Borrar
Mariano Rajoy acusa al presidente de sembrar la discordia entre los españoles
Mariano Rajoy acusa al presidente de sembrar la discordia entre los españoles
Debate sobre el estado de la Nación

Mariano Rajoy acusa al presidente de sembrar la discordia entre los españoles

El líder del PP afirmó que el Gobierno de Zapatero provoca incertidumbre y calificó la situación actual de alarmante

MAGIS IGLESIAS

Miércoles, 31 de mayo 2006, 02:00

Mariano Rajoy optó por conceder a la actual situación del terrorismo un lugar relevante en su análisis sobre el estado de la nación y colocó en el frontispicio de su intervención una medida descripción de los límites de su apoyo al Gobierno para afrontar el alto el fuego de ETA. Pasó revista -para desacreditarlas- a las políticas de inmigración, seguridad, educación y relaciones exteriores del Ejecutivo, pero puso el foco principal de su examen en el estilo, el fondo y la forma de las actuaciones del presidente José Luis Rodríguez Zapatero y de su gabinete. Rajoy les acusó de sectarismo, de provocar incertidumbre y sembrar la discordia entre los españoles.

«El presidente del Gobierno ha fracasado en su principal responsabilidad, que es sembrar certezas, seguridad y confianza», resumió el líder de la oposición el último año de gestión gubernamental cuando, tras el análisis de las políticas sectoriales, se fijó en lo que denominó «el genuino estado de la nación», que se salda, según sus palabras, en «una mala salud de la democracia».

Pero no sólo señaló a Rodríguez Zapatero como principal causante de los problemas, sino que endosó al PSOE en general la entrada masiva de los inmigrantes sin control -cuya situación calificó de «insostenible» y que atribuyó a la regularización de hace un año con 'papeles para todos'-, la inseguridad ciudadana -que imputó a la entrada incontrolada de bandas organizadas de Latinoamérica y Europa del Este-, el descenso del peso internacional del España por una política internacional «errabunda y cabizbaja», la pasividad en materia económica o el crecimiento del precio de la vivienda, todo ello en medio de una actitud «autocomplaciente» en el balance de Rodríguez Zapatero. Asimismo le acusó de desplegar un estilo de hacer política y un sectarismo excluyente que ha sumido al país en una situación que calificó de «alarmante».

Resucitar tensiones

«A la gente le alarma que no se conozca ningún plan del Gobierno propiamente dicho», afirmó Rajoy , y explicó que el Ejecutivo resulta «imprevisible», ya que solo actúa a través de ocurrencias y parches para salir del paso, «sin medir nunca las consecuencias de sus ímpetus». Intentó así poner de relieve que se ha instalado entre los españoles una desconfianza con respecto de lo que será su futuro y las perspectivas del Gobierno.

«¿Quién puede poner la mano en el fuego de lo que ocurrirá o no en España?», preguntó el líder del PP, para concluir que «nadie». Lo que le llevó a resumir que el mayor logro de Zapatero es «la incertidumbre», que explicó como «la pérdida de certezas» y llegó a decir que tal sensación no sólo afecta a los ciudadanos de a pie, sino que también está asentada entre los dirigentes del PSOE.

Con su habitual ironía, Rajoy añadió a este 'triunfo' otra 'conquista' y denunció que el líder socialista «se ha empeñado en resucitar tensiones que no existían antes de su llegada al Gobierno». «Son mérito suyo», añadió, y dijo que el presidente pone todo su empeño en sembrar «la discordia entre los españoles». Le acusó de revisar el pasado y destacó que «los españoles no me han puesto aquí para sembrar cizaña y no la voy a sembrar ni consentiré en silencio que la siembre nadie». Aseguró que el presidente ha decidido, unilateralmente, «corregir» el consenso y la reconciliación que dio lugar a la Constitución de 1978. Además, denunció el «sectarismo» de los socialistas, a los que describió dispuestos a pactar con ERC y hasta con Batasuna pero a excluir al PP.

El jefe de la oposición intentó, asimismo, socavar la credibilidad del presidente del Gobierno y su imagen de político dialogante y, por el contrario, le atribuyó una forma de actuar poco sincera. «Está desguazando la Constitución disimuladamente», aseveró, pero sin decírselo abiertamente a los españoles y sin contar con ellos a través de una consulta de reforma constitucional. «El abanderado del talante se refugia en las oscuridades», denunció y le endosó un ejercicio de la política que no tiene precedentes en España. «España está en unas manos que se aferran con ardor al timón de gobierno, pero no quieren o no pueden o, simplemente, no saben gobernar y desgobiernan».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Mariano Rajoy acusa al presidente de sembrar la discordia entre los españoles