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Raúl Domínguez, encaramado en una de las porterías de La Albericia analiza sus dos años en el Racing y la necesidad de ascender del club. Celedonio Martínez
Fútbol | Racing

«Si hoy silban 12.000, habrá que hacer que nos aplaudan 20.000»

El portero, de quien sus compañeros dicen que es el verdadero líder en la sombra del vestuario, piensa que «el peor enemigo que tiene el Racing es el propio Racing»Raúl Domínguez Portero del Racing

Marcos Menocal

Santander

Viernes, 27 de octubre 2017, 07:17

El líder en la sombra. Raúl Domínguez (Sarón, 1976) es un desconocido para muchos y una pieza imprescindible para otros. Llegó hace dos veranos para jugar y a día de hoy es el futbolista de la primera plantilla del Racing que menos juega, pero el que más juego da. Su personalidad transmite confianza y el respeto que genera alimenta la ilusión de un equipo obligado a ganar siempre. No le falta una sonrisa ni esfuerzo para seguir entrenando. Su madurez le permite vivir una situación dura con naturalidad. Es el primero en ayudar al compañero y pide «conductas positivas para si hoy nos silban 12.000 personas, mañana nos aplaudan 20.000». Ve más allá, se fija en los detalles. Es el líder de este Racing sin querer. Entre bambalinas.

-Se le ve sonriente siempre. Usted es de los que piensa que pase lo que pase, el estado de ánimo siempre ha de ser positivo...

-Estoy muy a gusto. Me gustaría contar con un poco más de protagonismo, pero al final el objetivo es el que tenemos todos en mente, el colectivo y luego ya los individuales. Es un club espectacular, las instalaciones, el entorno... Es un lujo estar aquí.

-¿Cree usted que últimamente se le está metiendo mucha caña al equipo?

-Veo un poco el ambiente enrarecido. Entiendo que se nos critique pero esa crispación , esas críticas, esa negatividad... Yo personalmente prefiero escuchar palabras de entusiasmo y positivismo.

-Usted nació en Cantabria ¿No le sorprenderá la presión que gira en torno al Racing?

-Debemos ir a todos los campos a ganar, no sólo en El Sardinero. Esa presión es buena. Imagínate que te silban 12.000 personas, pero si le das la vuelta a la tortilla y llenas el campo te van a aplaudir 20.000. Está en nuestra mano; depende de nosotros y un poco de todos; de nosotros, de los medios de comunicación, de la masa social y de ir todos en la misma dirección y en esa línea de positivismo.

«Todo pasa por ascender, pero hay que disfrutar porque si no la apatía se transmite y es peor»

-¿Le parece injusto el ambiente que se vive este año alrededor del equipo?

-Creo que se compara demasiado. Una temporada con otra y un equipo con otro. Hay que ir mejorando día a día. Se pueden hacer las cosas mucho mejor. Por ejemplo, el otro día hicimos las cosas bien, pudimos ganar más fácil y al final casi perdemos. Luego ganamos y la gente se fue suspirando. Todo pasa por la necesidad de ascender, pero el ascenso pasa por un día a día muy duro, pero también hay que disfrutar de ello porque si estás apático y triste eso se transmite.

-¿Por qué juega tan mal el Racing?

-La verdad es que no sé que puede haber pasado. La gente vino con mucha chispa en pretemporada y luego se apagó. Hay algunos a los que les está costando ponerse bien del todo y que no están a su mejor nivel. Mientras esto llega hay que ir ganando puntos; estamos en esa línea de ir de menos a más. En estos dos últimos partidos en casa, a pesar de que ha costado mucho ganar se vio que hay solidaridad y se sacaron adelante. Con fe y y con esa dosis de suerte se consiguió. Yo creo que si se transmiten cosas chulas, de ser valientes y de ir a por los partidos se pueden conseguir cosas buenas. Es lo que le gusta a la gente.

-Grupo II de Segunda B. Al Racing parece que le han cambiado el paso ¿Está reñido jugar bien con ganar en esta categoría?

-Tú dices: '¿A qué juega este o a qué juega el otro?' Realmente los equipos juegan a ganar y ya está. Son partidos con pocos goles, muy cerrados en el Grupo II. Hay que hacer todo lo posible para estar cerca de la victoria.

-Le costó regresar a Santander y jugar en el Racing. Volvió para ser titular y no fue así, ¿cómo se lleva eso?

-A pesar de ser de aquí y estar en el Guarnizo tantos años nunca jugué en el Racing. Siempre pensé que algún día jugaría en el Racing. Me llegó ese día y para mí es un lujo estar aquí. Sí es verdad que cuando vuelves lo haces con unos objetivos y me encontré una situación que hay que vivir. Afortunadamente he pasado por muchas situaciones; estar sin jugar, estar sin equipo por aquí y por allí... Estar en Primera, en Segunda o estar lesionado. Hay que saber llevarlo con naturalidad. Para mí el año pasado fue raro. Hubo una fase de la temporada que el equipo lo hacía tan bien que aunque no jugases era una pasada. Luego sí es verdad que no lo hacía tan bien y te daba rabia verlo y encima estaba sin jugar. Es duro no competir, pero hay que llevarlo con naturalidad y ayudar al grupo. Mi idea era ponérselo más difícil a Iván.

«Todos debemos ser líderes. Eso significa ayudar al de al lado. Nos necesitamos todos»

-Psicológicamente es difícil entrenar duro y saber que o pasa algo raro o será suplente ¿Cómo lo lleva?

-El jugador tiene dos opciones: la primera es protestar y decir que esto es una mierda y el entrenador me tiene manía. Y la segunda decir voy a mejorar, voy a exigirme a tope y a progresar y terminar jugando.

-A usted le trae Ángel Viadero, es él el que apuesta por usted. Sin embargo, una lesión se cruza en su camino y un compañero le adelanta. Después, usted pasó a ser el segundo.

-Yo a Ángel Viadero le estaré eternamente agradecido. Está claro que me gustaría jugar mucho más pero esto es así. Ahora mismo Iván lo está haciendo muy bien y no se va a meter en un debate o en una crítica por una cosa que de momento... Iván está demostrando que lo está haciendo bien y ya está.

-Entonces, la clave es exigirse.

-Vivimos en un mundo que se juzga mucho, se etiqueta mucho. Se trata de competir y exigirse cada día. Eso será bueno para uno y para el equipo. Nadal compite consigo mismo, Federer compite consigo mismo y nosotros debemos hacer algo así. El Mirandés o el Burgos son nuestros rivales, pero el mayor enemigo somos nosotros mismos. Cuanto más nos exijamos mejor.

«Puedes pensar que todo está mal, que el entrenador te tiene manía o cambiarlo todo»

-La gente que conoce el vestuario del Racing lo tiene claro. Todos dicen que usted es el líder en la sombra de la plantilla.

-Cada uno tiene que ser líder; saber en qué es bueno y ayudar a los demás. Siempre hay un rol en todos los grupos y estoy a disposición de lo que me pidan. Yo también dependo de los demás, el portero depende de los compañeros para que no le tiren a puerta. Todos dependemos de todos.

-¿Acepta ese rol de líder?

-Todos debemos ser líderes. Esa palabra de líder es ayudar al de al lado. Todo el mundo ha ayudado a alguien y eso es bueno en un grupo.

-En el play off pasado, el portero del Rayo Majadahonda cometió un fallo y usted fue el primero en ir a consolarlo al finalizar el partido, ¿qué quiso hacer con ese gesto?

-Todos hemos fallado. El primero que sabe que se ha equivocado es él. Para ellos jugar en el play off era un premio. Todos nos hemos sentido como él alguna vez.

-Está contento, está a gusto, pero su deseo será jugar mucho más. Le acaban de renovar, ¿qué pensaría si sigue siendo suplente?

-Por supuesto que lo que quiero es jugar. Mi objetivo es grupal, si todos estamos bien todos parecemos mejores. Al final dependemos unos de los otros. No he pensado en no jugar.

«He vivido situaciones peores; estar sin equipo... Hay que llevarlo con naturalidad»

-Ya que usted es el líder, también será un poco el jefe ¿Qué le dijo a Aquino tras hacer un corte de mangas y a Granero después de tocarse las partes nobles el pasado domingo en El Sardinero? ¿Cómo vio usted esos gestos?

-Son consecuencia de la rabia, de la crispación y de ver que las cosas no te salen. Llevas cosas dentro y estallas. Todos somos humanos, pidieron disculpas y hay que ser humildes. Los dos saben que se equivocaron. Hay que disculparles y no fusilarles. No nos gusta y deberíamos ser modelos como muchos futbolistas que ha habido en el Racing y que daban ejemplo. O como Iniesta que es un modelo, pero hay veces que se pierden los nervios y ese tipo de conductas afloran. Voy a muerte con los dos y espero que con las disculpas todo quede en una anécdota.

-A Raúl Domínguez se le conoce poco, ¿cómo es un día en la vida del líder del Racing?

-(Risas) Actualmente estoy estudiando en la Universidad del Atlántico. Acabaré el año que viene porque me lo he programado para hacerlo así. Me levanto muy pronto, a las ocho de la mañana entro y luego vengo a entrenar. De 14.15 a 16.15 horas tengo otra segunda sesión de clases y luego para el pueblo a disfrutar de los amigos y a estudiar. A pasarlo bien en el poco tiempo libre que nos queda.

-¿Se ve usted en algún sitio que no lleve el deporte relacionado?

-A día de hoy no. Estoy en donde quiero estar, quiero jugar al fútbol y sí que en un futuro me gustaría estar en el entorno de un club como este. Aquí hay un potencial tremendo, las instalaciones, la historia... A mi me gustaría estar en el futuro en un club de cantera. Más allá del rendimiento de un primer equipo creo que lo más satisfactorio es ver cómo progresan los niños. En el primer equipo siempre es donde más recursos hay, pero el fútbol es la base. No sólo aquí. En Cantabria hay un potencial enorme. Me veo en un club cuando acabe de jugar al fútbol y me gustaría que fuera aquí, pero siempre andas con la maleta preparada por si acaso.

-A usted le gusta leer y estar preocupado por lo que le rodea. Jugó en el País Vasco y tiene experiencia con temas delicados, ¿qué le parece lo que está ocurriendo en Cataluña?

-Es una pena que nos estemos pegando. Mi opinión es que el problema está en la educación. No debería pronunciarme, pero creo que el problema radica en la educación. No es bueno ni para España ni para Cataluña llegar a estos extremos. Hay un largo camino y por ahí deberíamos empezar.

-En un vestuario a veces fallan los líderes y en la vida política y social también ocurre.

-Creo que se habla más de lo que se escucha. Tenemos una boca y dos orejas y deberíamos escuchar el doble de lo que hablamos. Se debería saber qué es lo que se necesita. Hay más de dos millones de personas que quieren la independencia en Cataluña y se debería escuchar a todo el mundo y no imponer reglas porque sí y punto. Ellos mismos pueden solucionar el problema mejor.

-Los abuelos decían: 'este niño es muy leído y muy viajado'.

-Se aprende mucho viajando. Aprendes otra cultura, mentalidad, inquietudes. Lo que puedes pensar al estar en el pueblo metido es una cosa y lo que piensas una vez que has viajado a Madrid, juegas en Euskadi, convives con gente de aquí y de allí... Es muy enriquecedor. Basándote en el respeto y en las opiniones y teniendo unos valores es siempre muy positivo escuchar a la gente.

-¿Qué se dice del Racing por ahí fuera?

-Pues a mí personalmente me tocó coincidir todavía con el Racing en Primera con aquellos enfrentamientos del Pacto de Llanes entre el Racing y el Sporting de Gijón... Y después, a raíz del descenso y de la crispación y de que los años extradeportivos estallaran, de que los temas de Alí Syed situaran al Racing en primera plana pues todo cambió. Creo que el plante ante la Real Sociedad de Copa del Rey fue clave. Ese día la gente, no sólo de Cantabria, no dejó de hablar del Racing. La afición se unió más que nunca, yo lo veo aún. La gente está más con nosotros que cuando estábamos en Primera. Desde fuera de Cantabria ven una afición y un campo de Primera, pero es verdad que ahora tenemos que visitar campos muy humildes porque es la categoría en la que estamos y eso no se puede cambiar. Nos hemos merecido esto por la gente que estuvo en el club y que hizo lo que hizo. Es como todo, el trabajo de cantera cuesta muchísimo y en dos días lo puedes echar abajo como ocurrió. Y que tenían el club abandonado y daba sensación de tristeza. El Racing desde fuera suena a Primera. Actualmente sigue sonando.

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