El perjuicio sin fin de las palomas en Santander

Lamenta Pedro Riaño que alguna gente sea «tan obtusa» en el asunto de las palomas. «Pese a todas las recomendaciones, siguen dándolas de comer en calles y plazas y agravando un problema que causa múltiples trastornos y suciedades en la ciudad». Nuestro lector envía una fotografía en la que se ven los daños que la presencia de las palomas provocan en la fachada, balcones y toldos de su edificio, en la plaza Juan Carlos I de Santander. «Yo me he cansado de ver desde el balcón a una señora que aparece y vacía la bolsa de comida. La rapidez con la que lo hace es prueba de que sabe que está prohibida su acción. Es una lástima que ningún policía local coincida en el momento para que la multe y la explique sus obligaciones como ciudadana, obligaciones hacia sus vecinos no hacia las palomas, a las que parece tener en mayor estima».