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JOSÉ LUIS PÉREZ
Sábado, 31 de octubre 2015, 10:03
Apenas a 40 minutos de Santander en coche se encuentra esta villa pasiega, enmarcada por un paisaje montañoso y con abruptas pendientes indiscutiblemente espectacular, y en la que apenas viven unas trescientas personas. Es, sin duda, un recomendable destino para quien desee caminar o simplemente disfrutar del paisaje panorámico cualquier fin de semana. Además, existen razones de peso 'gastronómico' para realizar la excursión cualquier día ya que en Casa Vicente se puede disfrutar de una cocina tradicional, casera, sencilla, con guisos y platos contundentes, para que de aquí nadie salga con hambre.
Desde hace doce años está al frente de este bar-restaurante Flori Castillo, una santanderina afincada en el municipio que atiende tanto el trabajo entre los fogones como al público. Buena anfitriona, ha sabido configurar una carta acorde a lo que el visitante quiere o espera encontrar en un establecimiento de estas características.
Para el día a día Casa Vicente tiene un menú de 12 euros, donde el comensal podrá elegir entre tres opciones para el primero y otras tantas para el segundo. El precio incluye postre y vino.
Existe otra opción antes de adentrarse en la carta. Nos referimos al menú especial, con las grandes especialidades de la casa, cocido montañés, lechazo y un postre de casa. Su precio, con vino, 22 euros.
De cuchara
En la carta, con cuarenta propuestas, lo primero que llaman la atención son los guisos de cuchara, como el citado cocido montañés, las alubias con chorizo o la sopa. Más ligeras son las raciones de rabas, croquetas de jamón york, morcilla, chorizo frito, entremeses fríos y calientes, espárragos... Otras opciones pasan por las ensaladas y la ensaladilla, los pimientos con anchoas, la ventresca con pimientos o la tabla de embutidos.
Para el segundo plato, el lechazo guisado parece obligado probarlo, pero lo mismo se puede decir del cabrito guisado, de la chuleta o del filete de novilla y de los callos. Del lechazo también se ofrecen las chuletillas. En pescado la oferta de reduce al bacalao con tomate y pimientos y a la merluza en salsa. Completan el catálogo de especialidades unos ricos huevos con chorizo, con jamón o sencillamente con patatas; el redondo guisado, el lomo o la asadurilla. Raciones amplias y generosas.
Finalmente, en postres caseros, recomendable la tarta de queso. Alternativas: la tarta de chocolate, la de orujo, el mousse de limón, el queso fresco o el queso manchego.
Casa Vicente es una parada obligada para quien tenga la brillante idea de hacer turismo interior por esta zona pasiega.
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