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¿Y si la electricidad nos saliera gratis?

¿Y si la electricidad nos saliera gratis?

El coste de la luz se ha desplomado un 36% por el último temporal, que permite usar más renovables

josé m. camarero

Martes, 17 de mayo 2016, 12:01

En el más idílico de los mundos, el viento, las lluvias y el sol servirían para generar toda la electricidad que un país meteorológicamente tan diverso como España necesita cada día. El pasado 8 de mayo el sistema eléctrico rozó ese nirvana: el coste de generar energía cayó hasta los 5,4 euros por megavatio/hora (Mwh). Un mínimo histórico que nunca antes se había registrado y que abre la posibilidad a que, si se mantuviera esta tendencia, crear luz resultaría muy barato... e incluso podría ser casi gratis.

La evolución del precio de la electricidad se encuentra íntimamente ligada a las condiciones atmosféricas: cuanta más lluvia caiga y más viento arrecie, más se activan las centrales eólicas e hidráulicas, las que abaratan los precios en el mercado diario (el pool) de invierno. Así sucede todos los años por estas fechas, pero la sucesión de temporales las últimas semanas ha depreciado ese coste «de forma anormal», sostiene Juan Luis López Cardenete, profesor de IESE. Y es que es poco habitual que en jornadas como la del 8 de mayo el 60% de la producción provenga de renovables. Esta primavera convulsa que vive el continente ha permitido que en países como Alemania se haya superado una producción verde que ya ha cubierto el 90% de la demanda.

Los últimos registros demuestran un desplome en los precios de generación en el primer cuatrimestre, que en el caso español ha sido superior al 36% con respecto al mismo periodo de 2015. En abril, el coste del megavatio/hora ha caído 20 euros comparado con 12 meses antes, en marzo 16 euros y tanto en enero como en febrero 15 euros.

Esta realidad también la está viviendo toda Europa. Y ha permitido que en Alemania el precio de generar electricidad haya caído hasta los 25,11 euros por Mwh, en Francia, a los 28,74 y en los países escandinavos, a los 23,90 euros. «Es el reflejo de la realidad que ahora vivimos», indica José Luis López Cardenete, «al igual que cuando suben». Sin embargo, los consumidores no lo están percibiendo en esas proporciones mientras que las compañías del sector comienzan a verse afectadas en sus resultados corporativos. Aunque una y otra realidad tienen su propia explicación.

La factura subirá hasta un 15% el resto del año

  • El estado casi zen en el que hoy se emiten las facturas de electricidad puede llegar a su final en pocas semanas. Después de un primer cuatrimestre con precios en mínimos, los recibos comenzarán a subir y no lo harán de forma demasiado moderada. Ha sido tan profunda la caída que cualquier repunte implicará mayor esfuerzo para los usuarios.

  • Los futuros del mercado eléctrico productos bursátiles que anticipan con su cotización cuál puede ser el coste de generación de la luz en varios periodos prevén que, entre julio y septiembre, el coste medio del megavatio por hora será de unos 44,50 euros. Luego bajaría hasta los 42,90 euros, aunque sería en el último trimestre, según Omie, el operador del mercado.

  • Si se confirman estos datos, los ciudadanos acogidos al precio regulado podrían pagar, de media, hasta un 15% más de lo que lo están haciendo ahora en la parte del consumo de su tarifa, que se corresponde con un tercio del total.

  • La expectativa pasa por que ese coste «se incremente de los 24 euros actuales a los 40 en el tercer y cuarto trimestre del año», anticipa Pedro González, de Unesa. En cualquier caso, el director de regulación de la patronal también estima que, en base a ese mercado de futuros que cambia diariamente, 2015 finalizaría con un precio medio de 37 euros frente a los 50 euros del año pasado. Es decir, con una reducción del coste de generación del 25%, lo que supondría una rebaja de la factura del 7,5%.

  • Otros expertos, como Joaquim Pereras, explican que «la previsión de precios para el próximo año se encuentra en los 41,90 euros». Sostiene que «a medio plazo, el precio de la energía debería descender, aunque si lo hace será dentro de un entorno en el que la coyuntura ya es de costes bajos».

  • Después de que el año pasado se registrase uno de los costes más elevados del sistema la baja pluviosidad y las temperaturas estables impidieron reducir los precios por el uso masivo de ciclos combinados y térmicas, los cálculos del mercado esperan precios mucho más estables a dos o tres años vista 42,50 euros en 2017, 42,30 euros en 2018 y 42,30 euros en 2019. No serían cotas tan elevadas como las registradas en los últimos años, pero tampoco tan bajas como las de los cuatro últimos meses.

En el hipotético caso de que producir electricidad saliera prácticamente gratis sería en una jornada plagada de inclemencias meteorológicas, la factura mensual nunca sería de cero euros. López Cardenete recuerda que al tener incorporadas unas partidas fijas, el importe a pagar «no depende solo del pool, sino también de costes que se pagan a determinadas centrales para garantizar que exista energía disponible en cualquier momento», por si las renovables no tienen capacidad de funcionamiento. Se refiere este profesor a las térmicas o a las de ciclo combinado, fuentes de electricidad mucho más caras que las verdes por eso siempre que es posible el sistema toma la luz de las eólicas, hidráulicas o solares, pero necesarias para sostener la demanda las 24 horas del día, independientemente de lo que anuncie el hombre del tiempo.

En los hogares acogidos al precio regulado (PVPC), apenas un 30% de su coste depende del mercado diario en el que la luz ha caído a registros históricos. Porque el otro 70% lo constituyen los pagos por capacidad, el servicio de interrumpibilidad o los impuestos, entre otros muchos conceptos inamovibles. Por ejemplo, el desplome de la luz en lo que va de año un 36% hasta abril se habría traducido ya en una bajada del recibo «de entre el 10% y el 15%», según Pedro González, director de Regulación de Unesa, la patronal del sector eléctrico. Este experto recuerda que «las tecnologías que están entrando a funcionar son las más baratas», aunque también indica que existe «una depresión generalizada del coste de las materias primas» que nutren muchas de las centrales consideradas más caras, lo que influye de forma más contundente en la caída de precios.

Ante este entorno tan cambiante, los titulares de contratos con las eléctricas siguen distintas alternativas para ahorrar.«Cada vez hay más gente que está en el mercado libre y que se aseguran un precio para todo un periodo, como puede ser un año», recuerda González. Otros optan por mantenerse en el mercado regulado, en el que la parte de consumo del recibo ha caído casi un 40% en el último mes. Para Joaquim Pereras, director general de la consultora Ipsom, los clientes domésticos «deberían analizar si la potencia que tienen contratada es la que realmente necesitan». Y aporta un dato: habitualmente, de los 150 gigavatios que se encuentran instalados en España, se demandan solo unos 100. Para una familia de cuatro personas «lo normal es que la potencia se encuentre entre los 4,6 y los 6 kilovatios», estima este experto. Y al rebajar la potencia, los costes fijos descienden, independientemente de cómo se comporte el mercado diario de luz.

Las eléctricas lo pagan caro

El beneficio que supone para los españoles ahorrarse 24 euros en lo que va de año a razón de seis euros al mes, sobre una factura de 60 euros por este nuevo contexto e precios, implica a su vez un perjuicio para las grandes compañías del sector. «Este proceso tiene un impacto en ellas porque recaudan menos, pero también es cierto que todas utilizan tecnologías más baratas», explica Pedro González.

Los beneficios de Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa en España se han visto resentidos por la tendencia de precios bajos. Sus resultados han descendido una media del 8%, aunque cada caso es diferente. «Al centrarse sólo en España, Endesa es la que sale más perjudicada», afirma Xavier Cebrián, gestor de GVC Gaesco. Por el contrario, «la diversificación geográfica y de negocios en Iberdrola le permite aguantar mejor». En el caso de Gas Natural, recuerda que su nuevo plan estratégico permite «compensar la caída del resultado debido a la evolución del pool con la optimización de costes que ha planteado».

Aunque los intereses según cada fuente de energía resultan diferentes Iberdrola tiene más presencia en renovables, Gas Natural en ciclos y Endesa en térmicas los expertos afirman que, para que España siga beneficiándose de los temporales en la factura, es necesario ajustar los costes de las centrales que aportan estabilidad en el sistema.

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