a un deseo más que a un hecho firme -como no puede ser de otra manera-, aunque en realidad todos son conscientes de que esa posibilidad es más que remota; nadie puede descartar nada ni admitir que ya no es el objetivo, pero en realidad la plantilla piensa de otro modo: «Sentimos que nos está costando, que no conseguimos enlazar varias victorias consecutivas, pero no podemos descartarlo. Tenemos que pensar en sumar y hasta donde lleguemos», añadió Ruiz. Ese es el mensaje más contundente que se escuchó ayer en La Albericia. Nadie se atreve con un enunciado más tajante, con transmitir una seguridad apabullante como era norma hasta hace una semanas. Las dudas de puertas para dentro se han instalado y a pesar de que el intentar ocultarlas no resulta fácil. «Hay que ser realista y se ha complicado. Es evidente».
julen castañeda
Al Racing se le multiplican los enemigos; por un lado, ya no sólo es el Sporting B el rival a batir sino que el Mirandés y la Real Sociedad se han mostrado tan fuertes o más que él en este final de temporada. Por otro, lo que nunca pensó es que por detrás le amenazaran Gernika, Athletic de Bilbao B, Logroñés y Baracaldo. Cuatro equipos -el que más lejos a cuatro puntos- y le pusieran en peligro hasta la clasificación para el play off. Este último apartado es un clamor en el racinguismo, sin embargo entre los jugadores no quieren ni escucharlo. «No pienso para nada en no clasificarnos. El equipo tiene una plantilla perfectamente capacitada para ello», explica Julen Castañeda.
No hay duda de que lo que piensa el vasco coincide con el 95% -o más- de los racinguistas o, incluso, de sus propios rivales, no obstante los números empiezan a no ser tan fiables. «Todo va a depender de los próximos tres partidos. Ahí es donde vamos a ver dónde estamos y si realmente somos lo que creemos». Julen insiste en que «el Racing no puede dejar de priorizar el primer puesto. Eso es lo que siempre dijimos desde el principo de la Liga y eso es nuestro objetivo». El defensa, uno de los indiscutibles y sin recambio en el once inicial defiende su postura aludiendo a la calidad de sus compañeros. «Tenemos gente que ha toreado en plazas mucho más difíciles que esta; con mucha experiencia y confió en que esto pueda ser fundamental ahora que se acerca el final».
Siete partidos. Tan solo mes y medio para que finalice la fase regular y es el momento de rematar un trabajo que comenzó en verano. Algunos señalan el potencial de la plantilla, otros el calendario, pero los que de verdad conocen la categoría y la competición no dudan en afirmar que existe algo que marca la diferencia: el estado de forma y anímico. «El que mejor sepa llegar al final es el que saldrá victorioso. Hay que saber gestionar esa presión. Todos los equipos se juegan algo y el que se maneje mejor en un clima así, ganará», indica Sergio.
sergio ruiz
El cántabro, que pese a su juventud se ha convertido en uno de los pesos pesados del vestuario, admitió que «cuando no logras enlazar una dinámica de victorias consecutivas; si ganas pero luego empatas y vuelves a ganar, pero no sumas de tres en tres no terminas de escapar de esas dudas». Irregularidad, incertidumbre... Los términos que mas se repiten en la órbita racinguista desprenden temor. El entorno deambula entre la decepción y la sorpresa, ya que es complicado encontrar a algún racinguista que imaginase un final de Liga tan preocupante. «Se trata de estar fuerte al final», recuerda Julen Castañeda. Y ese final ha llegado. El equipo pasó un bache de resultados en el mes de noviembre, del que pudo salir más o menos airoso porque su rivales tampoco estuvieron finos. Las derrotas y la crisis de resultados no propició un distanciamiento tan grande con la cabeza ni tampoco que el resto de aspirantes se acercaran por detrás.
Esto último es, fundamentalmente, lo que ha cambiado radicalmente. «Es cierto que la Real Sociedad y el Sporting están muy bien, pero nosotros no podemos mirar para abajo. Dependemos de nosotros y si ganamos por abajo no nos cogerán», añade el lateral. Sus palabras suenan a un mensaje construido, artificial. Claro que es verdad -inequívocamente cierto-, pero la falta de convencimiento en muchas facetas del juego les hace ver peligro mucho más cerca que hace unas jornadas. «La segunda parte en Burgos nos invita a pensar que el equipo ha mejorado. No concedimos apenas una ocasión. Iván no tuvo que parar ninguna como otras veces y eso nos da confianza», señaló Ruiz.
Los jugadores buscan cualquier brote verde para desterrar los miedos y liberarse de presión. El Racing no gana un partido a domicilio desde el pasado 20 de enero, en Anduva, y esos datos son muy difíciles de contrarrestar para un conjunto cuya misión es ser campeón. «Mejoramos, pero no nos dio para ganar», puntualizó el cántabro La propia necesidad e inercia en este último tramo de Liga hace que el Racing «sea dominador del partido» -explicó Julen-. «Burgos puede ser un punto de inflexión para pensar que somos capaces de mejorar aún más y llegar a tope al play off», argumenta el mediocentro.
antonio tomás
No son pocos los puntos de inflexión que el equipo verdiblanco ha ido apuntando en el curso más irregular e inestable desde que pulula por la Segunda B y ninguno de ellos ha sido el definitivo; venció al Mirandés en su casa, sustituyeron a Viadero en el banquillo, logró la ansiada victoria por goleada (4-1 al Vitoria) y después, de nuevo, vuelta a las andadas. «Hay que ser mucho más fuertes. Me quedo con lo positivo y es lo que nos debe servir para seguir pensando en coger a los primeros y no pensar en los que nos persiguen y es que en Burgos nos nos vinimos abajo con el gol en contra y fuimos a por el partido», aseguró.
En resumidas cuentas, no hay mal que por bien no venga; el mantener remotas posibilidades de ser primeros puede descargar de presión a los futbolistas y permitir una mejora en el juego. «La presión ya sabíamos que la íbamos a tener, eso no es nuevo. Hay veces que nos afecta, pero sin ella no jugaríamos en el Racing. Ahora bien, si la sabemos gestionar mejoraremos mucho», concluyó Antonio Tomas.
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