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MILAGROS ASENJO
Martes, 31 de enero 2006, 01:00
La situación de la educación española que se dibuja en el «Panorama de la educación 2005» elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y cuya versión castellana editada por Santillana fue presentada ayer, ofrece «luces y sombras», como afirmó el secretario general de Educación, Alejandro Tiana, al analizar en rueda de prensa el documento, que no contiene ninguna novedad sobre el original que vio la luz en septiembre.
El informe comparativo del sistema educativo español con el de otros países de la OCDE, con datos de 2003, contiene indicadores que reflejan «avances», aunque España sigue lejos de la media de los 30 países de la OCDE. «Un país como España -afirmó Tiana- con un nivel de desarrollo económico como el que tiene debe aspirar a más, pero también sabemos que hay una relación entre los resultados de los alumnos y el nivel educativo de los padres, y en eso partimos de una situación de desventaja».
Las luces aparecen en algunos indicadores sobre inversión o sobre el número de alumnos por profesor. Las sombras se refieren al fracaso escolar en la ESO (25%) y a las tasas de abandono prematuro de la escuela. Ambos son, junto al aumento de jóvenes que terminan el Bachillerato y la FP, los objetivos prioritarios del Ministerio. Estos son los aspectos más destacados:
Resultados educativos
España ocupa el cuarto lugar por la cola -sólo Eslovaquia, Turquía y México obtienen resultados peores- en cuanto al porcentaje de alumnos que acceden a Bachillerato o Formación Profesional de Grado Medio, lo que el documento denomina segunda etapa de la Educación Secundaria. En concreto un 31,1% de los jóvenes no comienza estudios de Bachillerato o Formación Profesional de Grado Medio. Es decir, que tres de cada diez abandona la escuela prematuramente. Los indicadores por tramos de edad deparan que alrededor del 60% de los españoles de 25 a 34 años llegan a la segunda etapa de Secundaria, un porcentaje que es sólo del 19% entre la cohorte de 55 a 64 años.
Asimismo, un 67% por ciento se gradúa en Bachillerato o FP en la edad teórica frente el 78% de la OCDE. No obstante, España ha mejorado ligeramente, ya que en 1992 las proporciones eran del 56 y del 76,9% respectivamente. Además, el 25% de los jóvenes no logra la titulación en Educación Secundaria Obligatoria (ESO), circunstancia que les impide acceder a los niveles posobligatorios.
Inversión
Entre 1995 y 2002, la inversión en Educación Primaria y Secundaria aumento en España un 9%, un crecimiento relativamente menor que la media de los países de la OCDE. Sin embargo, al descender un 19% el número de estudiantes, el gasto ascendió hasta el 34%. Pero en 2002 se produjo un retroceso cuando el porcentaje del gasto educativo en relación al Producto Interior Bruto (PIB) cayó desde el 5.4% en 1995 al 4.9% en 2002, lo que nos sitúa por debajo de la media de la OCDE en cuanto a porcentaje del PIB destinado a educación, que es del 5,8%.
Enseñanza Superior
La matrícula en educación terciaria, que abarca el nivel universitario y la formación profesional de ciclo superior, ha aumentado en España un 21% entre 1995 y 2003. El aumento de los titulados ha sido también espectacular, de manera que el en tramo de edad de 55 a 64 años alcanza el 11% y en el periodo 25 a 34 años se dispara hasta el 38%. Estos logros permiten a España pasar del puesto 19 al 6 entre los 30 países de la OCDE. No obstante, España es el único país donde tener un título universitario no aumenta las posibilidades de encontrar empleo.
Formación permanente
Sobre el nivel de formación de la población adulta, España se sitúa para casi todos los indicadores por debajo de la media de la OCDE. Un 30% de los españoles entre 25 y 65 años tienen sólo estudios primarios o inferiores (la media de la OCDE es del 14%). Sin embargo, estas diferencias se han ido acortando a lo largo del tiempo y son por tanto menores entre las cohortes más jóvenes. La participación en la formación continua aumenta a medida que las tareas se vuelven más complejas y la movilidad aumenta. El dato para España es sólo del 9%, lo que representa estar en el puesto 18 de los 21 países comparados. La educación en España se construye a partir de una sólida base en los primeros años.
Organización de las escuelas
El entorno educativo y la organización de las escuelas. El número de estudiantes por profesor en España es inferior a la media de la OCDE para todos los niveles educativos excepto en infantil. Así, en Primaria, el dato español es de 14 alumnos por profesor (la media de la OCDE es de 16), y en Secundaria de 11 alumnos por profesor (la media de la OCDE es de 14). En educación terciaria la ratio alumnos/profesor española es casi la mitad de la media de la OCDE.
En cuanto al número de alumnos por clase, en Primaria la media española es de 20.8 niños por clase, algo inferior a la media de los países participantes en el estudio (21.6 niños por clase). Esta es la cifra global, pero en España las escuelas públicas tienen menos alumnos por clase (19.4) que las privadas (20.9) y que las concertadas (24.7).
En la primera etapa de la educación Secundaria, que se extiende desde los 12 a los 14 años, España tiene una ratio de alumnos por clase algo superior a la media (24.5 alumnos frente a 23.9 de media en la OCDE), y de nuevo los centros públicos presentan menores ratios que los privados: 23.4 en centros públicos, 27 en centros privados y 27.8 en privado-concertados.
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