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María Ángeles Samperio Martín
Miércoles, 24 de febrero 2016, 16:22
El Consejo de Administración de Comforsa, propietaria de Forjas de Cantabria, se reunió la pasada semana y confirmó su intención de vender la factoría de estampación campurriana, para lo que ya ha comenzado la búsqueda de inversores. En este sentido, Sodercán está en ... contacto con Avançsa, el holding industrial de la Generalitat para conocer los posibles compradores con la perspectiva de que la factoría pueda seguir su actividad y mantener el empleo.
Sodercán tiene el 2% del capital de Comforsa y un puesto en su consejo de administración. Y Avançsa ostenta el 98% restante y, por tanto, el control absoluto de la compañía. A la vez, el capital de Forjas de Cantabria, estructurada como una empresa aparte, está dominando en un 94% por Comforsa. El 6% restante es propiedad de los trabajadores de la empresa cántabra.
Daniel San Miguel, responsable de Industria de CC OO de Cantabria, espera que se puedan conocer las posibles ofertas de inversores para seguir con la actividad de Forjas de Cantabria, antigua Farga Casanova, fabricante de cigüeñales y ejes para vehículos pesados que emplea en Reinosa a 22 trabajadores y que se ubica en el recinto industrial de Gerdau (Forjas y Aceros de Reinosa y después Sidenor).
«Confiamos en que con ayuda de Sodercán la factoría pueda tener futuro si hay inversores interesados, como parece», apuntó San Miguel, que espera tener más datos antes de valorar la situación.
El desinterés de Comforsa por Forjas de Cantabria en estos últimos tiempos ha sido claro ya que en dos ocasiones la oferta firme de la empresa pública cántabra Sodercán de inyectar dos millones de euros en el capital para que se destinaran a una mejora de los sistemas productivos del taller reinosano. Para la empresa pública cántabra, esta decisión de la compañía dirigida por Eduard Jaklitsch es la mejor prueba del nulo interés por parte de Comforsa de mantener integrado el taller de Reinosa dentro de su grupo fabril. El último consejo de administración ha confirmado la decisión de vender el centro cántabro.
Ladillo
La necesidad de un nuevo inversor es evidente dado que el futuro de Forjas de Cantabria sin el soporte de Comforsa es casi imposible, ya que la actual estructuración de la empresa la hace depender totalmente de la matriz para todos los aspectos comerciales. Contratos, clientes y mercados, en una empresa con una casi total proyección exterior (exporta un 95% de su producción) y en pleno despliegue en nuevos mercados como el japonés, están en manos de los directivos catalanes de Campdevanol.
Comforsa facturó 75 millones de euros en 2014 y su plan de negocio contempla elevar las ventas un 33% y llegar hasta 100 millones de euros en cuatro años.
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