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Marta San Miguel
Martes, 22 de marzo 2016, 10:26
Otra vez. Estallidos, humo, pánico y después, las calles llenas sirenas azules. Europa tiene reciente en la memoria qué es sufrir el terror yihadista en su suelo, y sólo cuatro meses después de que París padeciera su ira, se ha vuelto a ensañar con ... el viejo continente. El objetivo esta vez ha sido Bruselas. Los golpes mortales han caído en el aeropuerto internacional de Zaventem y la estación de metro de Maelbeek, paralizados en estos momentos como lo están también los belgas. ¿Cómo reaccionar apenas cuatro días después de la euforia que supuso la detención de Salah Abdeslam, el terrorista más buscado tras los atentados del 13 de noviembre de París? Su imagen esposado tras una operación en el barrio de Molenbeek, revolviéndose entre los brazos de los agentes que le agarraban, se convertía en una instantánea que apelaba al valor de la justicia por encima del de la barbarie. Sabía a triunfo. A toque de queda contra el horror. La policía informó entonces que el yihadista tenía intención de volver a atentar. Según dijeron, lo tenía todo previsto, pero nada hacía pensar que la desgracia fuera a caer tan pronto sobre Bruselas.
El balance provisional que deja este martes negro es desolador: los dos ataques del aeropuerto han provocado al menos 14 fallecidos, según la ministra de sanidad belga, Maggie de Block. En cuanto al atentado en la estación de metro, ubicada en el barrio donde se encuentran la mayor parte de las sedes de las instituciones europeas, ha dejado al menos 20 muertos, según las últimas cifras aportadas por el alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur. En total, los atentados han dejado más de 200 heridos.
Mientras el Estado Islámicoha asumido la autoría de los hechos con un comunicado que ha difundido la agencia de noticias Amaq, la ciudad se empeña en reconquistar su espacio. Esa es la primera consecuencia que han sufrido los belgas; la dominación de su suelo por parte del terror encerrando a los ciudadanos en su miedo, en los colegios a los niños, a la gente en sus casas, o a los funcionarios que a media tarde de este martes han evacuado de las sedes del Consejo Europeo y la Comisión Europea "por motivos preventivos", es decir, por riesgo, por amenaza, por el peligro que entraña ser hoy un ciudadano libre.
Las primeras redadas en operaciones policiales buscan a un posible terrorista fugado, y en la primera redada según el fiscal belga se han encontrado en un piso de la capital material químico así como una bandera del Daesh. Una de las cámaras de seguridad ha sido clave para captar la imagen de los supuestos autores de las detonaciones que ha difundido la policía belga. En la imagen aparecen dos jóvenes vestidos con jersey oscuro y un guante negro en su mano izquierda junto a un tercer joven ataviado con un gorro. Los tres empujan un carro para maletas y según el fiscal belga Frederic Van Leeuw "probablemente" dos sospechosos cometieron "un atentado suicida" el martes en el ataque en el aeropuerto de Bruselas y que un tercero era "activamente buscado".
Van Leeuw agregó en una conferencia de prensa que aún era "demasiado pronto" para establecer un vínculo con los atentados de París del 13 de noviembre, reivindicados por Estado Islámico como los de Bruselas, y que las autoridades lanzaron varios allanamientos e indagaban a testigos.
El día negro belga. Así comienza a llamarse este 22-M que entrará en el siniestro almanaque de ataques europeos perpretados por los yihadistas. Esta vez, el objetivo de los radicales ha sido el pilar institucional y económico de Europa. Sus explosivos han hecho estallar el corazón de la capital belga y han dejado un reguero de sangre y heridos 34 muertos y casi 136 heridos, un negro balance que aumenta por momentos, mientras desde España Rajoy afirma "con prudencia" que no hay españoles entre las víctimas.
Es la primera vez en la historia de la capital belga que registra un atentado terrorista. La primera explosión se ha registrado a las ocho de la mañana en la terminal de salidas del aeropuerto de Zaventem, y según el fiscal de Bruselas se habría tratado de un "atentado suicida". Apenas una hora después han llegado las explosiones de la estación de Maelbeek, ubicada apenas a unos metros de la sede de las instituciones europeas.
Según un testigo citado por la radio pública francófona RTBF, las deflagraciones se han producido en una puerta de embarque hacia Estados Unidos. "Estaba en la fila para registrarme y he escuchado una deflagración. He visto humo y he visto a personas correr hacia la salida. Ha habido una segunda explosión mucho más cerca de mí después", ha relatado un testigo de los hechos a Bel RTL. "Se ha ido todo el mundo del aeropuerto con pánico, la mayor parte de las personas han dejado sus maletas allí. Los coches han sido evacuados", ha asegurado.
En estos momentos, según informa la agencia de noticias belga, hay dos operaciones policiales en curso en Bruselas, una en la proximidades de la plaza Marie-Louise, cerca de la estación de metro Maelbeek donde se produjo hoy un atentado, y otra en los alrededores de la estación de Schaerbeek.
Una veintena de policías, incluidos miembros de las unidades antiterroristas, han sido desplegados en la plaza Marie-Louise, según informa la agencia Belga. Las operaciones se pusieron en marcha después de que un testigo viera un vehículo Mini-Cooper cerrado con la llave de contacto puesta y el motor en marcha, estacionado en una de las calles que dan a la calle Marie-Louise, en pleno centro de la capital.
Así lo cuentan los testigos
El diario belga 'La Libre' informa de que en un primer momento se ha producido una "fuerte explosión" en el hall de llegadas y salidas del aeródromo, lo que ha provocado el envío de ambulancias al lugar. "Ha habido una explosión en el aeropuerto. El plan de urgencia se ha activado", ha señalado el presidente de la región de Bruselas, Rudi Vervoort, a la cadena Bel RTL.
"Un hombre gritó unas palabras en árabe y escuché una gran explosión", ha dicho a la AFP Alphonse Lyoura, que trabaja en la seguridad del equipaje de los vuelos hacia África. "Era el pánico general. Me escondí y esperé cinco, seis minutos. Algunas personas vinieron a pedirme ayuda", ha agregado, con las manos aún ensangrentadas. "Ayudé al menos a siete heridos. Retiraron cinco cuerpos que ya no se movían", ha continuado. "Veía gente en el suelo con sangre que ya no se movía. No estoy bien psicológicamente. Es el horror, Bélgica no merece eso", ha dicho sin poder contener el llanto.
españoles en bruselas
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ha puesto a disposición de los españoles o familias de españoles el número de teléfono del Consulado en Bruselas, el +32 2 509 87 46, para ofrecer información sobre los atentados registrados esta mañana en la capital belga. En declaraciones efectuadas a Antena 3, Margallo ha indicado que por el momento no tiene "constancia de que haya ningún español afectado" por las explosiones, si bien ha advertido de que se trata de "un momento muy inicial".
Jean-Pierre Lebeau acababa de llegar al aeropuerto procedente de Ginebra cuando se produjo la primera explosión. "Sentí el impacto. El techo cayó y sentí olor a pólvora", dice. Imágenes de diferentes medios locales y redes sociales muestran cómo una densa humareda sale de una de las terminales del aeropuerto, mientras decenas de viajeros corren hacia el exterior con maletas y otros enseres.
La situación en el entorno de la estación de Maelbeek era tan desoladora como la que describen los testigos del aeropuerto. Una gran nube de polvo escapaba de la boca de salida entre el sonido de sirenas de ambulancias y patrulleros de la policía, mientras la gente era atendida con el rostro ensangrentado tumbados en el suelo. "Muchos lloraban", relata una periodista de AFP, en una horrible escena que se desarrollaba a 300 metros de distancia de las sedes de la Comisión Europea y otras sedes de la Unión Europea.
El fiscal de primera instancia de Bruselas ha señalado que al menos una de las explosiones ocurrida en el hall del aeropuerto habría sido "probablemente" causada por "un kamikaze" y no ha descartado que alguno de los autores de los ataques podría "haberse dado a la fuga".
Las fuerzas de seguridad han encontrado un fusil de asalto AK47 kalashnikov y han hecho explotar un paquete sospechoso en el aeropuerto de Zaventem. El canal de televisión privado flamenco, VTM, ha indicado que se trataba de un cinturón de explosivos. La sección antiterrorista de la Fiscalía federal ha nombrado a un juez de instrucción especializado en terrorismo para seguir el caso.
El país, en alerta roja
El Gobierno belga ha activado la alerta roja en toda el país, el nivel 4 de 4, el máximo de su legislación. Las autoridades de Bruselas han decretado el cierre total de toda su red de transportes públicos, incluido el metro y las líneas de autobuses, como medida de precaución. La frontera entre Bélgica y Francia también ha sido cerrada. Las redes de telefonía se han visto afectadas y están sobrecargadas, lo que impide la comunicación en algunas zonas de Bruselas. Los alumnos de los centros educativos de Bruselas permanecen "confinados" en el interior de sus colegios mientras el gobierno pide a la gente "que no salga de sus casas o se quede donde está". La Comisión Europea ha solicitado a su personal que no vaya a trabajar o permanezca en las oficinas.
El primer ministro belga, Charles Michel, ha marcado como prioridad la asistencia a las víctimas así como la adopción de medidas de seguridad "adicionales": "En este momento negro para nuestro país, quiero pedir calma y solidaridad. Enfrentamos una prueba difícil, debemos hacer frente a esta prueba estando unidos", ha afirmado, describiendo este martes como un día "negro" para Bélgica.
Por su parte, las autoridades de varios países europeos han reforzado la seguridad en sus aeropuertos y fronteras con al menos Reino Unido, Francia, Alemania, Holanda y Dinamarca, y han anunciado un incremento de los controles. También Estados Unidos ha reforzado la seguridad en sus principales aeropuertos y metros como medida de precaución.
Reacciones internacionales
Las reacciones internacionales han llegado a modo de condolencias que se unen al sentir de Europa la tiempo que sirven de llamamiento a continuar la lucha contra el terrorismo yihadista. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificaba esta mañana de "salvaje" los atentados de Bruselas y ha propuesto estrechar la cooperación internacional para hacer frente al terrorismo internacional.
El presidente de Francia, François Hollande, ha afirmado esta mañana que "toda Europa ha sido golpeada con el ataque a Bruselas, lo que exige que tome las disposiciones indispensables ante la gravedad de la amenaza". Hollande hizo un llamamiento a la unidad nacional pero también a la necesidad de "responder globalmente" a la amenaza, "con toda la vigilancia" y los medios necesarios, "principalmente en materia de información".
Desde España, el presidente en funciones Mariano Rajoy lanzaba este mensaje vía redes sociales: "El terrorismo no conseguirá derrotarnos. La unidad de los demócratas en la UE está y estará siempre por encima de la barbarie y la sinrazón", ha escrito el jefe del Ejecutivo. Por su parte, el ministro de Exteriores en funciones, Miguel Ángel Margallo, ha atribuido la autoría de los hechos al Daesh, el Estado Islámico, aunque por el momento no ha habido una reivindicación de los hechos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha dicho que su país hará "todo lo que sea necesario para llevar ante la justicia a los terroristas que han atacado Bélgica". "Debemos estarjuntos, independientemente de la nacionalidad, la raza o la fe, en la lucha contra el flagelo del terrorismo. Podemos y vamos a derrotar a quienes amenazan la protección y seguridad de las personas de todo el mundo", ha dicho el presidente norteamericano desde La Habana.
Afganistán y Pakistán condenaron "enérgicamente" los atentados de Bruselas, y coincidieron en señalar que los actos terroristas van en contra de todas las "religiones". También desde la Comisión Islámica de España (CIE) ha llegado su repulsa. Su presidente, Riay Tatary, ha denunciado esta "ofensiva terrorista" que, "con total desprecio a la vida humana nos vuelve a golpear" dejándonos conmocionados por sus despreciables asesinatos de numerosas víctimas inocentes y ha expresado su "firme condena" a los atentados de Bruselas perpetrados por "criminales y desalmados asesinos" y ha trasladado su solidaridad con el pueblo belga.
Al-Azhar, la prestigiosa institución del islam sunita radicada en Egipto, condenó los atentados mortíferos cometidos este martes en Bruselas, diciendo que violan "las enseñanzas de tolerancia del islam". Según el comunicado emitido, "Al-Azhar condena duramente estos ataques terroristas. Estos crímenes abyectos violan las enseñanzas de tolerancia del islam".
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