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Un aforismo dice que el fútbol es un estado de ánimo. Una frase que a veces se queda en lugar común y otra destila ingentes cantidades de realidad pura. De ser así, el Racing necesita terapia, y mucha, después de que la goleada encajada el sábado en Lezama haya servido para diagnosticar el mismo problema que ya padecía el Racing antes de la destitución de Ángel Viadero: Al menor contratiempo, especialmente en forma de gol en contra, el equipo se viene abajo y se ve virtualmente incapaz de revertir la situación.
Así lo observa la directiva y así lo reconocen a regañadientes muchos futbolistas. Así lo vio el anterior entrenador y ha detectado el nuevo, un Carlos Pouso que trata de proteger a sus futbolistas. Él mismo ha reconocido que el equipo «no está bien» y que acusa demasiado los golpes. Trata de proteger a los futbolistas e incluso pide que no se les insufle más presión; no les ve anímicamente fuertes. Por lo visto en Tafalla ante una Peña Sport en descenso (empate a uno) y Lezama (3-0 en contra del filial del Athletic), el Racing sigue sin encontrar el modo de recuperarse cuando se encuentra con una situación encontrada. Lo dijo al llegar, lo evidencia en la distancia corta y lo repitió el sábado al final del partido, en la sala de prensa de Lezama: «Cuando hay tanta presión es normal que sucedan estas cosas pero no podemos permitirlo. Yo tengo que intentar que esto no vuelva a pasar».
Él entrenador también vio cómo el equipo se venía abajo tras encajar un tanto, en concreto el 2-0, después de haber hecho los mejores 20 minutos del partido: «Se lo he dicho a los jugadores en el vestuario. No podemos permitirnos bajar los brazos».El equipo está «tocado y un resultado de 3-0 duele. Tú haces lo mismo y pierdes 1-0 y al final la gente igual hasta te aplaude. ¿Qué queréis que os cuente, las mil y una noches?».
Ayer la sensación no era muy distinto en las Instalaciones Nando Yosu, donde coincidieron el entrenamiento regenerativo del primer equipo y el partido del filial frente al Racing B. «Espérate a ver si entramos en el play off; si nos da para ser cuartos», decía ayer un aficionado a otro en La Albericia durante el partido del Racing B en las Instalaciones Nando Yosu. En el fútbol se vale tanto como el último partido, por tirar de otro sofisma. Y esta semana el Racing no vale mucho, aunque ya tiene nueva consigna: reivindicarse el domingo ante el Vitoria (Campos de Sport, 17.00 horas), para recuperar la moral y la autoconfianza, lo que incluso dentro del club se considera de forma casi unánime uno de los grandes problemas.
Más prudentes se muestran los propios futbolistas, protagonistas últimos de la situación y que se enfrentan a la dificultad de juzgarse públicamente a sí mismos, pero a pesar de la mala fortuna sufrida en Lezama, reconocen el problema que atenaza al equipo cuando encaja un tanto (en el caso del Athletic B, el segundo) y los difíciles momentos que atraviesa en algunos partidos.
Manolo Higuera, Presidente del Racing
Evidentemente los palos como el de Lezama dejan a todo el mundo tocado, pero esto no admite cuentos. Esta semana empieza otra vez y el domingo hay otro partido. Como se puede ver ningún equipo gana fácil y las distancias están muy ajustadas, así que hay que seguir luchando para ganar cada domingo». Este es el primer mensaje que lanza el presidente, ManoloHiguera, que no oculta la fragilidad anímica que a día de hoy atenaza a sus futbolistas: «El equipo no aguanta el más mínimo golpe.Es algo que lleva pasando de forma reiterada durante todo el año. Al primer golpe al Racing se le hace el partido cuesta arriba. Parece que se ha caído el mundo y es algo que hay que hacerse mirar.En primer lugar, evidentemente, los futbolistas».
Algo de lo que no culpa al psicólogo del equipo: «En la estructura del Racing hay una persona que se dedica a hacer el trabajo psicológico del equipo y hasta ahora lo está haciendo muy bien.Creo que ahora mismo es una cuestión más de que el futbolista se desbloquee que otra cosa».
A su juicio, uno de los desencadenantes de esta situación –que no la única– es la presión a la que están sometidos los futbolistas: «En una competición tan dura como esta, porque la gente no es consciente de lo dura que es la Segunda División B, la presión que hay alrededor de cada partido no puede o no debe ser tan importante como la que estamos sufriendo, porque en el fondo nos penaliza. Que el futbolista se venga abajo cada vez que hay una acción negativa en el partido penaliza al Racing».
Aun así, le presidente quiere ser optimista, aunque ayer en La Albericia no le resultara sencillo: «Llevamos mucho tiempo así, pero ayer he visto mejora hasta que hemos recibido el segundo gol. Lo que hace falta es que la mejora se reitere y que los minutos buenos pasen de ser 25 a 65.Con eso nos tiene que dar para ganar muchos partidos».
Porque al margen de ver a la plantilla atenazada, reivindica que «durante los 25 primeros minutos de la segunda parte elRacing fue absolutamente superior. Tuvo tres ocasiones que no acertó y en la siguiente, después de nuestra ocasión más clara del partido, el Bilbao Athletic hizo gol. Ahí sí se acabó el partido. El equipo pierde totalmente el rumbo, se desorganiza y se convierte en un flan».
«Yo el sábado, sinceramente, creo que hemos tenido los mejores minutos de las últimas semanas y casi meses, pero seguimos teniendo errores especialmente en defensa, que no nos permiten aguantar los partidos con la portería a cero. Eso nos está penalizando mucho. Sinceramente creo que en Lezama el fútbol fue muy cruel con el Racing», insiste Higuera. «Yo lo que quiero es que el equipo repita las cosas que hizo bien ayer, pero en vez de 25 minutos el mayor tiempo posible. Y si recupera a la gente que está mal y a la que ayer no ha estado –Dani Aquino, Óscar Fernández– se tiene que convertir en un equipo peligroso».
«Lo mismo que llevo tiempo diciendo que con lo que estamos haciendo no nos da, creo que con esos 25 minutos sí que nos da si somos capaces de hacerlo durante más tiempo –reflexiona el presidente–. Después de un 3-0 en el que no hay paliativos, creo que hay que hacer una lectura positiva, y es que elRacing, esos minutos buenos, hizo cosas que no estaba haciendo hasta ahora y que nos hace tener cierta esperanza en que las cosas mejoren».
Víctor Diego, Vicepresidente
Hemos entrado en una dinámica de resultados que lógicamente hace perder la confianza», reconoce Víctor Diego: «Los jugadores están preocupados y tienen mucha presión encima, porque ven que no ganan partidos.Venimos de una dinámica en los dos últimos años, o al menos durante un año y medio , en los que ganábamos y empatábamos casi todos los partidos, y especialmente después de eso las derrotas duelen y escuecen y hacen que la gente pierda algo de confianza», reflexiona el vicepresidente. «Tenemos buenos jugadores y un buen entrenador, solo nos hace falta un bien partido para recuperar la confianza y que todo cambie, porque tenemos calidad y jugadores para hacerlo.Lo digo porque ya lo han demostrado, porque somos tan buenos como lo hemos sido», insiste. Reitera además el mensaje de prudente optimismo que se intenta transmitir: «En Lezama, aun perdiendo se han hecho algunas cosas mejor, por ejemplo, que en Tafalla. Por momentos jugamos, dominamos e hicimos ocasiones»
Tuto Sañudo, Presidente honorario
Anímicamente no pueden estar muy fuertes porque la situación es la que es». Sañudo, que viaja en el autobús con los propios futbolistas y acostumbrado a esa convivencia, no detecta un decaimiento general, pero sí, y especialmente durante el partido, «poca confianza en lo que ellos mismos hacen.Los rivales comienzan el partido con miedo, pero después se les suben a las barbas. Tras el partido vuelven como siempre, pero la procesión va por dentro», explica. «Creo que es una cuestión de fortaleza mental; de que ellos mismos sean capaces de decir: ‘Hasta aquí hemos llegado y a partir de ahora, vamos a muerte y vamos a ganar’». Ve, en definitiva, un equipo que se viene abajo cuando el partido se tuerce: «Les cuesta creerse que lo pueden hacer bien. Y sí que pueden. El Racing tiene una gente muy válida, pero con mucha falta de confianza. Hay que recuperarla y eso tienen que hacerlo ellos mismos». Su receta es sencilla: «Hace falta más serenidad y autoestima».
Javi Cobo, Futbolista
La perspectiva no es muy diferente entre los futbolistas. «¿Qué nos pasa? Sinceramente, no lo sé. No lo puedo explicar, porque creo que proponemos cosas y que lo hemos hecho bien –en referencia al partido del sábado– en algunas fases del juego, pero al final el resultado no nos ha beneficiado». Javi Cobo no es ajeno a la realidad, pero reconoce que derrotas como la de Lezama desgastan. «No estamos desanimados, pero claro, situaciones como esta afectan.Empiezas bien, parece que estás en el partido y de repente te encuentras con otro gol de ellos... No es que echemos los brazos abajo, pero es verdad que a veces parece esa la sensación», reconoce el canterano. Todo pese a coincidir en un análisis puntual del partido del sábado que al menos en cuanto al consumo interno parece unánime: «Hemos empezado bien; estábamos cómodos en el campo, pero luego nos han metido ese gol al final de la primera parte. La segunda ha sido muy buena durante los primeros 20 minutos, pero después del segundo gol, que es un rebote, nos venimos abajo».
Óscar Fernández, Futbolista
Todo el mundo me lo pregunta: ‘Tú que estás dentro, ¿qué ves que falta al equipo?’. Y no sé decirlo. Nos faltan tantas cosas que no sabría decir cuál es la clave o cómo definirlo», admite el de Renedo. «Puede ser que estemos un poco tristes porque no te salen las cosas, porque somos el Racing, porque queremos quedar primeros y porque este año no nos va como queremos. Vamos terceros y parece que no llegas nunca a ese primer puesto que es el objetivo, pero lo único que nos queda es seguir trabajando y a ver si la semana que viene ya podemos ganar, y de una vez con un poco de contundencia en casa, que eso nos dará ánimo para seguir», resume. En cuanto al partido del sábado y el naufragio del tramo final, coincide en la reflexión: «El Racing me ha gustado durante los primeros setenta minutos, sobre todo al comienzo de la segunda parte, pero con el resultado a favor ellos se vienen arriba psicológicamente y nosotros abajo. Y sí que es verdad que los veinte últimos fueron muy malos».
Quique Rivero, Futbolista
No se puede acabar así el partido, a pesar de que perdamos 2-0». Son palabras de Quique Rivero. «¿Si estamos mal o desanimados? Esa es la sensación que se te queda después del 2-0 –reconoce–, pero antes de eso creo que había sido un partido –el de Lezama– normal, incluso bueno en algunas fases. Lo que pasa es que no podemos terminar así». El de Cabezón de la Sal reconoce que el Racing atraviesa problemas tanto futbolísticos como anímicos: «Lo que nos falta es juego. Al final no se trata de hablar de intensidad, de huevos o de otra cosa... Eso no es fútbol. Nos falta fútbol y nos falta confianza.Y eso lo tenemos que compensar con tramos como el de la segunda parte para crecer a partir de ahí. Porque sin fútbol, sin dominio, no vamos a salir de esta situación». Una situación que de todos modos ve factible revertir: «Por supuesto que se puede, ¿por qué no?». No se basa solo en el partido del sábado, en el que a su juicio también faltó «acierto de cara a gol» y fortuna, en la línea de sus compañeros.
Álex García, Futbolista
Alex García va más allá y advierte del peligro de una situación que de una forma u otra ya admiten todos los estamentos verdiblancos: «No nos puede pasar esto porque nos estamos acercando a unas fechas importantes por todo lo que significa. Estamos ya en las últimas jornadas, cerca de la fase de ascenso y nos están pasando cosas que desde luego en un play off te matan a la primera. Tenemos que ser conscientes de la altura a la que estamos». El de Beranga no detecta un bajón anímico instalado en el vestuario, entre los jugadores de la primera plantilla, sino situaciones que atenazan al equipo durante los partidos y que lo desmadejan: «De mentalidad veo bien al equipo. Entrenamos bien, estamos siempre mentalizados y motivados para el partido y con ganas de sacarlo adelante, pero luego se producen acciones puntuales que nos sacan del partido y que nos están matando.Hay que espabilar y ponerse las pilas; este mismo domingo es una buena oportunidad. El equipo tiene que reaccionar».
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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