"La Policía Nacional está muy bien valorada por la sociedad"

¿Qué balance hace de estos 42 años de servicio?

Positivo, sin duda. Guardo un grato recuerdo de todos los lugares donde he trabajado, así como de sus gentes. Desde que ingresé en la Escuela General de Policía en septiembre de 1974 hasta mi último destino en Santander, como Jefe Superior de Policía de Cantabria, he prestado servicio en Madrid donde conocí a mi mujer, Amparo, Alicante donde nacieron mis dos hijos, Salomón y Sonia, San Sebastián, Tenerife, Pontevedra, Pozuelo de Alarcón, Ávila...

Su último destino antes de la jubilación, durante los dos últimos años y medio, ha sido Cantabria.

Me voy como una sensación muy positiva, pues no en vano, durante los años 2015 y 2016, se ha logrado un descenso de la criminalidad en la Región Policial, esto es, en Santander y Torrelavega donde hay unos 230.000 habitantes censados, a los que hay que sumar todos aquellos que visitan ambas ciudades, sobre todo durante los meses de verano, objetivo que me marqué cuando tomé posesión del cargo en octubre de 2014. A ello han contribuido todos los policías de la región y la ciudadanía en general, a todos los cuales estoy agradecido por hacerme el trabajo más fácil.

Siendo esto así, sin embargo durante 2016 se dispararon los atracos a viviendas. ¿A qué se debe?

La delincuencia que se dedica a perpetrar robos con fuerza en domicilios, es, en general, itinerante, lo que hace más difícil su prevención. Y si bien ha habido alguna época, principalmente en época estival, que pudiera haberse incrementado ligeramente el número de este tipo de infracciones, hay que decir que, en lo que va de año, se ha experimentado un descenso, habiéndose incrementado de manera notable el número de personas detenidas por ello.

¿De qué se siente más orgulloso?

La respuesta es bien sencilla: profesionalmente, de los hombres y mujeres que integran la Policía Nacional, así como de los funcionarios de los Cuerpos Generales y Personal Subalterno, que día a día y codo con codo llevan a cabo sus quehaceres diarios en pro del ciudadano al que servimos. Y a nivel personal, de mi familia, que me ha apoyado en todo momento.

En su discurso de despedida se acordó de todos ellos, y también, de forma muy emotiva, de un amigo, Bonifacio, que fue el responsable de que fuera policía.

Yo no tenía antecedentes familiares en el Cuerpo y me acerqué a través de Bonifacio, un compañero del Colegio Diocesano de Ávila, que, por cierto, desgraciadamente falleció. Me le encontré con 18 años en Madrid, donde mi familia se había visto obligada a emigrar, y me contó que estaba preparando la oposición para ingresar en el Cuerpo General de Policía. Al conocer sus intenciones, me decidí yo también a preparar la oposición.

La delincuencia ha cambiado mucho a lo largo de estas décadas.

En esta vida todo evoluciona y la delincuencia también, pero al mismo tiempo ha experimentado un proceso, yo diría que muy positivo, la actuación de la Policía. Cuando estaba dando mis primeros pasos en el Cuerpo, la máquina de escribir era nuestra mejor aliada, y en la actualidad se utilizan ordenadores de última generación, internet, redes sociales... Todo ello para investigar y combatir las nuevas modalidades delictivas que se han generado, como pueden ser, precisamente, las que se perpetran a través de las redes sociales.

Y también la forma de combatirla.

La Policía no puede quedarse atrás en su misión de combatir la delincuencia y, en consecuencia, se forma a los policías desde el primer momento, en la Escuela Nacional de Policía, con sede en Ávila, en las técnicas precisas para desarrollar su cometido con eficacia. Tras ello, la formación se va ampliando a lo largo de la vida profesional de un Policía Nacional, con cursos de actualización y especialización, siempre con el fin último de dar el mejor servicio a los ciudadanos.

¿Cuál es la mayor preocupación hoy en día de los Cuerpos de Seguridad?

La delincuencia organizada, que inclusive trasciende fronteras, el tráfico de drogas, el tráfico ilegal de personas, los cibercrímenes y el terrorismo, entre otros.

¿Qué imagen cree que tiene la sociedad de la Policía Nacional?

Según las encuestas del CIS, en los últimos años es una de las instituciones mejor valoradas por los ciudadanos.

¿Qué le recomienda a su sucesor?

Estoy completamente seguro de que tendrá la suficiente experiencia y conocimientos para llevar a buen puerto las funciones del cargo. No obstante, siempre me tendrá a su disposición para aquello que considere oportuno.

¿Qué va a hacer ahora? ¿A qué va a dedicar el tiempo libre?

Lo dedicaré sobre todo a la familia. Estaré a caballo entre Pozanco y Madrid, donde viven nuestros hijos y gran parte de la familia, y viajaré con mi esposa a conocer aquellas partes de España que aún no hemos visto, que son muchas. Y aprovecharé para leer todo aquello que caiga en mis manos, que siempre enriquece espíritu y mente.