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María Ángeles Samperio Martín
Martes, 20 de diciembre 2016, 07:13
Sniace ha vuelto a la producción ayer mismo después de que se colocara la nueva turbina y se dieran los pasos previstos para la puesta en marcha del motor que se había paralizado la pasada semana frenando así la actividad fabril.
Los trabajadores regresaron ayer ... a su tarea productiva ya que estos días de parón han estado ocupados en tareas de mantenimiento y reparación o han tenido vacaciones. Desde ayer vuelven a estar ya dentro de la dinámica productiva habitual desde que la fábrica volviera a abrir y a ponerse en marcha tras más de tres años de cierre.
El esperado motor para la turbina de la factoría cántabra llego por carretera procedente de Italia el pasado miércoles, aunque su origen era la base operativa americana de General Electric en Houston
La avería de la única turbina en funcionamiento de la planta de cogeneración, que produce electricidad y vapor para el proceso de fabricación de celulosa, se detectó el miércoles día 7, lo que obligó a paralizar la actividad. Este cese ha sido necesario al no estar todavía operativa la central térmica de carbón, una fuente de energía que se utilizaba históricamente en casos imprevistos como el que ha ocurrido con la avería de la turbina. Se calcula que el uso del carbón será posible a finales de año o principios del próximo.
Dos meses después de su reapertura, Sniace emplea ya a unos 240 trabajadores, según fuentes sindicales. En este periodo la fábrica ha logrado vender en el mercado chino 3.000 toneladas de celulosa. El proceso de puesta en marcha se espera que quede completado a mediados del próximo año con el arranque de la fábrica de fibrana.
La plantilla se mostraba optimista ante la resolución del problema en el tiempo previsto puesto que lo principal es que la producción se realice según las previsiones para hacer frente a los pedidos.
Parece lógico pensar que los tres años de parón de la actividad han acarreado problemas en maquinarias e instalaciones que se están intentando solventar con recambios y puesta al día para que la reapertura tenga las buenas perspectivas que se estimaron desde la propia empresa y que se transmitieron tanto a la plantilla como al Gobierno de Cantabria que está apoyando la actividad en Sniace, con un papel importante en la recuperación de la comarca del Besaya.
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