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Isabel Arozamena
Viernes, 22 de julio 2016, 07:40
In extremis. Tras varias reuniones maratonianas en el Orecla celebradas durante el miércoles y ayer, jueves, el comité de empresa de Robert Bosch suspendió anoche los dos primeros paros de 24 horas que había convocado hoy y el domingo con el objetivo de seguir ... negociando con la dirección de la fábrica de Treto (Bárcena de Cicero). En principio, se mantienen los paros convocados para el 3, 4, 6 y 7 de agosto, aunque todo dependerá de cómo avancen las conversaciones. Fuentes de los sindicatos reconocieron anoche que sí ha habido «un cambio en el tono de la negociación», aunque sin logros.
A partir del próximo 1 de agosto comienza la fase marcada por la multinacional alemana para iniciar la venta de la división de fabricación de motores de arranque y alternadores, tras finalizar el proceso de segregación de las plantas a nivel mundial. Por ello, la intención del comité de empresa de Treto es negociar las condiciones que tendrán los cerca de mil trabajadores, entre fijos y eventuales, antes de que la fábrica cántabra sea finalmente adquirida por otra compañía.
Aunque hay voluntad negociadora por parte de la empresa, los sindicatos consideran que, por el momento, no se han cumplido los compromisos exigidos que se resumen básicamente en el mantenimiento de los puestos de trabajo, inversiones que aseguren el futuro de la compañía en sus actuales condiciones y la fabricación de nuevas piezas y una garantía de indemnizaciones en el caso de que, si hay venta, los nuevos propietarios opten por un ajuste de plantilla. En la asamblea general celebrada en la fábrica, tras la reunión de la mañana en el Orecla que se reanudó por la tarde, haciendo un receso para la cena y continuar por la noche el comité de empresa confirmó a los trabajadores el inicio de las movilizaciones, pero posteriormente suspendió los dos primeros paros.
El comité de empresa considera que en las conversaciones del miércoles y el jueves la dirección no ha dado respuesta a los puntos más importantes de la negociación, como son asegurar el emplazamiento de la fábrica de Treto garantizando los puestos de trabajo y las inversiones, negociar una serie de recolocaciones e indemnizaciones si llegara a ser necesario, y una cláusula de penalización a la empresa compradora en caso de incumplir los acuerdos alcanzados.
El secretario general de UGT y miembro del comité, Mariano Carmona, aseguró ante la asamblea que la dirección accedió a volver a analizar los puntos de negociación, un total de doce, «sin concretar nada». «La dirección reconoce nuestras reivindicaciones, pero no las plasma por escrito», expresó el sindicalista.
Los portavoces de los otros tres sindicatos con representación en el comité de empresa, CC OO, ASI-USO y CGT, coincidieron, durante la asamblea, en que las reuniones en el Orecla no han logrado que la dirección de Bosch se comprometa a que antes de que se produzca la venta se ponga sobre el papel un acuerdo sobre las condiciones en que queda el futuro de la factoría cántabra.
El presidente del comité de empresa, Moisés Huerta, dio lectura a un comunicado al comienzo de la asamblea, entregado por un representante de la dirección, en el que se reitera que la factoría cántabra ya está segregada hace años. Por ello, la compañía considera que la fecha del 31 de julio no debería ser determinante para alcanzar acuerdos, tesis con la que discrepan los representantes sindicales.
Bosch Treto tiene en la actualidad una plantilla fija integrada por 797 trabajadores, además de los operarios eventuales que oscilan entre las 60 y 80 personas.
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