
Secciones
Servicios
Destacamos
SUSANA ECHEVARRIA
Miércoles, 21 de junio 2006, 02:00
Que Robert Gesink es un diamante en bruto nadie lo duda y que tiene un gran futuro por delante como profesional lo ha empezado a demostrar ganando el Circuito Montañés 2006. Con 20 añitos recién cumplidos (el pasado 30 de mayo), este escalador de largas y finas piernas ha dejado claro que no hace falta ser un corredor muy hecho para ganar un Circuito, basta sólo con ser un buen ciclista y tener clase, y a él de esto último le sobra.
Gesink dice que comenzó a practicar este deporte a los 12 años. «No valía para ningún otro deporte y por eso creo me decidí por el ciclismo». «Era bajito -aunque viéndole ahora pueda parecer increíble- y tampoco me sentía muy cómodo en los deportes que se juegan en equipo, así que elegí el ciclismo. Mi padre me compró una bicicleta y empecé enseguida a competir... Después vino cuando crecí», explica Gesink con una risotada y en un inglés casi perfecto.
El holandés era ayer el hombre más feliz que había en la meta instalada en El Sardinero. Nada más cruzarla sus primeros abrazos fueron para sus compañeros, auxiliares y su director. También hubo apretones de manos con los rivales, organizadores del Circuito y aficionados que se acercaron hasta él para felicitarle por el triunfo. «Estoy muy bien. Me siento muy feliz. Estos días atrás he estado muy nervioso y preocupado, pero ahora ya puedo respirar tranquilo», afirmaba del corredor del equipo continental Rabobank que la próxima temporada subirá a la escuadra UCI ProTour en la que actualmente milita Óscar Freire. Además del triunfo en la clasificación general individual, Gesink también salió al podio junto al resto de sus compañeros del Rabobank para recoger el premio a la mejor escuadra de la ronda. «Hoy es un gran día, no sólo para mí sino también para todo mi equipo. Ellos trabajado mucho por mí durante todas las etapas y merecen el premio tanto como yo», señalaba el vencedor final del Circuito.
Proteger el liderato
Gesink confiesa que la etapa más dura de las siete fue la sexta, que acabó en el alto de Santo Toribio. «Yo vestía el maillot amarillo y tuve que protegerlo en todo momento. La etapa fue muy dura, en primer lugar por la lluvia, también por el recorrido y por que los rivales fueron muy valientes e intentaron hasta el final conseguir la victoria», comentaba el triunfador de esta edición. El rival más fuerte que se ha encontrado en su camino hacia la victoria asegura que es «el equipo Viña Magna, que tiene grandes corredores y concretamente Diego Gallego, han sido los que más veces han puesto en peligro mi maillot amarillo desde el día de la etapa reina que me puse de líder», matizaba Gesink.
Hasta ayer el ciclista holandés solamente había ganado una etapa en la Semana Lombarda, en la que terminó décimo en la clasificación general. A esta hay que sumar la victoria parcial lograda el pasado lunes en Santo Toribio y la de la clasificación general individual del Circuito. Sin lugar a dudas esta es la más importante de las que ha conseguido el holandés desde que es profesional continental. «Esta es una gran prueba, una de las mejores de categoría open de las que se corren en Europa y aquí te puedes medir con corredores muy fuertes. Para mí tiene un gran valor haber ganado esta carrera», decía ayer Gesink mientras esperaba sentado el momento de salir al podio para recibir todos los trofeos, maillots, ramos de flores, besos y felicitaciones que ayer le convirtieron en el auténtico protagonista del la última jornada del Circuito.
Ahora su próximo objetivo son los Campeonatos de Holanda de ruta y después «descansar durante un mes. No tengo ni idea que correré a partir de agosto», señala Gesink despreocupado .
Triunfo dedicado
El triunfador, como suele ser habitual, dedicó la victoria a «mis padres y a ni novia que me ayudan siempre y me hacen ser mejor ciclista día a día», dijo Gesink.
«Ya dije yo a uno de los periodistas el primer día que iba a ganar Gesink y no me he equivocado. Venía muy fuerte al Circuito y además el equipo ha respondido muy bien», decía ayer Sven Nys, el mejor corredor de ciclocross del mundo, que en este Circuito se ha quitado los galones de estrella y ha trabajado para Gesink como cualquier gregario, eso sí este es de los de lujo.
Su director, el ex profesional de PDM, SuperConfex e Histor, Nico Verhoeven, también era ayer un hombre satisfecho. «Sabía que esta prueba era buena para Robert. Aquí siempre la montaña es muy dura y él es un gran escalador. Además el equipo ha estado apoyándole en todo momento», señalaba Verhoeven.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La Rioja
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.