Martín resta ahora importancia a la fecha de vuelta a la actividad

Sniace no abrirá hoy, 1 de septiembre, tal y como Martin aseguraba en mayo que el consejo de administración de la compañía «transmitía al Gobierno» y no lo hará porque no han terminado los trabajos de puesta en marcha de la fábrica de celulosa y de suministro de energía y porque, según desveló la propia compañía en un comunicado a la Comisión Nacional, del Mercado de Valores, aun no dispone de las necesarias autorizaciones medioambientales para reniciar la actividad.

Sin embargo, Martín subrayó ayer que actualmente existe actividad en la fábrica. «Los trabajadores de la Cuenca del Besaya saben que hay gente trabajando allí, que hay electricistas, que hay mecánicos poniendo en marcha las instalaciones». El consejero ha reconocido que volver a poner en marcha una factoría que lleva casi cuatro años sin actividad «tiene sus complicaciones», y remarcó que se está llevando a cabo esa reapertura. «No creo que sea tan trascendente que la apertura sea el 1 de septiembre o el 1 de octubre; creo que lo bueno es que Sniace reabrirá».El titular de Industria recordó que el Gobierno condicionó su apoyo político a la ampliación de capital, que era un elemento «fundamental», para la reapertura de Sniace y que se llevó a cabo con éxito, por lo que «a partir de ahí son aspectos técnicos», sostiene.

La compañía presidida por Blas Mezquita lo reconoció ayer, días después de que ELDIARIO ya informara de los numerosos problemas técnicos y organizativos a los que se enfrenta la puesta en marcha. En su nota a la CNMV, Sniace tampoco ofrece una fecha, ni siquiera aproximada. En la última Junta Generalde Accionistas, Mezquita aseguró que celulosa reiniciaría la producción en septiembre.

Problemas laborales

A los problemas técnicos se han unido en los últimos días las diferencias entre miembros del comité de empresa (UGT, CC OO y SU) y la dirección sobre la aplicación del acuerdo laboral. El secretario del comité, Antonio Pérez Portilla, consideró que los cambios unilaterales que ha aplicado la empresa han convertido el acuerdo en «papel mojado» y ha solicitado una reunión con la dirección para tratar de solventar el problema.